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Aletas polinesias

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¿Qué pasa con las cosas que se lleva el mar? ¿Se acumulan en la isla de basura flotante de nosecuantosmil kilómetros cuadrados, esa que aparece en las pesadillas de los ecobloggers? ¿Cada vez que tomo una gaseosa, el plástico de la chapita termina encorsetando las tenazas de un cangrejo? No lo sé.

Algunas veces, las he perdido por imprudencia; otras, por culpa de una ola inesperada. Lo cierto es que el mar me ha quitado sandalias, zapatillas, palitos de helado D’Onofrio (que valían otro helado) y hasta un Discman con todo y pilas AA.

Aunque no siempre era el mar el que me arrebataba las cosas. A veces era yo, como cuando mi tía me animó a escribir una carta embotellada. La aventamos desde el muelle de Chorrillos. Recuerdo haber deseado que llegara hasta China, porque eso era lo que en mi imaginación infantil quedaba al otro lado del Pacífico. Hoy, sé que frente a Lima quedan las Islas Marquesas, que se llaman así por el marqués de Cañete, virrey del Perú. No me imagino dos paisajes más distintos. ¿Algún polinesio habrá visitado la nunca tarrajeada ciudad de Cañete, cuna de Lolo Fernández? ¿Probó chupe de camarones en Lunahuaná? ¿Hizo canotaje?

Pero mis aletas Makapuu, eso no te lo perdono, Poseidón. Hay objetos tan bien diseñados que nunca requieren una revisión. No hay nada que añadirles, nada que mejorar. Como las cafeteras italianas Bialetti o las navajas suizas Victorinox. Lo mismo pasa con las aletas Churchill modelo Makapuu. Caucho azul y suave en la parte donde calzan los pies. Amarillo y rígido en la parte que desplaza el agua y convierte tus piernas humanas en las ancas de un anfibio.

Esa tarde, en Punta Negra, estabas furioso conmigo. Seguramente por lo del Discman (porque en eso sí tienen razón los ecobloggers, no hay nada más cochino que un par de pilas AA). Yo no te guardo rencor, pero tengo que confesarte que no entiendo tu comportamiento. Porque una cosa es que me quites las dos aletas, pero ¿solo una? ¿De qué podría servirle una aleta suelta a un muchacho polinesio?

Solo se lo diría a un extraño

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