Читать книгу Dignidad y equidad amenazadas en la sociedad contemporánea - Clara Martínez García - Страница 27
1.6. EL TECHO INVISIBLE: LAS PROFECÍAS DE AUTO-CUMPLIMIENTO
ОглавлениеEl sesgo de la profecía de auto-cumplimiento fue descrito originariamente por el sociólogo Robert K. Merton45. Aunque el autor enunció sus teorías aspirando a aportar algo significativo en el campo de la sociología, sin embargo, sus tesis resultaron más interesantes para el ámbito de la educación o la psicología social. Se da cuenta de que las personas se aproximan a la realidad interpersonal de un modo subjetivo, según a priori constituidos sobre la base de experiencias pasadas que resuenan ante la presente. Desde ahí, organizan sus comportamientos según el sentido que le dan a una situación, no tanto a su realidad objetiva, de modo que irán construyendo un modo de ser y estar más acorde con la idea preconcebida que dejando a las situaciones existenciales evolucionar libremente. Desde el escenario mental en el que uno ya “sabe” cómo le va a ir en la vida la persona se encamina al cumplimiento de ese futuro que se vive como inexorable sin darse cuenta de que es ella misma quien está creando las condiciones de posibilidad para que eso suceda.
En el tema que nos ocupa la dinámica es clara: la autoimagen de la persona estigmatizada y su percepción de los otros se va construyendo a la medida del prejuicio estigmatizante que, ordinariamente, proviene de otros con mayor poder personal o social; las expectativas sobre sus posibilidades de futuro, la inseguridad de sus actos, la asunción de los rasgos que otros suponen que tiene harán que vaya construyendo una historia vital a la medida del prejuicio estigmatizante de otros más que a la medida de lo que realmente desearía y podría alcanzar. Es un fenómeno muy estudiado en colectivos clásicamente marcados con algún tipo de rasgo negativo. En nuestro contexto urbano occidental, no está lejos el tiempo en el que las mujeres eran víctimas de un prejuicio estigmatizante que las ubicaba en un abanico de capacidades personales y sociales de menor rango que los varones y, en general, ellas tendían a cumplir el pronóstico, auto-limitándose al fijarse horizontes profesionales y sociales acordes con esas posibilidades disminuidas, no tanto sobre la base de las reales. El acceso a los estudios universitarios es un ejemplo clásico; las mujeres no aspiraban a ellos porque se entendía que ni su función social lo requería ni su psicología estaba constituida para ese tipo de formación, al menos en un buen grupo de disciplinas. Andando el tiempo, se va venciendo a ese prejuicio estigmatizante y van siendo capaces de liberarse de esa profecía que auto-cumplían inadvertidamente. Igualmente se ha estudiado con otras minorías estigmatizadas debido a su raza, orientación sexual, rasgos físicos, etc.46.