Читать книгу Patria potestad, hijos y teléfonos móviles - Víctor Bastante Granell - Страница 17
2.3. La sextorsión
ОглавлениеLa práctica del sexting genera imágenes o videos de contenido sexual, un material, que, al difundirse sin control, puede ser utilizado para realizar sextorsión179 –aunque tales archivos han podido obtenerse por engaño–. La sextorsión “consiste en cualquier tipo de chantaje, extorsión o amenaza (que puede ser de carácter económico o de cualquier otra índole, a menudo utilizado como venganza personal entre parejas o exparejas o como chantaje emocional) por parte del sujeto activo, valiéndose para ello de una imagen, vídeo o cualquier otro contenido erótico de la víctima”180. De hecho, podría tener cabida dentro de casos de violencia de género181. El material íntimo sirve de objeto de chantaje, una situación que la víctima quiere evitar, recibiendo amenazas para conseguir dinero, más material sexual o, bien, que el menor realice una determinada actuación. Si no accede al chantaje –en ocasiones de su pareja, expareja, compañero de clase o adulto que ha conocido por internet– existe la amenaza de que sus imágenes originales serán difundidas. Con tal situación, el menor –por vergüenza, culpabilidad o miedo– no informa, ni pide ayuda, ante el temor de que su familia y amigos descubran que ha compartido material sexual. Siendo así, nos encontramos ante una “dimensión online del chantaje que puede durar horas, meses o años, y que puede llevarlo a cabo una persona tanto conocida como desconocida por la víctima”182, pudiendo comportar riesgos para la integridad física y moral del menor. Se trata de una forma de “violencia electrónica” o “ciberviolencia sexual”.
Ante un caso de sextorsión, el tratamiento deberá llevarse a cabo atendiendo a cada caso concreto. Si bien, como recomiendan los expertos, existen una serie de pasos que son necesarios. El menor debe pedir ayudar, buscando el apoyo de una persona adulta de confianza, no cediendo al chantaje, adoptando asimismo una serie de precauciones (no dar información adicional, guardar pruebas, retirar información sensible, eliminar posibles malware, cambiar claves personales o avisar al autor de la sextorsión que está cometiendo ciertos delitos). Sin embargo, si puede peligrar la intimidad, el honor o la integridad física o psicológica del menor, lo más adecuado es formular una denuncia para frenar el chantaje online183. Esta conducta, además de poder ser sancionada en el ámbito civil, según las circunstancias, puede tener encaje en diversos tipos penales. Es cierto, como señala Guardiola Salmerón, que “no existe un tipo penal propio como tal, sino que debe reconducirse a otros tipos penales como la extorsión o el chantaje, según el caso concreto”184. A modo de ejemplo, la sextorsión puede implicar diversos ilícitos penales (extorsión, chantaje, amenazas, explotación sexual, abuso sexual y/o corrupción de menores, revelación de secretos, daños al honor, interceptación de comunicaciones o pornografía infantil).