Читать книгу Las patentes esenciales en los estándares tecnológicos: prevención y reacción frente a las conductas oportunistas - Adán Carlos González Ulloa - Страница 17

Los mecanismos formales son aquellos destinados a controlar el número de patentes de baja calidad susceptibles de invalidarse. Las patentes de baja calidad pueden tener un efecto nocivo en la innovación y en la competencia. Por esta razón, es un objetivo deseable la disminución de su número. A la hora de valorar la calidad de las patentes se pueden distinguir dos corrientes120. La primera relaciona la calidad de las patentes con el cumplimiento tanto de los requisitos sustantivos de patentabilidad (novedad, nivel inventivo y aplicación industrial) como de los formales (descripción suficiente y unidad de invención). La segunda, en cambio, vincula la calidad al cumplimiento de un proceso riguroso de concesión de la patente. Como elementos de esta segunda posición, se destaca la presencia de un adecuado proceso de búsqueda, sometido a plazos oportunos, llevado a cabo por personal cualificado y presidido por una serie de comunicaciones que garantizan la transparencia. La idea de fondo que subyace en este enfoque es la de asegurar que el procedimiento ofrece el mayor grado de seguridad jurídica tanto a los titulares como a los terceros. Para lograr este objetivo, algunas oficinas de patentes han decidido elaborar directrices de examen de las patentes; en ellas se explicitan los criterios de revisión a seguir. Igualmente, las oficinas han creado complejos mecanismos de supervisión de la calidad de las patentes. En todo caso, ambas perspectivas guardan una estrecha relación: sin un proceso que dé garantías de calidad es difícil asegurar que la patente cumpla con los requisitos de patentabilidad.

Dicho lo anterior, se debe señalar que existe una gran cantidad de patentes que no cumple con la calidad mínima descrita en el párrafo anterior y, por lo tanto, son susceptibles de ser invalidadas en el ámbito de las TICs. Sin embargo, mientras no se declaren nulas, sus titulares pueden exigir las regalías correspondientes a todo aquel que las use o considere que está usando. Esta situación perjudica especialmente a las empresas más pequeñas: su reducida cartera de patentes les imposibilita alcanzar un acuerdo de licencia cruzada, por lo que deben pagar la regalía121. De la misma forma, la solicitud de la nulidad de las patentes puede implicar un gasto que supere la capacidad económica de estas compañías122. Estudios realizados tanto en Europa como en los Estados Unidos muestran que la mayor parte de las solicitudes de revisión de las patentes concedidas concluían con la declaración de nulidad de las patentes123. La constatación de este hecho ha llevado a cuestionar no sólo la calidad de las patentes reconocidas por las principales oficinas, sino también su responsabilidad en ese aumento exponencial del número de patentes presentadas.

En 2004, las oficinas de patentes ya comenzaron a advertir y tratar de poner soluciones tanto al evidente aumento de las solicitudes como a los largos periodos de espera que se producían hasta que finalmente se dictaba una resolución. Para afrontar el primer punto, uno de los principales instrumentos que las oficinas tenían a mano era el incremento de las tasas. Respecto al aumento de las tasas de solicitud, existe una evidencia empírica: una tasa de solicitud más elevada es capaz de excluir las solicitudes de invenciones con baja posibilidad de ser aceptadas124. Asimismo, la mayor parte de las oficinas de los distintos países exigen anualmente el pago de una tasa de mantenimiento del registro la patente, una vez concedida. Esta tasa aumenta a medida que pasan los años a partir de la fecha de concesión de la patente con la finalidad de incentivar el uso de la invención y la caducidad de aquellas que no reporten una utilidad al titular. De esta manera, sólo el 46% de las patentes otorgadas en el año 1986 en los Estados Unidos se encontraban vigentes después de 12 años125.