Читать книгу Comentario al texto hebreo del Antiguo Testamento - Profetas Menores - C. F. Keil - Страница 14
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2 El principio de la palabra de Yahvé por medio de Oseas. Yahvé dijo a Oseas: Ve, toma para ti una mujer dada a la prostitución, e hijos de prostitución; porque la tierra se ha dado enteramente a la prostitución, apartándose de Yahvé.
Con el fin de poner ante los ojos del pueblo pecador el juicio al que Israel se ha expuesto por su apostasía respecto del Señor, Oseas tiene que casarse con una prostituta, y concebir hijos por medio de ella, unos hijos cuyos nombres indicarán los malos frutos que provienen del hecho de apartarse de Dios. El matrimonio que el profeta ha de contraer por mandato de Dios tiene la finalidad de poner de relieve el hecho de que el reino de Israel se ha separado del Señor su Dios, hundiéndose en la idolatría. Oseas ha de comenzar su ministerio profético poniendo de relieve este hecho.
תּחלּת דּבּר יי: literalmente, “al principio de la palabra de Yahvé”, es decir “al comienzo de lo que ha dicho Yahvé…”. דּבּר no es un infinitivo, sino un perfecto. Por su parte, תּחלּת es un acusativo de tiempo (Gesenius, 118, 2). Por medio del estado constructo, la cláusula siguiente está subordinada a תּחלּת como una expresión de sustantivo (cf. Gesenius, 123, 3, nota. 1; Ewald, 332, c.). דּבּר con ב ([:ve_AhB.), no significa hablar a una persona a través de alguien (ב no tiene el sentido de אל), sino “hablar con” (literalmente “en”) una persona, poniendo así de relieve el carácter interior y la urgencia de esa palabra de Yahvé a Oseas (cf. Num 12, 6. 8; Hab 2, 1; Zac 1, 9, etc.).
Toma para ti (^úl.-xq;), es decir “cásate con” (una mujer). אשׁת זנוּנים tiene un sentido más fuerte que el de זונה: “una mujer de prostitución”, una mujer cuyo negocio o medio de vida consiste en eso. Con la mujer, Oseas debe tomar también los hijos de prostitución. El significado es este: no se trata de tomar primero a la mujer y de engendrar luego con ella hijos de prostitución, lo que exigiría que los dos objetos estuvieran conectados con קח por una zeugma, en el sentido de accipe uxorem et suscipe ex ea liberos (Drus.), o también sume tibi uxorem forn. et fac tibi filios fornicarios (Vulg.): “toma una mujer y concibe por ella hijos de fornicación”. Los hijos concebidos por el profeta con una prostituta casada con él no podrían llamarse yaldē zenūnīm (~ynIëWnz> ydEäl.y:), dado que no serían como tales hijos ilegítimos, sino hijos legítimos de una mujer que había sido prostituta, ni se puede suponer que los tres hijos nacidos de la mujer (cf. Os 1, 3.6.8) habían nacido del adulterio, de forma que el profeta no era su padre, en el sentido de Os 1, 3: “él tomó a Gomer y ella concibió y engendró para él un hijo”.
Esta forma de evitar la dificultad (que va en contra del sentido del texto) puede defenderse apelando a la conexión interna entre la figura (signo) y el hecho de fondo. Ciertamente, esta conexión “requiere necesariamente que tanto los hijos como la madre estén en la misma relación legal respecto al marido y padre”, como ha puesto de relieve Hengstenberg. Pero esa conexión no requiere que la madre haya sido una casta virgen antes de casarse con el profeta, ni que los hijos que ella dio a luz para su marido fueran concebidos en adulterio, siendo después adoptados por el profeta como suyos.
El matrimonio que el profeta iba a contraer simbolizaba la relación que ya existía entre Yahvé e Israel, y no el modo en que esta vino a existir. La “mujer de prostitución” no representa la nación de Israel en su estado de virgen cuando estableció con Dios el pacto del Sinaí, sino la nación de las diez tribus en su relación con Yahvé en el tiempo del profeta, cuando la nación, tomada como un todo, había venido a convertirse en una prostituta, de manera que sus diversos miembros aparecían como hijos de prostitución.
La referencia a los hijos de prostitución, al lado de la “mujer de prostitución” indica de un modo incuestionable que el mandamiento divino del matrimonio no se refería a un matrimonio fáctico, externo, sino que era simplemente una representación simbólica de la relación en la que los israelitas idólatras estaban con el Señor su Dios. Así lo muestra claramente la frase explicativa “porque la tierra se ha dado enteramente a la prostitución” (#r<a'êh' ‘hn<z>ti hnOÝz"-yKi(). Por su parte, הארץ, “la tierra” significa la población de la tierra (cf. Os 4, 1). זנה מאחרי יי, adulterar respecto a Yahvé, es decir, separarse de él (cf. Os 4, 12).