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Otitis

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No hay que tomarse a la ligera esta dolencia, pues puede acarrear graves consecuencias. En primer lugar, conviene efectuar una derivación hacia la nuca, para lo que será suficiente la aplicación de una cataplasma de cebolla. Es preferible prescindir de la aplicación de medicamentos (gotas) en los oídos, adoptar una dieta a base de fruta y evitar durante algunas semanas el consumo de alimentos pesados y sazonados. Solo el médico especialista (otorrino) hará las irrigaciones necesarias con infusiones de llantén menor, manzanilla, caléndula o melisa.

En caso de percibir palpitaciones o pulsaciones en el interior del oído y un dolor unilateral, sobre todo en el oído derecho, que empeora por la noche, resultará útil la toma de Calcarea carbonica D6 (Calcium carbonicum Hahnemanni). Si no practicamos un buen tratamiento puede producirse fácilmente una inflamación del oído medio (otitis media) que puede ser más peligrosa de lo que pueda parecer. Si el pus producido, en lugar de abrirse paso hacia el exterior atravesando la membrana del tímpano, abre una brecha por un fino panel óseo que lo introduce en el interior de la cavidad craneal puede poner en peligro la vida del paciente.

No pocas meningitis se han producido por un tratamiento incorrecto de una inflamación del oído medio. Si no tratamos adecuadamente o solo nos limitamos a reprimir las manifestaciones de enfermedades infecciosas como la escarlatina, el sarampión, la tos ferina, la difteria, la gripe, las amigdalitis, etc., puede suceder que sobrevivan bacterias infecciosas y sus toxinas y ser causa de muchas otitis medias. Si no queremos padecer ninguna recaída, la derivación de toxinas resulta doblemente indicada. Un tratamiento inadecuado puede ser responsable de trastornos auditivos posteriores, por degeneración o desecación del nervio acústico, lo que conduce a una sordera total.

Los remedios homeopáticos más adecuados para tratar las otitis, en general, y las otitis medias, en particular, son Pulsatilla, Belladonna, Sulfur y Mercurius solubilis. Cuando la formación de pus está en sus fases iniciales, el remedio adecuado es el Hepar sulfuris D12. Si hay riesgo de septicemia, podemos salvar la situación mediante Lachesis D12. En caso de supuración crónica del oído, nos ayudará la alternancia de Silicea D12 con Causticum. Si el paciente tiende a presentar recaídas o recidivas en sus otitis, se tomará Barium carbonicum D10 de forma muy espaciada como remedio constitucional.

Las personas propensas a padecer del oído harán bien en tomar durante bastante tiempo un preparado de llantén menor en estado fresco. Esta planta (Plantago lanceolata) es uno de los mejores remedios para el oído, y es útil incluso para agudizar la capacidad auditiva. También se pueden conseguir muy buenos resultados con el Ginkgo biloba21. Mejora la capacidad auditiva, especialmente afectada en personas de edad avanzada, y puede resolver incluso los zumbidos de los oídos.

El pequeño doctor

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