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Supuración de los senos maxilares

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Si conocemos el origen de la supuración de los senos maxilares, podremos combatirla fácilmente con remedios naturales. Habitualmente, estas inflamaciones suelen tener su origen en las fosas nasales, especialmente después de un resfriado, unas anginas, una gripe, una escarlatina, etc. También las infecciones dentales pueden afectar a los senos maxilares. Se produce, entonces, un estancamiento de las secreciones producidas y de sangre que afecta a sus funciones normales de aporte y eliminación. El organismo trata de resolver esta situación mediante la presencia de leucocitos y linfocitos que sean capaces de evitar daños posteriores más serios. El organismo dispone de diversas posibilidades para defenderse. Cuando se le cierra el camino normal, busca otras vías para evitar peligros más graves. De ahí que se produzcan supuraciones en los senos maxilares o en los senos frontales. Los signos externos de estas complicaciones se manifiestan en forma de secreciones nasales (similares a un resfriado) por un solo orificio nasal con abundante secreción purulenta, frecuentemente acompañada de dolor espontáneo pulsátil en el maxilar superior o en la frente, según cual sea el seno paranasal afectado. En los casos crónicos no suele presentarse dolor y, a veces, a la rinitis unilateral le acompaña un cierto grado de afonía sin presentar los signos típicos de una supuración de los senos maxilares. Para combatir de raíz y a fondo el problema, no basta con simples irrigaciones. Junto a los remedios naturales correspondientes hay que aplicar algún procedimiento derivativo. Las cataplasmas de cebolla son sencillas, fáciles de aplicar y dan buenos resultados, aunque no siempre resulten agradables. Para ello, pondremos una cebolla finamente picada entre dos gasas y, fijándola en la nuca, dejaremos que actúe toda la noche. Por otra parte, remedios homeopáticos, como el Hepar sulfuris D4 y el Cinnabaris D4 ayudan a combatir la supuración y facilitan la curación. Con este tratamiento, las irrigaciones nasales «limpiadoras» de los senos paranasales suelen ser innecesarias. La aplicación de compresas calientes y baños constituyen una apreciable ayuda en caso de sinusitis crónica, como las causadas por un resfriado.

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