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Compartimento posterior

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De todos los compartimentos, el posterior es el más fuerte. En él podemos encontrar músculos muy potentes como el gastrocnemio y el sóleo (debajo del gastrocnemio). Estos dos músculos se fijan al calcáneo a través del tendón de Aquiles. La mayoría de nosotros estamos familiarizados con este trozo grueso y denso de tejido conectivo en forma de tendón que se encuentra justo encima del talón. Cuando estos dos músculos se contraen, tiran del talón hacia arriba y el pie se flexiona plantarmente. Ten en cuenta que cuando el pie está apoyado en el suelo, los dedos se convierten en un punto de apoyo en torno al cual se levanta todo el peso corporal. La combinación de acciones de tobillo y dedos es vital para poder andar, y explica el poder y el tamaño del compartimento posterior, que puede levantar sin problemas dos veces el peso de nuestro cuerpo.


Figura 2.14: El gastrocnemio cruza la articulación de la rodilla y se fija al fémur.

Sin embargo, hay una diferencia clave entre los dos músculos del compartimento posterior del pie: las articulaciones que cruzan y/o las que no. El gastrocnemio cruza tanto la articulación de la rodilla como la articulación del tobillo. Esto significa que si la rodilla se flexiona (un movimiento al que puede contribuir este músculo), el gastrocnemio tiene menos capacidad de contraer y extender el pie. El alargamiento o estiramiento de estos músculos se ve afectado por la posición de la rodilla. Si la rodilla está recta, estos músculos restringen la flexión (dorsiflexión) del pie. Si la rodilla está doblada, lo único que restringe la dorsiflexión es el sóleo y la tensión general del tendón de Aquiles.


Figura 2.15: a) Pasasana, b) Utkatasana.

Si observamos posturas de yoga como Pasasana o Utkatasana, vemos que los tobillos están en dorsiflexión. Esto exige que pasen dos cosas: que el compartimento posterior sea lo suficientemente largo como para que los talones estén apoyados en el suelo y que los músculos que crean la flexión (dorsiflexión) sean lo suficientemente fuertes como para mantener la tibia en su posición sobre el pie. Esto es importante. Un lado tiene que ser lo bastante flexible y el lado opuesto tiene que ser lo bastante fuerte como para mantener la posición.

Anatomía funcional del Yoga

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