Читать книгу Dignidad y equidad amenazadas en la sociedad contemporánea - Clara Martínez García - Страница 35
3.1. RIESGOS DERIVADOS DE LAS CARACTERÍSTICAS DE LOS MEDIOS DIGITALES
ОглавлениеLas características de los medios digitales pueden suponer un riesgo para los menores en dos sentidos. Uno de ellos se refiere a las diferencias que se encuentran entre el medio analógico y el medio digital, por la ampliación o naturaleza diferente del daño que puede suponer este último. Otro se refiere a la configuración específica de una herramienta digital en particular, por el papel que puede jugar en un sistema psicoafectivo en ciernes.
En la Tabla 2 se han recopilado una serie de características que difieren entre el medio analógico y el digital, y que contribuyen a incrementar o modificar el impacto de los posibles riesgos a los que se enfrentan los menores. Por ejemplo, piénsese una acción de acoso escolar entre iguales. Si bien en el ámbito analógico sucede de manera física a través de insultos, aislamiento o lesiones debiendo coincidir para ello los victimarios y la víctima en el mismo lugar y tiempo y siendo identificables los agresores a través de los sentidos, en el ámbito digital ese acoso puede persistir todo el día de forma continuada y los agresores camuflar su identidad a través de la creación de perfiles con identidades falsas, causando una sensación de indefensión aprendida y estado de alerta constante en el menor. Otro ejemplo radica en las posibilidades que tienen los victimarios sobre el acceso a sus víctimas. Si bien en el mundo analógico el daño se produce física o psicológicamente sobre una víctima concreta en un lugar donde coincide con su victimario, en el mundo digital el espectro de accesibilidad se amplía al universo entero, pudiendo por tanto acceder a un rango, diversidad y origen étnico de víctimas mucho mayor, así como llevar a cabo la agresión (ej., online grooming, captación de menores para grupos radicales) con varias víctimas a la vez. Además, como se anticipaba en la introducción, existen procesos que suceden en exclusiva en el medio digital. Un ejemplo es el denominado “online disinhibition effect”34, por el que las personas reconocen comportarse de forma más desinhibida cuando interactúan a través de la tecnología. De hecho, tiene sentido que así sea ya que sabemos desde la década de los 60 de la existencia de un “efecto de audiencia” en el mundo analógico en los humanos y en otras especies, por el cual un sujeto cambia su comportamiento simplemente por encontrarse en presencia de otros de su misma especie cuando sabe (o tiene la creencia de) que está siendo observado por ellos35. De esta forma, si el sujeto se desenvuelve en un medio donde es difícil tener en cuenta la existencia de tales observadores, el efecto desaparece y puede comportarse de una manera que probablemente evitaría si estuviesen otros delante. Estas condiciones pueden dar lugar incluso a admitir que la identidad que se adopta online sea diferente a la identidad que se tiene cara a cara36. Y aún más: en ocasiones, la falta de efecto de audiencia puede transmitir la sensación de que no hay nadie detrás de la otra pantalla (en la Tabla 2, ilusión de irrealidad e invisibilidad del otro), lo que incrementa el radicalismo que puede verterse en ciertas opiniones o conductas potencialmente dañinas para otros. No obstante, esa ilusión de irrealidad o de ausencia de consecuencias contrasta con los datos. Tal como demuestra el informe “Civility, Safety and Interaction Online” de Microsoft37 de 2020, que entrevistó a 12.520 personas tanto adultas como adolescentes, el 77% de los últimos confirmó haber experimentado consecuencias negativas en su vida real a partir de situaciones incívicas vividas online, tales como ver perjudicada su reputación personal, ser agredido, tener pensamientos suicidas o perder un trabajo38.
Tabla 2. Características del mundo digital (en contraposición con el mundo analógico) que influyen sobre los riesgos online que pueden encontrar los menores
Característica | Analógico | Digital |
Tiempo | Horarios restringidos | 24 horas / 365 días |
Territorio | Lugar concreto | Universo |
Curso de acción | Consecutivo | Simultáneo |
Actos | Directos, corpóreos, apreciables por sentidos | Indirectos, Extracorpóreos, almacenados en servidores |
Relaciones con otros | Presencia física Efecto de audiencia | Sin presencia física Efecto de desinhibición |
Consecuencias sobre otros | Reales Fácilmente visibles | Ilusión de irrealidad Difícilmente visibles |
Anonimato | Identificación y anonimato | Identificación y anonimato |
Rastros | Biológicos, huellas, vehículos, grabaciones, testigos | Huella digital39 Anulación de rastreo |
Por otra parte, la configuración específica de las herramientas digitales también puede contribuir a la ampliación de los riesgos online. Las características que más habitualmente comparten los actuales medios digitales abarcan: la existencia de un contrato de servicios con un proveedor de Internet (ej., condiciones y términos de uso); sistemas biométricos de identificación (ej., huella dactilar para desbloquear el teléfono móvil); sistemas de supervisión (ej., parental, que permita acceder al historial, limitar los sitios de acceso o universal, que permita a otros usuarios comprobar tiempos de conexión); los sistemas de recompensa (ej., premios en videojuegos, juegos de azar) y los algoritmos y análisis de datos (ej., contenido recomendado tras haber visualizado un vídeo determinado40). Quizás este último aspecto de configuración es el que más pueda resonar al lector a partir de la revelación de los denominados “Facebook Files” (los documentos de Facebook). Estos documentos hacen referencia a una investigación liderada por el diario The Wall Street Journal41 en la que una antigua trabajadora de la empresa42 desvelaba informaciones acerca de cómo se habría generado presuntamente un salvoconducto en la configuración de la plataforma para que perfiles de personajes famosos y poderosos (y por tanto con alta capacidad de repercusión) pudiesen escapar de la censura publicando contenido malicioso o ilegal (ej., venta de órganos, xenofobia, trata de personas); o cómo, a sabiendas de que los adolescentes empeoraban la imagen física de sí mismos a través de visionar un contenido sesgado sugerido por la plataforma Instagram (perteneciente al grupo Facebook), optaron presuntamente por continuar empleando los mismos algoritmos43.
Otros ejemplos de características de herramientas digitales que pueden ser de riesgo para menores serían incluir aspectos legales en un lenguaje complejo, no cumpliéndose con el deber de claridad de la actual LOGPD (ver nota al pie 19) y pudiendo dar lugar a la cesión indeseada de ciertos derechos; las dificultades para deshacerse de un perfil online, obstaculizando el ejercicio del derecho al olvido (contemplado en los artículos 93 y 94 de la actual LOGPD); la existencia en una aplicación de mecanismos de información sobre el uso de la misma visibles para otras personas, como sucede en las aplicaciones de mensajería (ej., exponer la última hora de uso o la comprobación de haber leído el mensaje que un contacto ha enviado), pudiendo ser empleados de forma perjudicial para el usuario por parejas abusivas en situaciones de maltrato o provocar costes sociales en la relación con otros menores44; o que las herramientas digitales cuenten con refuerzos temporales (esto es, recompensas que se conceden solo durante un tiempo o tras un tiempo de uso determinado), intermitentes (esto es, administración de recompensas de manera aleatoria y sin causalidad aparente) o basados en la acumulación (esto es, lograr un nivel determinado de seguidores, visualizaciones o de interacciones con otros usuarios, que permiten posteriormente acceso a perfiles verificados, ventajas exclusivas o monetizaciones de vídeo, entre otros), que podrían contribuir a generar adicción a las mismas45. Además, construir un modelo digital basado en la búsqueda de la popularidad (ej., recibir mensajes automáticos de felicitación cuando se ha alcanzado un número determinado de seguidores) puede llevar a la comisión de conductas de riesgo, tales como aceptación de retos peligrosos o involucrarse en interacciones sexuales con desconocidos, con el objetivo de lograr más seguidores. Así pues, del análisis de riesgos digitales para menores en este subapartado se concluye que toda herramienta online, por el hecho de ser online cuenta con unos potenciales riesgos asociados46 (ver Tabla 2), pero además su configuración específica puede ser potencialmente perjudicial para el desarrollo de ciertas áreas en los menores (ver Tabla 3).