Читать книгу En defensa de Julián Besteiro, socialista - Andrés Saborit - Страница 7
1. PAPEL POLÍTICO
ОглавлениеJulián Besteiro se incorporó al Partido Socialista después de una experiencia política previa en formaciones republicanas progresistas, vinculándose en cuerpo y alma al destino del Partido Socialista Obrero Español.
No era un intelectual que veía las cosas con distancia, «desde la barrera», sino una persona que vivió intensamente la política, más allá del papel que desempeñó en cada momento. Supo estar en el PSOE en mayoría y en minoría, con una gran dignidad y con sentido político de la disciplina responsable, manteniendo con firmeza sus ideas, pero respetando los intereses generales del partido al que pertenecía.
Besteiro fue un intelectual que actuó con criterios. Que tuvo el coraje moral y político como para situarse contracorriente cuando creyó que era necesario. En un período histórico que se deslizaba peligrosamente hacia la radicalización y la confrontación, en el que se estaba produciendo el ascenso de los fascismos y el afianzamiento del estalinismo, Besteiro defendió opciones democráticas, pacíficas y de integración. Cuando una parte de la izquierda española se dejaba seducir por concepciones y prácticas autoritarias y dogmáticas, Besteiro defendió radicalmente, como subraya Saborit en este libro, los procedimientos y valores democráticos, incluso con una «insistencia» que hoy puede resultar sorprendente.
La incorporación de Julián Besteiro al PSOE coincidió con el momento en el que se produjo una incorporación significativa de varios intelectuales destacados a un Partido que había tenido desde sus orígenes una neta raíz obrera.
Aunque Miguel de Unamuno perteneció al PSOE entre 1894 y 1897 y Benito Pérez Galdós mantenía una estrecha amistad y colaboración con Pablo Iglesias, lo cierto es que hasta la primera mitad de la década de los años diez del siglo XX no existe una presencia intelectual apreciable en las filas socialistas. Esta presencia ya era significativa en los años en que se celebra el IX Congreso (1912) y, sobre todo, el X Congreso (1915). Julián Besteiro, Jaime Vera, Núñez Arenas, Verdes Montenegro, Araquistaín, Ovejero, Fernando de los Ríos y hasta Ortega y Gasset (que estuvo afiliado entre 1912 y 1914) eran algunos de estos intelectuales.
En 1915, Julián Besteiro fue elegido Vicepresidente del PSOE, en momentos en los que la enfermedad de Pablo Iglesias implica que en la práctica las máximas responsabilidades del Partido eran desempeñadas por él.
Besteiro alcanzó una gran notoriedad pública nacional con motivo de su encarcelamiento como miembro del Comité de Huelga de 1917. En 1925, a la muerte de Pablo Iglesias se convirtió en la primera figura del socialismo español, permaneciendo a la cabeza del PSOE y de la UGT después de ser reelegido en sucesivos Congresos hasta que en 1931 presentó su dimisión como Presidente del PSOE y en 1934 fue reemplazado en la Presidencia de la UGT.
Durante el período de la II República, Julián Besteiro perdió peso en la organización interna del socialismo español, pero desempeñó papeles fundamentales en momentos delicados: primero en 1931, como Presidente de las Cortes Constituyentes de la II República y principal impulsor de la nueva Constitución española, y luego en las circunstancias trágicas de la Guerra Civil como miembro, junto a Casado, del Consejo Nacional de Defensa de Madrid, que se impuso sobre los sectores que propugnaban una defensa numantina hasta el último hombre. De este modo, Besteiro contribuyó a evitar una prolongación inútil de la tragedia y un baño de sangre, cuando la guerra civil estaba claramente perdida.