Читать книгу El pequeño doctor - Alfred Vogel - Страница 88

Consejos contra la gripe

Оглавление

Por suerte no todas las epidemias de gripe son como la que asoló Europa en los años 1918 y 1919, y que ocasionó más víctimas que la Primera Guerra Mundial. En la mayoría de los casos se trata de una enfermedad de escasa gravedad. Sin embargo, como muchas veces no se procede correctamente contra ella ni contra las enfermedades infecciosas en general, los consejos que se exponen a continuación van a ser una buena ayuda para muchas personas. Lo que aquí se menciona para la gripe nos sirve también para otras enfermedades infecciosas.

En primer lugar, ante toda enfermedad infecciosa, hay que empezar con una buena evacuación (limpieza) intestinal mediante un laxante vegetal.

Mientras dure la fiebre, el paciente deberá ayunar. Para calmar la sed y favorecer la eliminación de toxinas, se tomarán zumos de fruta, especialmente de naranja, pomelo15 y uva. Si el hígado también estuviera afectado, sustituiremos los zumos de fruta por el zumo de zanahoria. En ningún caso recurriremos a preparados químicos para hacer bajar la fiebre, ya que esta constituye una ayuda para el cuerpo, un apoyo defensivo para aniquilar o «quemar» sustancias patógenas y toxinas bacterianas. Es totalmente necesaria una derivación hacia los riñones para poder eliminar, cuanto antes, las toxinas producidas. Para ello, se darán tisanas renales con vara de oro (Solidago) o gotas para los riñones. Se apoyará la acción de la fiebre con envolturas sudoríficas. Si al paciente le cuesta sudar, se le administrarán infusiones bien calientes de flor de saúco con zumo de limón.

Para que el paciente se encuentre mejor y pueda dormir mejor y más tranquilo, aplicaremos envolturas frías en las pantorrillas, junto con las envolturas calientes.

Si el corazón se ve afectado por la enfermedad, se tomará un tónico cardíaco biológico o zumo de fruta endulzado con miel. De todas formas, también pueden suministrarse al paciente infusiones endulzadas con miel o, simplemente, agua con miel. También la fructosa (zumo de uva concentrado) actúa rápidamente, proporcionando vigor a la musculatura cardíaca.

Conviene lavar con regularidad el cuerpo del paciente con infusiones de tomillo o de agujas de enebro, aunque solo sude o haya sudado de forma moderada.

Ante una gripe fuerte resultan útiles los remedios siguientes: Podophyllum D4 y Taraxacum (diente de león), por actuar favorablemente sobre el hígado. Como ya se ha mencionado anteriormente, no debe faltar nunca el zumo de zanahoria para mejorar la función hepática. Por la noche, se aplicarán sobre la zona hepática hojas de col machacadas.

Si se trata de una gripe que afecta especialmente al cerebro y al sistema nervioso, deberemos administrar Avena sativa y Acid. phosp. D4 junto con un preparado biológico de calcio. En casos rebeldes daremos un preparado de equinácea. La aplicación de hojas de col machacadas sobre la nuca actúa de forma excelente.

Se debe observar una buena higiene bucal en el transcurso de todas las enfermedades infecciosas, incluida la gripe. Hay que cepillar los dientes con regularidad, con un cepillo de dientes adecuado y también la lengua, que suele estar «sucia» en estos casos. Las gárgaras con suero láctico concentrado constituyen otra medida de apoyo para favorecer el proceso curativo.

Como sucede con las enfermedades infecciosas, debemos procurar que la habitación de estos enfermos esté bien ventilada, ya que los pulmones se ven forzados a trabajar más para favorecer los procesos de «combustión» interna. Si los pacientes están bien tapados, siempre es preferible una habitación atemperada que una que esté sobrecalentada.

Una vez desaparecida la fiebre, la dieta del paciente se iniciará con fruta y con alimentos vegetales crudos; les seguirá una alimentación sencilla de tipo vegetariano y, pasada ya la convalecencia, el paciente adoptará la dieta usual, a ser posible, lo más natural posible.

De este modo conseguiremos superar rápidamente la gripe sin que aparezca ninguna secuela posterior para el cuerpo, como, por ejemplo, una gran sensación de cansancio y otros síntomas que, a veces, se presentan una vez pasada la enfermedad.

El pequeño doctor

Подняться наверх