Читать книгу Psicopoética - Raúl Ernesto García - Страница 37
Creación
ОглавлениеEs conocido que la noción de poiesis, relacionada con el verbo poien (que significa “hacer”, “producir” o “fabricar”), se asocia en la Grecia antigua con la dimensión relativa a todo crear, es decir, a todo traer a la existencia. Así, un poiêma será la “cosa hecha” y el poeta, el poiêtês, será un “hacedor” vinculado en su actividad tanto al resultado buscado como al proceso creativo de su composición. Según Emilio Lledó, el verbo poien implica en la literatura de Homero el sentido de causar o hacer que algo acontezca.45 Surgen también otros sentidos o acepciones del verbo (por ejemplo, en el prosista Heródoto) asociados a festejar o celebrar algo e incluso a considerar y tener por. Y también a partir de Heródoto aparece con el sentido de componer y escribir, es decir, vinculado a la creación literaria del poeta, según las características y propiedades atribuidas a dicha creación. En este sentido, poiesis se concibe como poesía y tal acepción ha perdurado también a lo largo del tiempo.46
Sucede que poiesis, aun en su acepción inicial, es decir empleada con la significación de “fabricación” o “producción” de algo concreto y material (por ejemplo, del vino), encuentra ya un sentido añadido al involucrar la explicación del proceso en virtud del cual ha tenido lugar dicha producción o elaboración. Porque al hablar de poiesis no solo será importante pensar en términos de los elementos componentes, sino también del modo en que esos elementos han sido compuestos y la relación en que estos elementos participan. Dicha relación alude al logos que ha intervenido en esa realidad para conformarla de una u otra manera. La noción de poiesis no se reduce, pues, a la materialidad del objeto creado, sino que implica la consideración del modo en que se ha logrado su composición. Poiesis puede asociarse entonces a la noción de creación como tal, acción misma (proceso activo) relativamente autónoma del resultado específico de tal acción. Poiesis, así concebida, “no ha de considerarse como la abstracción de un resultado determinado, sino como el proceso, el desarrollo temporal de una acción que ha de culminar en un objeto […] No presupone, pues, la existencia de su objeto, ni puede entenderse como la abstracción fija de él; su abstracción es la «todavía no realización» del objeto a que tiende, y su existencia es tan concreta como la de su resultado”.47