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Migrantes climáticos forzados atrapados
ОглавлениеLos migrantes atrapados (trapped populations) están “involuntariamente inmóviles” (Lubkemann, 2008) y “desplazados en su lugar” (Lubkemann, 2010): “Las poblaciones atrapadas son aquellas personas que no sólo aspiran a trasladarse a otro lugar para protegerse, sino que también lo necesitan y, sin embargo, no pueden hacerlo” (Black y Collyer, 2014, p. 54).[46] Caben en las categorías precedentes y cumplen con los criterios correspondientes, pero no pueden desplazarse por varias razones: “La vulnerabilidad social puede ser una consecuencia del desplazamiento, ya que las personas desplazadas pierden sus redes sociales, económicas, culturales y lingüísticas. Sin embargo, el peligro es que la atención se dirige a las personas que han sido desplazadas, pero no a las víctimas más discretas del cambio ambiental que no pueden moverse” (Mayer, 2012, p. 117).[47] Mientras que la vulnerabilidad económica puede obstaculizar la movilidad sea o no forzada, la degradación del ambiente puede generarla o acentuarla: “Las malas condiciones ambientales pueden reducir la migración al limitar el acceso a capital” (Gray, 2010, p. 693).[48] Y añadimos que la situación de las mujeres es crítica en este contexto (Gray, 2010). Al respecto, se han discutido las implicaciones de un calentamiento global de 4oC:
Sin embargo, no todos se mueven cuando se enfrentan a cambios ambientales. Otra consecuencia de un aumento de temperatura de 4 °C + podría ser, paradójicamente y en algunos casos, una disminución del número de personas en movimiento. Numerosos estudios muestran que los flujos migratorios tienden a decrecer cuando las crisis ambientales alcanzan su punto máximo. Esto es especialmente cierto en el caso de las sequías, ya que las personas tienden a asignar sus ingresos principalmente para satisfacer las necesidades básicas de su hogar y no para mudarse. Las personas se trasladarán solo si cuentan con los recursos que les permitan hacerlo: esto incluye recursos económicos —la mudanza es un proceso costoso—, pero también el acceso a redes sociales que faciliten la movilidad. Además, la evidencia empírica muestra que los más vulnerables a menudo no pueden moverse cuando se enfrentan a una crisis ambiental. […]
Si la vulnerabilidad y la pobreza aumentan en algunas regiones, como ha sido el caso en las últimas décadas, cabría esperar que el número de personas que se verían imposibilitadas de moverse en caso de una crisis ambiental también aumentaría. Por tanto, un número cada vez mayor de personas podría verse obligado a quedarse. (Gemenne, 2011a, p. 188. Énfasis en el original).[49]
Como el cambio climático incrementa la degradación del ambiente, el desplazamiento en su lugar es relevante para esta investigación. En términos de exigencia de protección de los migrantes climáticos forzados, podemos analizar esto respecto al lugar de origen, dado que por definición los migrantes atrapados no pasan por lugares de tránsito ni tienen lugar de destino (Black y Collyer, 2014).[50] Pero tendremos que estar atentos a su consecuencia en políticas públicas: podría legitimar una reubicación decidida autoritariamente (Clark y Bettini, 2017; Adams, 2016; Black y Collyer, 2014, p. 55).
Aunque ya se ha identificado la existencia del migrante atrapado (Lubkemann, 2008; Black y Collyer, 2014; Kothari, 2014),[51] hasta la fecha no se le ha estudiado con detalle —y todavía menos en el contexto de las movilidades forzadas por el cambio climático—, con la consecuencia de que las respuestas de políticas públicas están ausentes; si bien hay quien lo ha abordado como problema público reciente y cuál es su lugar en las políticas públicas (Black y Collyer, 2014, p. 54).
El migrante atrapado también ya se ha analizado en México (Simon, 2018), pero hasta ahora no hay estimaciones de su amplitud, pese a que es relevante investigar el tema:
La preocupación por los “inmovilizados” se justifica por el hecho de que sectores de población especialmente vulnerables se quedarán atrapados. Sin embargo, la potencial vulnerabilidad extrema de los inmovilizados involuntarios justifica que se preste más atención a este grupo. Eso también justifica algunos intentos de extrapolar la información existente para conseguir alguna interpretación acerca de cómo los que están atrapados podrían responder a crisis o impactos más graves de manera progresiva, y en qué medida podrían respaldarse estas respuestas. […] Centrarse constantemente en los traslados “vuelve invisibles a los inmovilizados involuntarios.” […] Las distintas limitaciones en el uso de la movilidad tenderán a agravar el impacto de la inmovilidad forzosa. Esto es tan válido para los efectos combinados de los desastres medioambientales y las políticas migratorias restrictivas en Bangladesh como lo es para la violencia relacionada con los conflictos y la sequía en Mozambique: la mayor carga recae en aquellos que son menos capaces de lidiar con estas situaciones. (Black y Collyer, 2014, pp. 52, 54).
Varios aspectos de la anterior cita son esenciales para la investigación y reflexión de las políticas públicas para atender al migrante atrapado. En primer lugar, la dimensión climática y ambiental obliga a retomar los efectos climáticos y del deterioro del medio ambiente. Los recursos naturales afectados rápida o lentamente tienen su propia realidad: por ejemplo, el tiempo que pasa entre un evento y la aparición del daño, y entre este y su reconocimiento por el hombre; o el tiempo que necesita un ecosistema para recuperarse, o la imposibilidad de esta recuperación (Gouritin 2016, pp. 68-69). En segundo, la determinación de categorías y la identificación de criterios es insuficiente: en el manejo de la migración, las autoridades no pueden limitarse al trabajo de oficina. El fenómeno es tan diverso como las personas y comunidades involucradas. Trabajos de campo (por ejemplo, las entrevistas) son esenciales en el diseño y en la aplicación de los marcos legislativos y de políticas públicas.[52] Requisito que requiere de otros, como la identificación de las autoridad responsable para tal trabajo, o dar suficientes recursos humanos para realizarlo.
La tensión entre un enfoque objetivo (el trabajo de oficina) y uno subjetivo (la perspectiva de los afectados) se encuentra también entre los criterios que aplican a las categorías de migrantes climáticos y la determinación del carácter forzado de la migración.