Читать книгу Patria potestad, hijos y teléfonos móviles - Víctor Bastante Granell - Страница 13

Como ocurre con los ordenadores, existen malware y virus informáticos capaces de poner en riesgo la seguridad móvil del menor (malware bancario, ransomware móvil, spyware móvil, adware móvil, troyanos, etc.). Con un solo “clic” el dispositivo de nuestros hijos puede infectarse de virus informáticos, originando serios problemas: sustracción de contraseñas y cuentas bancarias, bloqueo o eliminación de archivos o datos importantes, acceso y registro de la ubicación, entrada de códigos de publicidad maliciosa –a través de ventanas emergentes–, grabación de videos o capturas de imagen a través de las cámaras de los dispositivos infectados, descargar e instalar paquetes de aplicación, pérdidas económicas –por inutilizar el teléfono móvil, dañar el sistema operativo, suscribir servicios de tarificación adicional o, bien, realizar compras dentro de una aplicación–, etc. Tales ataques informáticos serán cada vez más frecuentes debido al uso creciente de los dispositivos móviles dentro de la sociedad digital, pudiendo ser los menores posibles víctimas de daños accidentales, pero en ocasiones son intencionados (acceder a datos, chantajes, etc.). De hecho, según un informe, “los virus y los programas espía (spyware) constituyen el riesgo con el que se encuentran más frecuentemente los menores y alcanza al 15%, con escasas diferencias en función de la edad y el género”110. Si bien, en 2011 únicamente el 45,5% de los menores sabía que el smartphone se podía infectar con algún virus111. Ante la incidencia de tales riesgos técnicos, los menores pueden asustarse, tener ansiedad, sentirse incómodos o engañados. No obstante, lo realmente importante es que tales situaciones pueden acabar dañando su privacidad e intimidad.

Para prevenir los riesgos técnicos debe haber un adecuado nivel de protección en los dispositivos móviles y, además, se deben fomentar hábitos de uso y seguridad entre los menores. En este sentido, como pautas recomendables, se pueden instalar antivirus, antiespías o cortafuegos; actualizar los dispositivos; utilizar la configuración de sitios web o apps móviles para aumentar el nivel de seguridad; realizar copias de seguridad, mostrar la necesidad de precaución al utilizar conexiones bluetooth o una red Wi-Fi pública, así como de desactivar el GPS si no está siendo utilizado; o, por último, revisar con los hijos las solicitudes de permisos que aparecen al realizar las descargas de aplicaciones móviles; etc112. Por ende, el menor debe tener conocimientos técnicos, según su edad y madurez, para evitar peligros informáticos y mantener la seguridad de su móvil.