Читать книгу Solo se lo diría a un extraño - Varios autores, Carlos Beristain - Страница 41

Aquel beso

Оглавление

La primera vez que te vi, me temblaron las piernas. La segunda vez, nos ganaron la necesidad, la sed, las ganas de marcarnos. La tercera, ya me tenías. Tomé un avión y fui a tu encuentro.

No me frenaron mis veintitrés años de castidad ni los diez más que me llevabas de ventaja. No me frenó el hecho de haberte visto solo dos veces en mi vida. No hubo razón, ni lógica, ni miedo, ni duda que me detuviera.

Recuerdo verte ahí, plantado, esperándome entre el tumulto ansioso. Tan tú, seguro, relajado, con esa mirada profunda que me atravesaba y esa media sonrisa cerrada.

Pasamos veinte días refugiados en tu guarida, en la parte alta de un pueblo rodeado de árboles. El lugar perfecto para perderte del mundo.

Sin tecnología, sin planes, viviendo el instante. Abocados por completo a nuestros caprichos, a nuestras incontrolables y nuevas necesidades.

Tus orgasmos y los míos cabalgaban al mismo paso, sin picos ni caídas. Éramos un ondulante sinfín de energía, desarmándonos y volviéndonos a armar. No éramos dos extraños conociéndose sino dos almas reencontrándose. Nos debíamos tanto, no sé de cuándo, pero así se sentía.

Recibimos juntos la llegada de un nuevo año, aún recuerdo ese beso. Decidido, me sacaste del bullicio segundos antes de las doce y me aislaste entre tus piernas contra un árbol, respiraste, me miraste y, sin palabras, me robaste el aire.

Solo se lo diría a un extraño

Подняться наверх