Читать книгу Las patentes esenciales en los estándares tecnológicos: prevención y reacción frente a las conductas oportunistas - Adán Carlos González Ulloa - Страница 9

El sistema de patentes constituye un instrumento de protección que presenta una serie de beneficios. Desde el punto de vista económico, las patentes crean un nuevo mercado38, al transformar un bien público39, como las ideas, la información o la tecnología, en un bien privado protegido por un derecho de exclusión. Por otra parte, las patentes conceden una serie de ventajas frente al uso de otras alternativas. En primer lugar, representan un incentivo para la innovación al garantizar la exclusiva en su explotación durante veinte años. Por otro lado, también contribuyen a la difusión del conocimiento. Si se careciese de la garantía de la patente, el secreto sería la única forma de conservar la exclusividad del conocimiento técnico. Por ello, también en buena lógica, en la medida en que se permita el uso de la patente a otras personas, no llama la atención que hoy en día la patente constituya el objeto típico del contrato de licencia40. Precisamente esta clase de transacciones representan la base del mercado de la tecnología y de los productos tecnológicos41.

Ahora bien, el diseño tradicional del sistema de patentes no es del todo aplicable a las TICs42. En efecto, hay tres razones por las cuales el sistema tradicional de patentes es difícilmente trasladable a este ámbito: las TICs carecen de una descripción determinada, dependen de la estandarización para su funcionamiento y son de rápida obsolescencia.

En primer lugar, la descripción de las TICs por medio de una patente representa una tarea difícil. En esta tecnología de naturaleza compleja, la reivindicación y descripción de la patente no constituyen una guía suficiente: gran parte de la información necesaria para poner en práctica la invención no se encuentra expresada en la solicitud. Las invenciones en el ámbito de las TICs son síntesis de información previa y de conocimiento no expresado en la solicitud, que no se puede describir fácilmente por escrito. Incluso, en algunas situaciones la tecnología patentada sólo se puede entender una vez que se encuentra en el mercado y es utilizada43. La principal causa de este fenómeno radica en que las TICs son el resultado de un conjunto indeterminado de inventores que en sucesivas etapas han ido aportando conocimientos al estado de la técnica. Esta situación es diametralmente opuesta a la que se produce con la tecnología simple. Esta última permite reproducir una invención con la única ayuda de la información contenida en la patente, por ejemplo, con la fórmula de un medicamento.

Otro factor que debe tomarse en consideración a la hora de regular las TICs es su dependencia de la estandarización44. Esta sujeción deriva de su propiedad altamente fragmentada, por cuanto se encuentran compuestos por múltiples partes fabricadas por diferentes titulares45. Esta situación puede provocar conflictos entre la finalidad de los estándares y la correspondiente a las patentes. Los estándares propugnan la difusión de la tecnología, mientras que las patentes la exclusividad.

Por último, la rápida obsolescencia de los productos TICs tiene como consecuencia que en la mayor parte de los casos el tiempo de protección de las patentes resulta innecesaria. Como es sabido, una de las características centrales del sistema de patentes es la concesión de derechos exclusivos durante veinte años a contar desde la presentación de la solicitud. En principio, ese plazo es adecuado para las invenciones simples. Sin embargo, las TICs son de rápida obsolescencia tecnológica, económica e incluso psicológica46, por lo que la tradicional protección de las patentes sólo resulta vital en los primeros años de vida del producto.