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3. FUNCIÓN ECONÓMICA
ОглавлениеLa función económica del contrato es la satisfacción de necesidades continuas, es decir, atender al interés duradero o continuado del suministrado.
El contrato de suministro está diseñado para evitar dos riesgos para el suministrado: la falta de existencias del proveedor, que pudiera impedirle en un momento determinado adquirir la mercancía que necesita, y la oscilación de precios de un género que ya tiene previsto adquirir.
Por lo demás, el contrato de suministro resulta útil en la medida en que elimina el inconveniente de la celebración sucesiva de contratos de compraventa aislados, lo cual, aparte de ser engorroso, supone un gasto innecesario de tiempo, y recursos.
El suministrado adquiere de este modo la seguridad de que puede obtener la cantidad de mercancía necesaria para satisfacer sus necesidades periódicas básicas, a un precio previamente determinado o determinable –y a veces invariable–, y durante un período de tiempo durante el cual no tendrá que preocuparse de la fuente de abastecimiento. De este modo, el suministrado evita la incertidumbre de que el proveedor tenga en un momento determinado un stock suficiente para servir sus pedidos, así como la incertidumbre de posibles oscilaciones en el precio de las mercaderías que encarga. Podrá entonces el empresario programar sus actividades sin incertidumbre, gracias a la racionalización en el abastecimiento de materias primas.
Del mismo modo, el contrato de suministro también ofrece ventajas para el suministrador, que podrá planificar su producción –si es fabricante– o sus existencias –si es distribuidor–, según las cantidades y plazos a los que se haya comprometido para la entrega de las mercancías objeto del contrato. Esto le permite desarrollar una actividad económica planificada, pudiendo prever los ingresos y gastos futuros de su empresa y consiguiendo con ello una cierta estabilidad en su negocio.
Además, el contrato de suministro introduce un elemento especulativo en el tráfico económico, pues permite que la empresa suministradora no cuente con las mercancías encargadas en el momento de la conclusión del contrato. En ese momento, simplemente se compromete a obtenerlas, fabricándolas o adquiriéndolas, para entregarlas al suministrado en el momento en que éste las requiera, dentro, eso sí, de las previsiones establecidas en el contrato.
El contrato de suministro, en suma, constituye un claro factor de desarrollo económico y una forma moderna de organización de los recursos empresariales, y permite dar un paso más en las economías de escala.