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SALMO 10

EL GRITO DEL OPRIMIDO

Título: Este Salmo no lleva título, y algunos eruditos concluyen que se trata en realidad de un fragmento o segunda parte del Salmo 9. Sin embargo, como la estructura del salmo es completa por sí misma, nos inclinamos por considerarlo como un salmo aparte, aunque sin duda, complementario al salmo anterior, el Salmo 9. Hemos visto ya otros casos de salmos que parecen escritos con el propósito de formar pareja: los salmos 1 y 2; los salmos 3 y 4; y de igual modo el Salmo 9 y el Salmo 10 que se complementan. El tema predominante es la opresión y persecución ejercida por los malos, de modo que lo titulamos para nuestra propia guía: EL GRITO DEL OPRIMIDO.1

C. H. SPURGEON

Estructura: El primer versículo (10:1) es una exclamación de sorpresa que resume en propósito del salmo: invocar la interposición de Dios para que libre a su pueblo, pobre y perseguido. Los versículos del dos al once (10:2-11) describen, con rudeza, el carácter y comportamiento de los opresores. En el versículo doce (10:12) resuena de nuevo, aunque con más fuerza y claridad, el mismo grito de angustia del versículo primero (10:1). A continuación, en los versículos del trece al quince (10:13-15), describe con claridad el ojo de Dios observando todas las acciones y crueldades de los malos; y basándose en esta omnisciencia divina, anticipa con gozo, en los versículos dieciséis al dieciocho (10:16-18), el juicio final, donde los oprimidos serán liberados. Tanto para la Iglesia de Dios en tiempos de persecución, como para todos los creyentes que individualmente gimen bajo la mano de un opresor soberbio, este salmo aporta palabras de consuelo adecuadas, tanto para la meditación como para la alabanza.

C. H. SPURGEON

Versión poética:

UT QUID DOMINE RECESSISTI LONGE

¿Por qué, Señor te alejas de nosotros?

¿por qué cuando nos miras afligidos,

nos desamparas tanto? Pues entonces

necesitamos más de tus auxilios.

Se indigna el pobre, cuando ve que el malo,

en su orgullo es feliz; dispón, Dios mío,

que solo sirvan a su propia ruina

de su feroz soberbia los delirios.

También los pecadores se insolentan,

cuando ven que prosperan sus designios,

aunque sean culpables, perniciosos,

y que se acerquen mucho a ser delitos.

Así la indignación de Dios provocan,

y habiendo esta llegado a lo infinito,

¿cómo el Señor no toma alta venganza?

¿cómo vivir los deja tan tranquilos?

Jamás piensa en su Dios el que es malvado,

y siempre multiplica sus delirios;

como al Señor no teme, nada omite

para oprimir mejor a su enemigo.

Porque dice entre sí: no, nadie puede

bajarme de esta altura en que me miro,

nadie puede quitarme mi fortuna,

y la dulce abundancia con que vivo.

Su boca llena está de maldiciones,

de amarguras, de engaños y artificios,

y sus labios no se abren sino solo

para hacer mal a otros, y afligirlos.

Acecha al inocente con astucia,

para más a su salvo comprimirlo,

y para que le ayuden a lograrlo,

suele también juntarse con el rico.

Tiene los ojos fijos sobre el pobre,

buscando la ocasión de destruirlo,

como el león que a la boca de su cueva

con impaciencia aguarda al corderillo.

No hay arte, no hay insidia que no emplee

para que se le acerque el desvalido,

mas no tiene otro fin que despojarlo,

y apropiarse de sus bienes, aunque chicos.

Lo hará caer en sus astutas redes,

y cuando ya lo tenga bien asido

se arrojará sobre él para domarlo,

y asegurar por fuerza su dominio.

Dijo en su corazón el insolente:

ya se ha olvidado Dios, o no ha querido

ver lo que hacemos: pues que vuelve el rostro

para no ver del mundo los delitos.

Levántate, Señor, y muestra el brazo

con que al mundo gobiernas escondido,

no dejes tanto tiempo en abandono

a los pobres que sufren tan sumisos.

¿Por qué el malvado a hacer el mal se atreve?

porque piensa que Dios el mal no ha visto;

más se engaña, Señor, porque tú siempre

tienes tus ojos sobre el justo fijos,

Para pesar sus penas y dolores,

para probar su esfuerzo y su cariño,

y descargar después tu fuerte mano

sobre sus enconados enemigos.

El pobre, por el mundo maltratado,

será por tus bondades socorrido,

y hallará en ti el amparo, que los hombres

le niegan sin rubor para su alivio.

Mas tú castigarás tanta dureza,

y harás desaparecer a los malignos,

de modo que no dejen en la tierra

de ellos ni de sus maldades un vestigio.

El Señor es quien reina eternamente

más allá de los siglos de los siglos;

mas vosotras, naciones extranjeras

que sois nuestros feroces enemigos;

pues que rebeldes a sus santas leyes,

no os sujetáis a su feliz dominio,

seréis exterminadas, y esta tierra

no dará habitación a vuestros hijos.

Porque el Señor escuchará piadoso

el ruego de sus justos afligidos;

los ardientes deseos de sus almas

te obligarán, mi Dios, a oír sus gritos.

Oirás a los humildes que te imploran,

serás para los pobres compasivo,

y no permitirás que con arrojo

puedan glorificarse los altivos.

DEL “SALTERIO POÉTICO ESPAÑOL”, SIGLO XVIII

Salmo completo: No hay, a mi juicio, otro Salmo que describa con mayor propiedad, extensión y claridad, las costumbres, acciones, palabras, mentalidad, sentimientos y destino final de los impíos que este Salmo 10. Por si no se hubiera dicho lo suficiente sobre los inicuos en los salmos precedentes, o algo pudiera quedar en el tintero en los salmos que siguen, el Salmo 10 aporta una descripción perfecta de su iniquidad. Por tanto, este salmo es un tipo, en forma y descripción, de este personaje inicuo que a pesar de que él mismo se vea, y tantos otros le vean, como el más excelente de los hombres, más que el propio Pedro, es detestable a los ojos de Dios. Esto es lo que impulsó a Agustín2 y a los que siguieron a entender este Salmo 10 con referencia al Anticristo. Y no resulta ilógico juntar este salmo con los precedentes en esta idea, puesto que David, en los salmos precedentes habla de los paganos convertidos y ora por los paganos que debían convertirse; mientras que en este Salmo 10 habla de los paganos que lo siguen siendo, que siguen prevaleciendo en poder sobre el débil ALMUTH3, y para los cuales no ve esperanza, o alberga muchas dudas sobre si llegarán a convertirse o no.

MARTIN LUTERO [1483-1546]

Vers. 1. ¿Por qué estás lejos, oh Jehová, y te escondes en el tiempo de la tribulación? [¿Por estás lejos, oh Jehová, y te escondes en el tiempo de la tribulación? RVR] [¿Por qué, oh Señor, te mantienes alejado, y te escondes en tiempos de tribulación? LBLA] [¿Por qué estás lejos, oh YHVH, y te escondes en tiempos de angustia? BTX] [¿Por qué, Señor, te mantienes distante? ¿Por qué te escondes en momentos de angustia? NVI] [Señor, ¿por qué permaneces lejos y te ocultas en tiempo de angustia? BLP] [Oh Señor, ¿por qué permaneces tan distante? ¿Por qué te escondes cuando estoy en apuros? NTV]

¿Por qué estás lejos, oh Jehová? Ante los ojos llorosos del salmista, el Señor parecía haberse quedado quieto en mitad de su sufrimiento, como si contemplara los acontecimientos sin sentir la menor simpatía por su siervo afligido. Y más que esto, parecía mantenerse alejado, como si ya no fuera su “pronto auxilio en las tribulaciones”4 sino una montaña inaccesible que ningún hombre pudiera escalar. La presencia de Dios es el gozo de su pueblo,5 pero la sospecha de su ausencia es su dolor desmedido.6 Por tanto, recordemos que el Señor está cerca de nosotros.7 El orfebre, cuando tiene el oro en el fuego, no está nunca lejos de la boca del horno; y cuando los santos son arrojados a las llamas, el Hijo de Dios está andando en medio de ellas.8 Al Señor, que conoce bien la fragilidad humana, no le sorprende que cuando somos probados con dureza, nos sea difícil soportar esa aparente negligencia suya al demorar nuestra liberación.9

¿Y te escondes en el tiempo de la tribulación? Lo que nos hiere en lo más hondo no es la tribulación, sino que nuestro Padre esconda de nosotros su faz.10 Cuando la prueba se junta con la deserción divina, nos encontramos en tanto peligro como Pablo cuando el navío en el que viajaba chocó contra un escollo en un lugar donde se encuentran dos corrientes.11 Y no debe sorprendernos que nos pase como a su navío, que la proa hincada quede inmóvil, y la popa se abra a la violencia del mar. Cuando nuestro Sol se eclipsa, todo se hace verdaderamente oscuro.12 Si necesitamos respuesta a la pregunta: “¿Por qué te escondes?” la hallaremos en el hecho de que: “sí es necesario”,13 y no solo para la prueba, sino para el peso y la carga que siente nuestro corazón bajo la prueba. Pero, ¿cómo puede ser de ese modo cuando en realidad, en el momento en que nos están afligiendo, es cuando el Señor debería brillar más que nunca, con mayor intensidad sobre nosotros? Si un padre consuela a su hijo mientras le está corrigiendo, ¿de qué serviría la disciplina? La vara y un rostro sonriente no son compañeros apropiados, la corrección exige un rostro grave y severo. Para que sintamos más el golpe, Dios desnuda nuestra espalda alejándose temporalmente de nosotros; pues solo aquella aflicción que experimentamos en lo más hondo es la que se transforma en aflicción bendita. Si Dios nos llevara en brazos cada vez que tenemos que atravesar una corriente de aguas turbulentas, la prueba quedaría minimizada, ¿y cómo obtendríamos la experiencia que la tribulación tiene por objeto enseñamos?

C. H. SPURGEON

¿Por qué estás lejos, oh Jehová, y te escondes en el tiempo de la tribulación? La respuesta a esta pregunta no parece difícil, pues está implícita en sí misma: Si el Señor no se escondiera, no sería tiempo de tribulación. Tanto sería preguntar por qué el sol no brilla de noche, pues si brillara no habría noche. Para que nuestro castigo sea eficaz es preciso que el Padre esconda de nosotros su sonrisa. Debemos ser sometidos a múltiples tentaciones, y que superarlas se nos haga a la vez duro, tedioso y difícil. El propósito de la vara es el de enseñarnos a ser mejores. Si no hubiera dolor, no sacaríamos provecho. Si Dios no se escondiera no habría amargura y, en consecuencia, no habría en el castigo efectos purificantes.

BOSQUEJO. De hecho, la respuesta a esta pregunta proporciona tema para un hermoso sermón basado en la experiencia. Aunque permitidme sugerir que la respuesta no sea la misma para todos los casos, pues las razones que conducen al Padre a ocultar su rostro pueden ser diversas: pecados ocultos en el pasado, pruebas para mostrar el poder de su gracia, fortalecimiento de la fe, llevarnos a descubrir nuestra depravación, instruirnos, etc.

C. H. SPURGEON

¿Por qué te escondes en el tiempo de la tribulación? Las épocas de tribulación deberían ser en realidad de confianza; tiempo para mantener nuestro corazón fijo en Dios, y con ello, disipar nuestros temores. “No tendrá temor de malas noticias; su corazón está firme, confiado en Jehová. Seguro está su corazón; no temerá”.14 Sin esta firmeza oscilaríamos como una veleta: movidos de un lado a otro por cada ráfaga de malas noticias; nuestras esperanzas se hundirían o flotarían según las nuevas que escucháramos. A menos que la fe y la oración la despierten, la Providencia parece estar siempre dormida. Los discípulos tenían una fe limitada en la capacidad de su Maestro para actuar sobre los elementos y, sin embargo, esa poca fe bastó para despertarle en medio de la tormenta, y hacer que les librara de la tempestad.15 Nuestra falta de fe impide que Dios nos muestre su poder, desalentándole a la hora de tomar partido en nuestro favor.

STEPHEN CHARNOCK [1628-1680]

“Discourses upon the Existence and Attributes of God. The Divine Providence”, 1682

Vers. 2. Con arrogancia el malo persigue al pobre; será atrapado en los artificios que ha ideado. [Con arrogancia el malo persigue al pobre; queda atrapado en la trama que le ha urdido. RVR] [Con arrogancia el impío acosa al afligido; ¡que sea atrapado en las trampas que ha urdido! LBLA] [Bajo la soberbia del impío el pobre es consumido. ¡Queden presos en las tramas que ellos mismos urdieron! BTX] [Con arrogancia persigue el malvado al indefenso, pero se enredará en sus propias artimañas. NVI] [Con su arrogancia el malvado acosa al débil; ¡ojalá quede atrapado en la trama que ha urdido! BLP] [Con arrogancia los malvados persiguen a los pobres; ¡que sean atrapados en el mal que traman para otros! NTV]

Con arrogancia el malo persigue al pobre. El segundo versículo plantea la acusación formal contra los malos: “Con arrogancia el impío acosa al afligido”. La imputación plantea dos elementos distintos: arrogancia y tiranía; la una es la raíz de la otra.

¡Que sea atrapado en las trampas que ha urdido! La petición es razonable, justa y natural. Incluso cuando nuestros enemigos son los jueces, es justo que los hombres sean tratados como ellos desean tratar a otros. Te pesamos en tu propia balanza, y medimos tu trigo con tu propia medida.16 ¡Terrible será tu final, oh Babilonia perseguidora, cuando se te dé a beber doble ración de la copa del vino del ardor de tu fornicación, que llenaste hasta el borde con la sangre de los santos, embriagándote con ella!17 Nadie va a disputar la justicia de Dios, cuando ahorque a cada Amán en su propia horca,18 y eche a cada uno de los enemigos de sus Danieles en sus propios fosos de leones.19

C. H. SPURGEON

Con arrogancia el malo persigue al pobre. El opresor, en su arrogancia, se atreve a perseguir al pobre. Y esta es su ALEGACIÓN: «Tan solo busco lo que por ley me corresponde. Cuando firmó el contrato, lo firmó libremente y de su propia voluntad, y ahora tiene que devolverme mi dinero con intereses, o de lo contrario quedo dueño de sus bienes y su cuerpo. ¿Entonces? ¿Por qué debería sentirme yo culpable de que sus hijos agonicen mendigando, o de que la orgullosa de su mujer se muera de hambre? Es culpa suya, no mía; así pues ¿a mí qué más me da? Tengo derecho a recuperar hasta mi último centavo, o me quedaré con sus huesos. La ley es justa y buena; y yo me rijo por ella, ¿cómo puede mi proceder ser injusto? ¿Acaso un treinta por ciento de ganancia no es habitual en transacciones comerciales? En el mundo de los negocios no estamos para perder el tiempo, ¡no voy a renunciar a mi sustento, a mi vida, por un rostro compungido y unas cuantas lágrimas! Y doy gracias a Dios porque a mí, sus lágrimas, no me afectan más que los aullidos de un perro a medianoche. No cederé un día ni aunque su fianza fuera el mismo cielo. Quiero que se me devuelva mi dinero, o sus huesos (…) ¿Aceptar una quita? ¿Condonar parte de la deuda? ¡De ningún modo! ¡Antes me cuelgo yo del techo!20 Y no me habléis de buena conciencia: la buena conciencia no forma parte de mi código comercial; es la responsable de la quiebra de más negocios que viudas21 hay en Londres.22 Mi conciencia no es tonta: y me dice que lo mío es mío, y que una bolsa bien repleta y apretada es un amigo que no defrauda, sino que permanecerá pegada a mí cuando todos mis amigos me abandonen. Si construir un buen patrimonio de la nada y recuperar una deuda desesperada son los frutos y signos de una mala conciencia, que Dios se apiade de los buenos. Y no me habléis de tiranía y opresión. La vida es dura, y el que quiere prosperar debe apretar las tuercas a los demás. Lo que doy, lo doy y por dado quede; pero lo que presto, lo recupero. Si el camino al cielo consiste en ir de mendigo por la tierra, que anden por él quienes les venga en gana. No entiendo bien por qué me acusan de opresor, cuando la ley me ampara; pero es más provechoso ser opresor que oprimido. Si los deudores fueran más honestos y responsables, no habría oprimidos, nuestras manos estarían atadas; pero cuando su negligencia toca mi bolsa, han tocado la niña de mis ojos, y mi deber es enseñarles la lección».

FRANCIS QUARLES [1592-1664]

“Judgement and Mercy for Afflicted Souls, or Meditations, Soliloquies, and Prayers”, 1646

Con arrogancia el malo persigue al pobre. Uno de los más famosos perseguidores de la Iglesia, Domiciano,23 al igual que otros emperadores romanos, asumió para sí honores divinos, y como Nabucodonosor, ordenó calentar el horno siete veces más contra los cristianos, porque se negaron a adorar su imagen.24 Así hacen también los romanos pontífices, ciñéndose coronas decoradas que simbolizan títulos blasfemos, como Señores del Mundo; declarándose Padres Universales;25 y soltando contra los verdaderos fieles a sus sabuesos sedientos de sangre. El orgullo es el embrión de la persecución.

C. H. SPURGEON

Con arrogancia el malo. El orgullo es un vicio terrible: se adhiere de forma tan indisoluble al corazón del ser humano, que si de algún modo pudiéramos ir arrancando, una a una, nuestras faltas y defectos, hallaríamos que el orgullo es el más persistente y el más difícil de erradicar.

RICHARD HOOKER [1554-1600]

Vers. 3. Porque el malo se jacta del deseo de su alma, bendice al codicioso, y desprecia a Jehová. [Porque el malo se jacta de los antojos de su alma, el codicioso maldice, y desprecia a Jehová. RVR] [Porque del deseo de su corazón se jacta el impío, y el codicioso maldice y desprecia al Señor. LBLA] [Porque el malo se jacta de lo que su alma ansía, y el avaro maldice, y aborrece a YHVH. BTX] [El malvado hace alarde de su propia codicia; alaba al ambicioso y menosprecia al Señor. NVI] [El malvado se enorgullece de su ambición, el codicioso blasfema e injuria al Señor. BLP] [Pues hacen alarde de sus malos deseos; elogian al codicioso y maldicen al Señor. NTV]26

Leída la acusación y presentada la petición, se procede ahora a escuchar la evidencia en primera instancia.27 La cual resulta concluyente con respecto a la cuestión del orgullo, ya que ningún juez vacilaría en pronunciar al reo culpable. Sin embargo, prestemos atención a los testigos uno a uno. El primero testifica que el acusado es un jactancioso:

“Porque del deseo de su corazón se jacta el impío”. Es un jactancioso necio, puesto que presume de su “deseo”; un jactancioso descarado, porque tal deseo es pura villanía; y un pecador empedernido que se jacta de lo que debería ser su vergüenza. Los pecadores jactanciosos son los más despreciables, los peores, en especial cuando sus deseos inmundos –demasiado inmundos para ser realizados y por tanto circunscritos al reino de los deseos– pasan a ser objeto y tema de sus jactancias. Cuando el señor Odio-a-lo-bueno se asocia con el señor Temeridad28 en una misma empresa, el resultado es un próspero y floreciente comercio de mercancías diabólicas. Este primer testimonio es suficiente para condenar al acusado en el banquillo. ¡Llévatelo ya, carcelero! Pero, resta un segundo testigo que pide ser escuchado tras prestar juramento. Y sus palabras hacen que la imprudencia del orgulloso rebelde resulte todavía más evidente:

“Bendice al codicioso a quien el Señor aborrece”.29 Pura insolencia, orgullo desenmascarado. Su arrogancia es tal que llega a disentir de los criterios del Juez de toda la tierra, y bendecir a los hombres que Dios ha maldecido. Así hizo también la generación pecaminosa en tiempos de Malaquías, llamando dichosos a los soberbios, y prósperos a los que hacen impiedad.30 ¿Será posible que tengan la osadía de disputar con su Hacedor? ¡Por supuesto! Pretenden nada menos que:

Arrebatar de su mano el equilibrio y el cetro,

juzgar de nuevo su justicia, ser el dios de Dios.31

¡Cuántas veces hemos escuchado a los impíos hablar elogiosamente del codicioso, del que abusa del pobre, del comerciante agudo! No en vano reza un viejo proverbio inglés:

Menea la cola el can,

no por ti, sino por el pan.32

El orgullo se topa con la codicia, y le faltan palabras para halagarla, calificándola de prudente, ahorradora y sabia. Y hemos de reconocer, con tristeza, que no faltan líderes religiosos que adulen a los ricos y proclamen sus virtudes, pese a conocer con certeza que se han cebado con el hígado y la sangre de los pobres. Los únicos pecadores que son bien recibidos en las iglesias y considerados respetables son los codiciosos. Si un hombre fornica, o es un borracho, se le echa inmediatamente de la iglesia; pero, ¿quién ha oído hablar de una iglesia que se enfrente abiertamente y discipline a ese miserable idólatra, el codicioso? Más nos vale temblar para que no seamos hallados partícipes de este pecado de orgullo tan atroz: “bendice al codicioso, a quien el Señor aborrece”.

C. H. SPURGEON

Porque el malo se jacta. Se jacta de su estilo de vida perverso, del cual hace pública profesión; presume de su habilidad para culminar sus malvados designios; y se gloría de haberlo conseguido. También puede entenderse que alaba a quienes comparten su manera de pensar y están de acuerdo con los deseos de su alma; es decir, que únicamente honra y respeta a los que son como él.33

GIOVANNI DIODATI [1576-1649]

“Pious and Learned Annotations upon the Holy Bible”, 1648

Bendice al codicioso, y desprecia a Jehová. «Cada cual con su igual», dice un antiguo refrán. Y así, juntos, se olvidan por completo de los mandamientos del Señor; no solo cometiendo pecados groseros, sino elogiando a los que pecan como ellos. Porque en lo más profundo de su alma les aman, sienten afecto hacia ellos, les adulan y exaltan con sus palabras y comparten con ellos sus mismas acciones.34

PETER MUFFET

“A commentary on the whole book of Proverbs”, 1594

Bendice al codicioso, al cual Jehová aborrece. La codicia es el deseo de poseer aquello que no tenemos, y alcanzar grandes riquezas y posesiones materiales. Y aunque puede que no sea este el espíritu generalizado que impera en el mundo del comercio y tráfico de mercancías, nadie puede negar que lo afecta de manera importante; cabría decir que está por todas partes, y me consta por referencias de hombres de negocios con los que mantengo una relación directa.

En comparación con la vida ordenada y tranquila que vivían nuestros padres, que se contentaban con rendimientos pequeños pero seguros, hoy en día se ha extendido por doquier la especulación salvaje, que solo persigue grandes ganancias: han irrumpido las aventuras financieras y precipitadas de alto riesgo; los mercados, lejos de cumplir con su función, ser un instrumento justo de financiación, se han transformado en un casino; se ha puesto de moda la figura del gestor de capitales, sin otro propósito que el de especular; y todo ello pone de manifiesto el espíritu de codicia que se ha apoderado de nuestra sociedad a lo largo de los últimos treinta o cuarenta años. Y todo nos lo ha concedido la divina providencia mediante maravillosas e inesperadas revoluciones industriales, mediante innumerables invenciones que permiten la manufactura de productos y el trabajar la tierra fácilmente y en condiciones que nuestros padres no llegaron a soñar siquiera. Pero tristemente contribuyen a la tentación de la codicia, impregnando el trabajo y el comercio con un tinte de mundanalidad desconocido para nuestros padres.

Nuestros jóvenes ya no se introducen en el mundo del trabajo con el deseo de ser útiles a la sociedad, de mejorar el nivel de vida, de defender su crédito y su honradez, de proporcionar a su familia una educación mejor de la que ellos han tenido, y de llevar a cabo una justa competencia, si el Señor tiene a bien prosperarles. Ahora, el único objetivo es la ambición desmesurada, hacer fortuna, ganar dinero pronto, cuanto más mejor y por la vía que sea, para poder retirarse lo antes posible disfrutando de todos los lujos de la vida presente. Nuestra sociedad está infectada con el pecado de la codicia, contra el cual, hermanos muy amados, os digo con lágrimas en los ojos y con la mayor insistencia: hemos de librar la buena batalla. Porque ha hecho de este lugar su sede, ha convertido esta metrópolis en su fortaleza, haciendo de la Gran Bretaña, tradicionalmente cristiana, su reducto favorito.

Mas vosotros, hermanos que habéis sido llamados por la gracia de Dios a manteneros fuera de los dominios de Mammon,35 habéis sido también elegidos expresamente para testificar en contra de todas las apostasías de la iglesia en nuestro país; pero de manera especial contra esta, que en mi opinión, es una de las más evidentes y la más común entre todas. ¿Pues quién no ha sido en uno u otro modo víctima de la trampa de la codicia?

EDWARD IRVING [1792-1834]

“Babylon and Infidelity foredoomed - A Discourse on the Prophecies of Daniel and the Acopalypse which relate to these latter times, and until the Second Advent”, 1826

Bendice al codicioso, al cual Jehová aborrece. Cristo sabía bien lo que decía cuando exclamó: “Nadie puede servir a dos señores”,36 es decir, a Dios y al mundo, porque ambos pretenden dominarlo por entero. Como el ángel y el diablo luchaban por la posesión del cuerpo de Moisés,37 no por una parte, no para dividírselo, sino para poseerlo entero cada uno, de igual modo siguen batallando por la posesión de nuestras almas. Por ello exclama el apóstol: “¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios”.38 Esta disputa entre ambos significa que Dios no puede soportar que el mundo se quede con una parte, y el mundo no puede soportar que Dios se quede con ella. Por lo tanto, el amor al mundo es forzosamente enemistad con Dios y, en consecuencia, los que aman al mundo son necesariamente enemigos de Dios: el codicioso sirve al mundo, y no puede, por tanto, servir a Dios, porque es su enemigo. Por ello a la codicia se la identifica con idolatría,39 porque es el pecado más contrario a Dios, pues así como la traición contra el Estado consiste en colocar otro rey en lugar del rey, la idolatría establece a otro dios en el lugar de Dios.

HENRY SMITH [1560-1591]

en uno de sus sermones predicado en 1578

Vers. 4. El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios; no hay Dios en ninguno de sus pensamientos. [El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios; no hay Dios en ninguno de sus pensamientos. RVR] [El impío, en la altivez de su rostro, no busca a Dios. Todo su pensamiento es: No hay Dios. LBLA] [Por la altivez de su rostro el malvado no inquiere, Elohim no está en sus pensamientos. en todo tiempo sus caminos son torcidos. BTX] [El malvado levanta insolente la nariz, y no da lugar a Dios en sus pensamientos. NVI] [El malvado, en su soberbia, de nada se preocupa: “No hay Dios”; esto es todo lo que piensa. BLP] [Los malvados son demasiado orgullosos para buscar a Dios; parece que piensan que Dios está muerto. NTV]

El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios. La jactancia petulante y los halagos indecentes del impío han sido aceptados como evidencia contra él; y ahora, su propio rostro confirma la acusación, y su negligencia clama a gritos contra él: “por la altivez de su rostro, no busca a Dios”. Los corazones orgullosos engendran miradas orgullosas y rodillas rígidas. Es un hecho tan conocido como admirable que el rostro es el reflejo del alma, al igual que el movimiento de los engranajes se refleja en su esfera. Una cara dura como el bronce y un corazón quebrantado nunca van de la mano, no se llevan bien. No estamos tan seguros de que los atenienses fueran tan sabios como se dice cuando ordenaron que los reos fueran sentenciados en la oscuridad para evitar que los jueces pudieran sospesar y valorar la expresión de sus rostros;40 ya que se puede saber y deducir mucho más de las expresiones de una cara que de las palabras salidas de los labios. La sinceridad brilla en el rostro, y a algunos la vileza les asoma por los ojos.

No hay Dios en ninguno de sus pensamientos. Ved los efectos del orgullo: arrastra al hombre a cesar en su búsqueda del Creador. Resulta difícil orar con el cuello tieso y las rodillas rígidas. “No hay Dios en ninguno de sus pensamientos”: lo que no implica que no piense, pues piensa mucho, pero no piensa en Dios. Sus pensamientos son montones de paja sin un solo grano de trigo. Pese a estar en todas partes, hay un único lugar donde Dios no está: en las mentes y los planes de los malvados. Y esta es, decididamente, una acusación condenatoria; pues allí donde no está el Dios del cielo, reina y ruge el Señor del infierno; y por tanto, si Dios no está en nuestros pensamientos, tales pensamientos nos conducirán a la perdición.

C. H. SPURGEON

El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios; no hay Dios en ninguno de sus pensamientos. Su orgullo llega a tal extremo que, aun siendo juzgado y condenado, se niega a rebajarse y aceptar un perdón. Mejor dicho, y me corrijo a mí mismo: estaría dispuesto a ser justificado, pero no gratuitamente, solo si pudiera comprar el favor de Dios. Miles son los que morirán y serán condenados por negarse a aceptar el perdón gratuito, por cuenta de los méritos de Cristo y su obediencia. ¿Cuándo aceptarán los hombres de buen grado el método que Dios ha dispuesto para salvarlos a través de la sangre del pacto eterno? ¿No te basta con ser el artífice de tu propia destrucción? ¿Pretendes ser también tu propio salvador? ¿Morir antes que aceptar la libre gracia? ¿Eres tan orgulloso que te niegas a buscar a un Dios infinitamente sabio y a aceptar su benevolencia? Dios está dispuesto a salvarte: “De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito”.41 ¿Tan orgulloso eres que te niegas a estar en deuda con Dios? En tal caso, no mereces recibir nada. ¿Qué puedo decir? Eres pobre, y encima orgulloso; no tienes más que escoria y miseria, pero estás hablando de hacer una gran compra. ¿Te das cuenta de que esto es una provocación? “Dios resiste a los soberbios”,42 y en especial los soberbios espirituales, los que albergan orgullo en su corazón. Pues el que está orgulloso de sus vestidos, o de su linaje, no es tan despreciable a los ojos de Dios como el que está orgulloso de sus méritos, y por ello se niega a someterse a los métodos divinos para su salvación exclusivamente a través de Cristo y de su justicia.

LEWIS STUCKLEY [1621-1687]

“The Gospel Glass -, Chapter V”, 1667

El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios; no hay Dios en ninguno de sus pensamientos. El orgullo de los malvados es la razón principal por la que no buscan el conocimiento de Dios. Y, de hecho, la ausencia de este conocimiento les dificulta la búsqueda. En primer lugar, para los malos, Dios y su conocimiento se convierten en algo indeseable. El orgullo consiste en tener una opinión exaltada de uno mismo. Por tanto, el orgulloso se siente intranquilo ante un rival, aborrece a un superior, y no puede tolerar un maestro, y menos a un señor. Y cuanto más prevalece en el corazón, más nos hace desear no ver nada por encima de nosotros, no reconocer ninguna ley sino nuestra propia voluntad, no seguir ninguna regla sino nuestras propias inclinaciones. Así fue como Satanás llevó a nuestros primeros padres a rebelarse contra su Creador, y desear ser como dioses.43

Siendo estos los efectos del orgullo, es evidente que nada hay tan doloroso para un corazón orgulloso que plantearse la existencia de un ser como Dios; de alguien infinitamente poderoso, justo y santo; que no pueden ser resistido, engañado, ni burlado;44 que dispone de todas las criaturas y eventos de acuerdo con su propia voluntad soberana; y que aborrece el orgullo de manera especial y está decidido a humillarlo y castigarlo.45 El orgullo solo puede contemplar a tal ser con temor, aversión y aborrecimiento. Lo ve como su enemigo natural, su gran enemigo, a quien ha de temer. Y el conocimiento de Dios tiende a poner ante los ojos del orgulloso la realidad de este enemigo irreconciliable, irresistible y de poder infinito. Le enseña que por encima de él hay alguien superior, un Señor y dueño de cuya autoridad no puede escapar, cuyo poder no puede resistir, y cuya voluntad debe obedecer o ser aplastado ante él y permanecer en desdicha eterna. Le muestra aquello que odia y no quiere ver: que, a pesar de su oposición, el consejo de Dios será establecido,46 que hará todo conforme a su deseo, y que Dios está por encima de todas aquellas cosas que los hombres creen suyas y de las que se sienten orgullosos. Estas verdades torturan los corazones de los soberbios, de los arrogantes, de los inicuos, y por ello odian el conocimiento de Dios que les enseña estas verdades, y se niegan a buscarlo. Todo lo contrario, prefieren ignorar la existencia de semejante ser, y desterrar de sus mentes todo pensamiento sobre él. Y con este propósito descuidan, pervierten o tergiversan todos los pasajes de la revelación que describen el verdadero carácter de Dios, y se esfuerzan por creer que no es más que un ser limitado, como ellos mismos.

¡Qué necio, qué absurdo, qué ruinoso, qué ciego y destructivo es el orgullo en sus mismos propósitos! Intentando elevarse, solo consigue hundirse a sí mismo en el fango, y al tiempo que trata de erigir por sí mismo un trono, socava el suelo que pisa excavando su propia tumba.47 El orgullo hundió a Satanás desde el cielo al infierno; desterró a nuestros primeros padres del paraíso; y, de modo similar, será la perdición de todos los que lo sientan y practiquen. El orgullo nos mantiene en la ignorancia de Dios; nos cierra su favor; nos impide que nos asemejemos a él; nos priva en este mundo del honor y la felicidad que nos aporta la comunión con él, y en el mundo venidero, a menos de que nos arrepintamos a tiempo y renunciemos a él, el orgullo cerrará ante nosotros las puertas del cielo y atrancará detrás las del infierno ¡Cuidado con el orgullo! Vigilad para que no caigáis en sus garras imperceptiblemente, porque es quizá, de todos los pecados, el más secreto, sutil y solapado.

EDWARD PAYSON [1783-1827]

sermón titulado “The Wiked, from Pride, Refuse to Seek God”, Sermon VII

El malvado hace alarde de su propia codicia; alaba al ambicioso y menosprecia al Señor. David habla en el Salmo 10 de los políticos, importantes y poderosos opresores, que no ven en la tierra a nadie por encima de ellos mismos, a otro mayor que ellos, y por tanto piensan que quedarán impunes al abusar de quienes están por debajo de ellos, como hacen las bestias; este versículo cuatro analiza la raíz y causa de este comportamiento: “Por la altivez de su rostro, no busca a Dios; no hay Dios en ninguno de sus pensamientos” (NVI). Las traducciones pueden variar: “levanta insolente la nariz, y no da lugar a Dios en sus pensamientos”; “de nada se preocupa: “No hay Dios”; esto es todo lo que piensa” (BLP) pero el significado es el mismo. El sentido no es solo que en el enjambre y multitud de pensamientos que llenan su mente, la idea de Dios raramente entra en juego y pocas veces aparece, algo suficientemente grave de por sí; sino que además, en todos sus proyectos y planes, en todas las elucubraciones de su corazón (que es donde se fragua todo), cuando traza sus planes y les da la forma, cuando proyecta todas sus acciones, nunca tiene en cuenta a Dios ni su voluntad para obrar conforme a sus designios, sino que procede como si no hubiera Dios al que consultar. No lo mueve pensar en él ni en su voluntad. Cuando un colectivo expulsa a un miembro se le advierte de que ya no forma parte de su consejo, que no está en sus proyectos. Tampoco Dios forma parte de sus planes ni piden su consejo, todo lo hacen sin él. Pero esta manera de actuar va más lejos, porque en el fondo piensan que no hay un Dios. Ahí está la base, el sustrato y razón de todas sus iniquidades y proyectos ladinos, de todos sus engaños y maquinaciones: convencidos de que no hay Dios u otro poder por encima de ellos que pueda tomar nota de sus acciones, dan rienda suelta a su comportamiento perverso.

THOMAS GOODWIN [1600-1679]

“A discourse of an unregenerate mans guiltiness before God in respect of sin and punishment”, 1692

El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios. Lleva el orgullo incrustado en la cara, es parte esencial de su aspecto y lo evidencia en todas sus actitudes y gestos. “No busca”, es decir, desprecia todas las leyes divinas y humanas, no teme a nada ni a nadie, no valora los juicios divinos; no se preocupa por nada, todo lo deja de lado con tal de satisfacer sus deseos. Ni busca, ni se perturba, ni indaga: todo le es indiferente.

GIOVANNI DIODATI [1576-1649]

“Pious and Learned Annotations upon the Holy Bible”, 1648

No hay Dios en ninguno de sus pensamientos. Algunos lo traducen del siguiente modo: “Todos sus pensamientos coinciden en que: no hay Dios”.48 Séneca afirma que no hay ateos,49 si alguno afirma que no existe Dios, miente: lo dice durante el día, pero en la noche, cuando se queda a solas, admiten que sí lo hay; y aunque muchos traten de endurecerse desesperadamente, cuando Dios se revela terrible ante ellos, no dudan en confesar su existencia. Numerosos paganos y otros que han negado la existencia de Dios, en momentos de peligro han caído de rodillas implorándole ayuda, como Diágoras,50 ese gran ateo, que cuando se vio afectado de estranguría51 no dudó en acogerse a una deidad cuya existencia había negado reiteradamente. Este tipo de ateos los encomiendo a la merced y benevolencia divina, aunque dudo que para ellos pueda haberla.

RICHARD STOCK [1569-1626]

“A stock of divine knowledge, being a lively description of the divine nature, or, The divine essence, attributes, and Trinity particularly explained”, 1641

No hay Dios en ninguno de sus pensamientos. Este es el verdadero agujero negro52 del impío o ateo, que Dios no está en ninguno de sus pensamientos. ¿Qué consuelo cabe esperar del Ser divino si no pensamos en él con reverencia y deleite? Un Dios olvidado no es mejor que un Dios inexistente.

STEPHEN CHARNOCK [1628-1680]

No hay Dios en ninguno de sus pensamientos. Las trivialidades se apoderan con facilidad de nuestra mente, pero “Dios no está en todos nuestros pensamientos”, y raramente es el único objeto de ellos. Dedicamos nuestros pensamientos permanentes a las cosas transitorias, y solo pensamientos transitorios a las cosas permanentes. El pacto de gracia compromete al corazón por entero en su dedicación a Dios y prohíbe cualquier otra cosa que lo absorba. ¡Pero Dios y el alma de la mayoría de los hombres son extraños! Lo conocen a través la creación,53 pero para la mayoría sigue siendo un Dios desconocido en su relación con ellos, porque es un Dios no deseado. Según yo lo veo, el problema está en que, como no andamos por sus caminos de sabiduría, no lo concebimos en sus vastas perfecciones, ni estamos impresionados por su bondad. Tenemos muchos menos poemas sagrados que de cualquier otro tipo. El ingenio humano pliega las alas cuando ha de glosar sus pensamientos y figuraciones sobre Dios. Se nos conceden dones y medios para servirle, como maíz y vino a los hijos de Israel, pero nosotros preferimos consagrarlos a cualquier maldito Baal;54 como la Venus del poema,55 abandonamos el Olimpo para correr detrás de algún Adonis.

STEPHEN CHARNOCK [1628-1680]

Vers. 4, 5. La humanidad vive bajo una fascinación espiritual o brujería que ha logrado, allí donde ha prevalecido, que los hombres se olviden de Dios embriagándolos con placeres y sumiéndolos en una locura de vanidad. Y algunos, cual niños malcriados, arman en este mundo un extraordinario revuelo por trivialidades: se consideran a sí mismos grandes, honorables, excelentes, y lo proclaman a los cuatro vientos con gran alboroto, sin darse cuenta de que toda la gloria con la que ellos creen que el mundo les ha exaltado no ha añadido a su estatura ni un codo.56 Otros, transformados en criaturas salvajes por la magia de esta Circe57 llamada orgullo, se comportan con sus semejantes como tigres y leones, o se revuelcan cual cerdos en la impureza. Otros, deshumanizados, pierden sus afectos y arrollan cuanto se les ponga por delante para satisfacer sus ansias de dominio y poder. Otros son presa de un frenesí ridículo, de modo que cualquier persona sensata detecta que están fuera de sus cabales. Cualquiera se admiraría al leer sobre las excentricidades de hombres como Cayo Calígula,58 Xerxes,59 Alejandro60 y muchos otros, a quienes el poder que ejercían sobre los demás les llevó a creerse seres superiores, por encima de toda naturaleza humana. Olvidaron que habían nacido y debían morir, e hicieron cosas que, de no haber sido por el temor que causaba su poder, hubieran provocado el desprecio y la burla hasta de los niños. Y no cabe pensar que eran excepciones o rarezas, casos aislados de intoxicación mundana, pues la Escritura lo describe como un virus generalizado que infecta a todos los que se postran a adorar a este ídolo llamado soberbia. Dice el apóstol que viven “sin Dios en el mundo”,61 es decir, que se comportan como si no hubiera un Dios que contemplando sus locuras tome buena nota de ellas para ajustar cuentas. Dice el salmista en el versículo cuatro que “No hay Dios en ninguno de sus pensamientos” (10:4), y en el cinco añade que mantienen los juicios divinos “lejos de su vista” (10:5), por lo cual concluyen en su corazón: “no seré inquietado jamás; nunca me alcanzará el infortunio” (10:6). El salmo entero describe a los mundanos como alguien que ha perdido el juicio, y que actúa en medio de un caos frenético. ¿Puede haber mejor oportunidad para que el diablo los encandile con los placeres de este mundo?

RICHARD GILPIN [1625-1699]

“Daemonologia Sacra: Or, A Treatise of Satan’s Temptations”, 1677

Vers. 5. Sus caminos son torcidos en todo tiempo; tus juicios los tiene muy lejos de su vista; a todos sus adversarios desprecia. [Sus caminos son torcidos en todo tiempo; Tus juicios los tiene muy lejos de su vista; a todos sus adversarios desprecia. RVR] [Sus caminos prosperan en todo tiempo; tus juicios, oh Dios, están en lo alto, lejos de su vista; a todos sus adversarios los desprecia. LBLA] [En todo tiempo sus caminos son torcidos, tiene tus juicios lejos de su vista; a todos sus adversarios les sopla. BTX] [Todas sus empresas son siempre exitosas; tan altos y alejados de él están tus juicios que se burla de todos sus enemigos. NVI] [Sus caminos siempre prosperan, tus mandatos están lejos de él, a todos sus enemigos desprecia. BLP] [Sin embargo, prosperan en todo lo que hacen. no ven que les espera tu castigo; miran con desdén a todos sus enemigos. NTV]

Sus caminos son torcidos en todo tiempo.62 Y gravosos, no le resultan fáciles; al infierno se va por un camino escabroso. Dios ha vallado y sembrado de espinas el camino del pecado:63 ¡Y qué locura tratar de saltar el seto y caer entre las espinas! Este camino además causa mucho dolor y aflicción a otros; pero a él ¿qué más le da? Va impasible, aposentado cual ídolo sobre su carromato monstruoso, sin importarle la multitud que resulte aplastada a su paso.64

Tus juicios los tiene muy lejos de su vista. Mira hacia arriba, pero no lo suficientemente alto. Ha olvidado a Dios, y también sus juicios. No es capaz de comprender las cosas de Dios; un cerdo contemplará las estrellas por un telescopio antes de que este impío estudie la Palabra para comprender en ella la justicia del Señor.

A todos sus adversarios desprecia. A todos desafía y tiraniza; y cuando alguien opone resistencia a su comportamiento abusivo, se burla él y amenaza con aniquilarlo de un soplo.65 Podríamos decir que les bufa a sus enemigos.66 ¡Pero ah! Hay un enemigo al que no podrá bufar: la muerte. Porque la muerte le soplará a él, apagando la llama de su vida, y muy pronto el impío petulante tendrá que lanzar sus bufidos tras la losa fría y sombría de la tumba.

C. H. SPURGEON

Sus caminos son torcidos en todo tiempo. Torcidos o malévolos; es decir, todas sus acciones y esfuerzos no apuntan a otra cosa que a perjudicar a los demás.

Tus juicios, oh Dios, están en lo alto, lejos de su vista. Muy por encima de sus capacidades, pues es del todo carnal, y no tiene ninguna disposición ni correspondencia con la justicia expresada en la ley de Dios, que es del todo espiritual;67 por tanto, es incapaz de hacer una valoración de sí mismo basada en los juicios divinos, ni discernir la cuestión de los malos de acuerdo con ella.68

A todos sus adversarios desprecia. En el colmo de su arrogancia, confía con que puede derribarlos con un soplo.69

GIOVANNI DIODATI [1576-1649]

“Pious and Learned Annotations upon the Holy Bible”, 1648

Tus juicios los tiene muy lejos de su vista. Puesto que Dios no retribuye de inmediato cada pecado con su castigo correspondiente, los impíos pierden la visión de que en su momento juzgará toda la tierra.70 Los tribunales humanos deben actuar con rapidez y demostrar su eficacia; pero los métodos que el Señor utiliza para juzgar y retribuir el pecado son distintos, más sublimes y en apariencia, más lentos. Por eso los ojos de murciélago71 de los impíos no pueden verlos, y su ingenio no puede comprenderlos.72 Si Dios impartiera justicia sentándose a la puerta de cada pueblo e instalando allí su tribunal,73 hasta los más necios alcanzarían a discernirla; pero los hombres son incapaces de percibir que cuando una cuestión debe resolverse en las instancias de un tribunal tan elevado, instalado en el mismo cielo, es porque se trata de algo especialmente solemne. Tengan pues mucho cuidado también los creyentes de no caer en el mismo error y criticar las acciones del Juez supremo, olvidando que son demasiado elevadas para que la razón humana alcance comprenderlas.

C. H. SPURGEON

Tus juicios los tiene muy lejos de su vista. Fuera del alcance de su mirada, como el águila cuando vuela tan alto que sus víctimas no ven sus garras ni temen su ataque. Así los seres humanos presumen de su pecado, hasta que caen repentinamente en el desespero. Comienzan afirmando: «Bah, ¿acaso Dios lo ve?» para acabar preguntándose: «¡Ay! ¿acaso Dios me perdonará?». Cuanto más trata el hombre de ignorar sus pecados, más evidentes se le hacen: los ojos que ofusca la presunción, los esclarece la desesperación.

THOMAS ADAMS [1583-1653]

“Meditations upon some part of the Creed”, 1633

A todos sus adversarios desprecia. David describe al orgulloso resoplando a sus enemigos: inflado de orgullo, sobrevalorándose, como si estuviera hecho de una mejor materia que el resto, y se sopla a los demás como si pudiera hacerles algo, olvidando de que él mismo no es en este mundo más que un soplo, una ráfaga de viento que se pasa y no regresa.74

JOSEPH CARYL [1602-1673]

A todos sus adversarios desprecia. Literalmente: יָפִ֥יחַ בָּהֶֽם yāp̄îaḥ bāhem de פּ֫וּחַ puach, “les sopla”.75 Se ha entregado en cuerpo y alma al reino sombrío de la indiferencia, los demás ya no le importan, como tampoco se preocupa ya de sí mismo. A pesar de que el desprecio y la burla son sus únicas armas, pues ha olvidado cómo utilizar otras de carácter más sagrado, le tiene sin cuidado quién pueda enfrentársele como enemigo. Sus hábitos mentales van marcados por la burla; y ello le conduce a tratar con desprecio los juicios, opiniones y prácticas de todos los demás hombres, por muy sabios que sean.

JOHN MORISON [1791-1859]

“An Exposition of the Book of Psalms”, 1829

Vers. 6. Dice en su corazón: No seré movido jamás; nunca me alcanzará el infortunio. [Dice en su corazón: No seré inquietado jamás; nunca me alcanzará el infortunio. RVR] [Dice en su corazón: No hay quien me mueva; por todas las generaciones no sufriré adversidad. LBLA] [Y dice en su corazón: No seré conmovido jamás, el infortunio no me alcanzará. BTX] [Y se dice a sí mismo: «Nada me hará caer. Siempre seré feliz. Nunca tendré problemas. NVI] [Él piensa: “Nadie me hará caer; seré feliz, no me alcanzará la desgracia”. BLP] [Piensan: «¡Jamás nos sucederá algo malo! ¡Estaremos para siempre sin problemas! NTV]

Dice en su corazón: No hay quien me mueva; por todas las generaciones no sufriré adversidad. El testimonio del versículo sexto concluye la evidencia contra el reo tras las pruebas presentadas de orgullo, y ciertamente resulta concluyente en el más alto grado. Ya que el testigo ha penetrado en las cámaras más secretas de su corazón, y se dispone ahora a decirnos lo que ha escuchado:

“Dice en su corazón: No seré inquietado jamás; nunca me alcanzará el infortunio”. ¡Su impertinencia se ha arraigado! Se considera inmutable y omnipotente, o no se creería inmune a la adversidad. Se tiene a sí mismo por un privilegiado. Se sienta solo, y afirma que jamás gustará aflicción. Su ficción le hace creer que anida en las estrellas, y no sueña siquiera que una mano poderosa pueda bajarlo de ahí. Recordemos, sin embargo, que su casa está construida sobre la arena,76 sobre un fundamento tan inestable como las olas del mar. Quien se cree demasiado seguro, nunca está realmente seguro. Pues las jactancias no son contrafuertes, y la confianza en uno mismo es baluarte fácilmente quebradizo. En esto consiste la perdición de los necios, en que cuando tienen éxito se ufanan, se engrandecen a sí mismos y se hinchan de orgullo, como si su verano fuera a durar para siempre, y sus efímeras flores a florecer eternamente. ¡Sé humilde, oh necio más que necio, porque eres mortal, y tu suerte es mutable!

El segundo delito queda ahora a la vista. El hecho de que sea orgulloso y arrogante deja la puerta abierta para demostrar que es vengativo y cruel. Fue el orgullo de Amán el que engendró el proyecto cruel de acabar con todos los judíos.77 Fue el orgullo de Nabucodonosor el que le hizo construir una estatua de oro, mandar que todos se inclinaran ante ella, y ordenar cruelmente calentar el horno siete veces para acabar con todo aquel que no se rindiera a ante su voluntad.78 Cada pensamiento de orgullo tiene un hermano gemelo de crueldad. Todo aquel que se enaltece a sí mismo desprecia a los demás, y queda a un paso de convertirse en un tirano.

C. H. SPURGEON

Dice en su corazón: No seré inquietado jamás; nunca me alcanzará el infortunio. La soberbia provoca un falso concepto de invulnerabilidad carnal que abre la puerta del alma a todo tipo de impiedades. Cuentan de Pompeyo79 que habiendo fracasado en su asedio a una ciudad y no habiendo podido tomarla por la fuerza, se ingenió una estratagema: les propuso abandonar el sitio y firmar un tratado de paz, a condición de que dejaran entrar en la ciudad a un puñado de soldados heridos y enfermos para ser atendidos. Los defensores de la ciudad, creyéndose seguros, los dejaron entrar; y vez dentro, estos soldados abrieron la puerta al ejército invasor. Una falsa seguridad basada en falsos principios carnales acaba siempre abriendo la puerta del alma a un ejército de engaños y lujurias.

THOMAS BROOKS [1608-1680]

Dice en su corazón: No seré inquietado jamás; nunca me alcanzará el infortunio. Practicar la fe por la vía fácil; felicitarnos a nosotros mismos por haber alcanzado la meta antes de habernos esforzado en correr la carrera;80 alargar las manos para recibir la corona de justicia antes de habernos empleado a fondo en librar la batalla;81 contentarnos con una paz falsa, y no esforzarnos en alcanzar las gracias ligadas al verdadero consuelo: es una calma siniestra, similar a la que describen los navegantes, y que señala la inminencia de una tempestad terrible.82 De repente, en plena tempestad en medio del océano, las olas cesan, las nubes desaparecen el viento deja de soplar y el mar queda en calma, con la superficie del agua lisa y trasparente como un cristal: el pasajero inexperto se tranquiliza y respira feliz, pero los viejos marineros tiemblan. Pronto el viento vuelve a rugir, chorros de espuma barren la cubierta, los cielos se encienden y cada ola es una amenaza de muerte. ¡Muchos se creen seguros y a salvo cuando en realidad están en el ojo de la tormenta!

JACQUES SAURIN [1677-1730]

“Sermons choisis sur divers textes de l’Ecriture sainte: Romains VII 38-39”

Vers. 7. Llena está su boca de maldición, y de engaños y fraude; debajo de su lengua hay vejación y maldad. [Llena está su boca de maldición, y de engaños y fraude; debajo de su lengua hay vejación y maldad. RVR] [Llena está su boca de blasfemia, engaño y opresión; bajo su lengua hay malicia e iniquidad. LBLA] [Su boca desborda de insultos, de engaños y de opresión, debajo de su lengua hay agravios y maldades. BTX] [Llena está su boca de maldiciones, de mentiras y amenazas; bajo su lengua esconde maldad y violencia. NVI] [Su boca está llena de maldición, mentira y engaño; bajo su lengua hay injusticia y maldad. BLP] [Su boca está llena de maldiciones, mentiras y amenazas; tienen maldad y violencia en la punta de la lengua. NTV]

Llena está su boca de maldición, y de engaños y fraude; debajo de su lengua hay vejación y maldad. Vamos a escuchar ahora el testimonio de sus palabras. Dejemos que el desdichado hable por sí mismo, porque su propia boca lo va a condenar, pues: “Llena está su boca de maldiciones, de engaños y amenazas”. Y no de un poco de engaño, sino que tiene la boca colmada de él. Una serpiente de tres cabezas se ha enroscado dentro de su boca renegrida soltando veneno. Escupe maldición tanto contra Dios como los hombres, engaños con los que atrapa a los incautos, y fraude que utiliza para esquilmar a sus vecinos incluso en los tratos del día a día. Hay que tener mucho cuidado con una persona así: solo el ganso más tonto acudirá al discurso del zorro,83 y solo un necio redomado se asociará con bribones. Pero sigamos adelante y examinemos que hay debajo de su lengua. ¿Y qué encontramos? “Bajo su lengua hay vejación y maldad”.84 En lo más profundo de su garganta habitan los embriones de palabras, aún por nacer, que pronto verán la luz en forma de malicia e iniquidad.

C. H. SPURGEON

Llena está su boca de maldición, y de engaños y fraude; debajo de su lengua hay vejación y maldad. Una alusión impactante a cierto tipo de reptiles venenosos, de los que se dice llevan bolsas de veneno debajo de sus colmillos para poder infligir sutilmente mordeduras letales a cualquiera que se ponen a su alcance. ¡Qué descripción tan gráfica de los estragos que las mentes contaminadas de infidelidad infligen a la comunidad cristiana! Tanto por la tergiversación que hacen de la verdad, como por sus sentimientos y prácticas inmorales, resultan tanto o más perjudiciales a la mente que el veneno más letal puede serlo al cuerpo.

JOHN MORISON [1791-1859]

“An Exposition of the Book of Psalms”, 1829

Llena está su boca de maldición. Quienes maldicen están malditos.

JOHN TRAPP [1601-1669]

“A commentary or exposition upon the books of Ezra, Nehemiah, Esther, Job and Psalms”, 1657

Vers. 7-9. La crónica del interrogatorio de Anne Askew,85 llevado a cabo por el obispo Bonner,86 es un ejemplo evidente de la maldad y cruel oficio de los perseguidores: «A la mañana siguiente dispuso mi señor el Obispo de Londres que compareciera ente él, y mandó que me trajeran a la una de la tarde, cuando la hora oficial asignada para el interrogatorio era a las tres. Cuando estuve ante su presencia me dijo que lamentaba mucho mis aflicciones, y que deseaba saber mi opinión de las acusaciones que pesaban contra mí. Solicitó con osadía que le abriera los secretos de mi corazón, ordenándome que no temiera, porque nada de lo que pudiera decir ante él sería utilizado en mi contra. Le respondí: “Siendo que su señoría había dispuesto el interrogatorio a las tres de la tarde, y mis amigos no llegarán hasta esa hora, deseo que se me exima de responder a ninguna pregunta en tanto ellos no lleguen”».87 Sobre este hecho comenta Bale:88 «En la alteración de la hora del interrogatorio los perspicaces perciben la codicia de este obispo babilónico, este lobo sediento de la sangre de su presa. “Raudos y veloces van sus pies a derramar sangre inocente”,89 y como exclama el salmista: “llena está su boca de maldición, y de engaños y fraude; debajo de su lengua hay vejación y maldad” (10:7). David se asombra de que haya quienes, habiendo asumido el gobierno espiritual del pueblo, sean capaces de olvidarse de su responsabilidad y crean que les es lícito oprimir y devorar a los fieles sin compasión, como quien devora con avidez un pedazo de pan.90 Si es que han leído algo acerca de Dios, es evidente que poco les importa su deber. No en vano exclama Jeremías: “Ligeros fueron nuestros perseguidores más que las águilas del cielo; sobre los montes nos persiguieron, en el desierto nos pusieron emboscadas”.91 Quien quiera conocer la astucia de estos halcones mal llamados obispos al capturar a sus presas, aquí tiene un ejemplo evidente. Pienso que Judas no tenía siquiera una décima parte de la perfidia de tan siniestros personajes.

C. H. SPURGEON CITANDO a JOHN BALE [1495-1563]

“Examination of Anne Askew”, Parker Society’s Publications, 1849

Vers. 8. Se sienta en acecho cerca de las aldeas; en escondrijos mata al inocente. Sus ojos están acechando al desvalido. [Se sienta en acecho cerca de las aldeas; para matar a escondidas al inocente. sus ojos están acechando al desvalido. RVR] [Se sienta al acecho en las aldeas, en los escondrijos mata al inocente; sus ojos espían al desvalido. LBLA] [Se sienta al acecho, cerca de las aldeas, en escondrijos asesina al inocente. BTX] [Se pone al acecho en las aldeas, se esconde en espera de sus víctimas, y asesina a mansalva al inocente. NVI] [Se aposta al acecho junto a los poblados, a escondidas mata al inocente, sus ojos espían al desvalido. BLP] [Se esconden en emboscada en las aldeas, a la espera para matar a gente inocente; siempre buscan víctimas indefensas. NTV]

A pesar de su jactancia, este personaje miserable parece ser tan cobarde como cruel, pues: “Se sienta al acecho en las aldeas, en los escondrijos mata al inocente; sus ojos espían al desvalido”. Actúa como el bandolero, que cae por sorpresa sobre el viajero desprevenido en un tramo desolado del camino. Siempre hay al acecho malas personas que espían a los santos. Esta es tierra de ladrones y bandoleros, viajemos bien armados,92 pues detrás de cada arbusto puede estar oculto un enemigo. Por todas partes hay trampas puestas para que caigamos en ellas, y adversarios sedientos de nuestra sangre. Los hay que se sientan en nuestra mesa, y los hay al otro lado del mar.93 Nunca estamos a salvo, excepto cuando estamos con el Señor.

C. H. SPURGEON

Se sienta en acecho cerca de las aldeas. Los bandidos del desierto acechan escondidos entre las dunas de arena, cual lobos hambrientos, saltan súbitamente sobre el caminante solitario, le roban todas sus posesiones y desaparecen de nuevo entre las dunas, donde no se les puede perseguir. Nuestros amigos son precavidos y no nos permiten alejarnos del campamento, aunque nos parezca absurdo que nos puedan tender una emboscada, pues donde nos hallamos, entre Haifa94 y Acre,95 solo hay viajeros y estamos todos a la vista. Sin embargo aquí, donde nos encontramos, ocurren asaltos constantemente. ¡Extraño país! Siempre lo ha sido. Hay centenares de alusiones a ello en la historia, en los Salmos y en los libros de los profetas de Israel. En ello se basa un tipo de imaginario.96 Por ejemplo en el Salmo 10:8-10: “Se sienta en acecho cerca de las aldeas; para matar a escondidas al inocente. Sus ojos están acechando al desvalido; acecha en oculto, como el león desde su cueva; acecha para arrebatar al pobre; atrapa al desdichado atrayéndolo a su red. Se encoge, se agacha, y caen en sus fuertes garras muchos infelices”. (10:8-10). Y aún hoy mil bribones dan fe de esta imagen, escondidos y al acecho por todo el país para atrapar a los pobres viajeros indefensos. La mayoría de los viajeros que conocemos o con los que nos cruzamos van armados; nadie se atrevería a ir de Acre a Haifa sin su fusil, aunque los cañones de los castillos parecen vigilar cada palmo del camino. ¡Extraña tierra, muy extraña! Pero concuerda maravillosamente con la historia antigua y con las palabras que leemos en las páginas de la Escritura.

WILLIAM MCCLURE THOMSON [1806-1894]

“The Land of the Book”, 1859

Se sienta en acecho cerca de las aldeas; para matar a escondidas al inocente. sus ojos están acechando al desvalido. Mis compañeros de viaje me preguntaron si era consciente del peligro del que había escapado. “No”, les respondí; “¿qué peligro?”. Me contaron que justo después de haber iniciado el trayecto detectaron a un árabe salvaje vigilándome, agazapado en el suelo y con un fusil en la mano; y tan pronto como le pareció que me tenía a tiro levantó su arma; pero cuando miró frenético a su alrededor, como hace quien está a punto de perpetrar un acto desesperado, los vio a ellos y desapareció. Jeremías conocía bien las costumbres de estos árabes cuando escribió: “Junto a los caminos te sentabas para ellos como árabe en el desierto”,97 y la misma figura se utiliza en el Salmo 10:8-10, pues los árabes acechan y esperan a sus presas con el mayor afán y perseverancia.

JOHN GADSBY [1809-1893]

“My Wanderings”, 1860

Se sienta en acecho cerca de las aldeas; para matar a escondidas al inocente. sus ojos están acechando al desvalido. Esta metáfora e imaginario resalta la asiduidad, astucia y artimañas a las que recurren a menudo los enemigos de la verdad y la justicia para alcanzar sus proyectos corruptos y perversos. Su objetivo final es extinguir la fe verdadera; y no hay nada que no estén dispuestos a hacer con tal de conseguirlo. Los grandes poderes que han oprimido a la iglesia de Cristo en diferentes épocas responden a esta descripción: tanto las autoridades paganas como las huestes papistas han condescendido en la misma infamia. Prepararon, por así decirlo, emboscadas a los pobres que formaban el rebaño de Cristo; adoptaron todas las estratagemas que la habilidad infernal es capaz de inventar; se juntaron con príncipes en sus palacios o con mendigos en sus estercoleros; han ido a las aldeas y han entrado en las grandes ciudades; todo con el vano propósito de intentar borrar de la faz de la tierra un: “nombre que será para siempre y que se perpetuará y engrandecerá mientras dure el sol”.98

JOHN MORISON [1791-1859]

“An Exposition of the Book of Psalms”, 1829

Vers. 9. Acecha en oculto, como el león desde su cueva; acecha para arrebatar al pobre; arrebata al pobre trayéndolo a su red. [Acecha en oculto, como el león desde su cueva; acecha para arrebatar al pobre; atrapa al desdichado atrayéndolo a su red. RVR] [Acecha en el escondrijo como león en su guarida; acecha para atrapar al afligido, y atrapa al afligido arrastrándolo a su red. LBLA] [Acecha en lo encubierto, como el león desde su guarida, acecha para arrebatar al pobre, arrebata al pobre, atrayéndolo a su red. BTX] [Cual león en su guarida se agazapa, listo para atrapar al indefenso; le cae encima y lo arrastra en su red. NVI] [Se esconde al acecho como león en su guarida, acecha para apresar al humilde, lo apresa atrayéndolo a su trampa. BLP] [Como leones agazapados en sus escondites, esperan para lanzarse sobre los débiles. Como cazadores capturan a los indefensos y los arrastran envueltos en redes. NTV]

Acecha en oculto, como el león desde su cueva; acecha para arrebatar al pobre; atrapa al desdichado atrayéndolo a su red. El escenario se oscurece, pues entra en juego la astucia del león y el cazador, sumada al sigilo del ladrón. Y sin duda, hay personas que encajan con esta descripción al pie de la letra. Personas que acechando, fingiendo, engañando, calumniando, difamando y dando falso testimonio, destrozan la buena fama de los justos, y asesinan a los inocentes; o que con argucias legales, contratos, hipotecas, bonos, mandatos y similares, atrapan a los pobres en una red. Crisóstomo,99 fue peculiarmente severo comentando esta última fase de crueldad, pero no más de lo que era meritorio. Tened mucho cuidado, hermanos, porque las trampas son numerosas. Los leones hambrientos se agazapan en las madrigueras, y los cazadores de aves extienden sus redes en todos los campos.

Quarles100 describe bien los peligros que corremos en las siguientes líneas memorables:

Los que furtivamente quieren atraparte en falso,

¡siempre andan ocupados! Husmeando en tus cosas,

y tendiéndote trampas por todos lados.

Trampas sobre tus bienes, trampas sobre tus necesidades,

trampas sobre tu crédito, trampas sobre tu desgracia,

trampas cuando alcanzas éxito, trampas cuando fracasas,

trampas escondidas en tu lecho, trampas en lo que comes y bebes,

trampas sobre tus pensamientos, trampas sobre tus palabras.

Trampas en tu hora quieta, trampas en tu actividad,

trampas en tu ayuno, trampas en tu devoción,

trampas en tus decisiones, trampas en tus dudas,

trampas ocultas en tu corazón, y trampas fuera de él,

trampas encima de tu cabeza, y trampas bajo tus pies,

trampas en tu enfermedad, y trampas a la hora de tu muerte.

Oh, Señor, ¡guarda a tus siervos, y defiéndenos de todos nuestros enemigos!

C. H. SPURGEON

Acecha en oculto, como el león desde su cueva. La opresión hace de los príncipes leones rugientes, y convierte a los jueces en lobos rapaces. Un pecado totalmente contra natura, porque tergiversa la luz del derecho natural. Pues ninguna criatura oprime y devora a los de su propia especie. Contemplad las aves de presa, como las águilas, los buitres, los milanos, y no veréis que ataquen jamás a los de su propia especie. Mirad los animales de la selva, como el león, el tigre, el lobo y el oso, y hallaréis que siempre favorecen a sus congéneres. El hombre, sin embargo, contra toda ley natural, es predador en su misma especia, persigue y devora a otros hombres; como sucede con los peces del mar, donde el más grande siempre se traga al pequeño.

THOMAS BROOKS [1608-1680]

“London’s lamentations: or, A serious discourse concerning that late fiery Dispensation”, 1670

Acecha para arrebatar al pobre. El pobre es su presa favorita: tiene que madrugar y acostarse tarde, comer pan de fatigas,101 pasar hambre en muchas comidas, soportar el llanto de sus hijos por falta de alimentos; mientras que todo el fruto de sus sudores se acumula en la mesa de Nimrod.102 Podremos quejarnos, pero como afirma el orador refiriéndose a Verres:103 “pecuniosus nescit damnari”,104 “los ricos nunca se sienten condenados”. Ciertamente, el hombre de dinero puede ser condenado, pero difícilmente quedará perjudicado. Pero abusar del pobre es un pecado que clama al cielo, y los oídos atentos del Señor lo escucharán, y su mano justiciera actuará ante semejante provocación. Pues “si tacuerint pauperes loquentur lapides”, esto es, si a los pobres no les quedan ya fuerzas para clamar, las piedras clamarán.105 Las sanciones injustas, los impuestos abusivos, las opresiones y vejaciones; sumados al llanto y desespero de los vejados y oprimidos, clamarán a Dios por venganza: “Porque la piedra clamará desde el muro, y la tabla del enmaderado le responderá”.106 Ved qué cazan las bestias: ni zorros, ni lobos, ni jabalíes, toros o tigres. Porque ninguna bestia caza individuos de su propia especie para devorarlos. Pero si cazaran lobos, zorros o tigres, estarían cazando a los de su propia especie; pues son como ellos o aún peor que ellos, ya que: “lupus homo homini”, “el hombre es un lobo para el hombre”.107 Pero aunque quienes cazan son hombres, y cazan otros que por naturaleza también son seres humanos, no son de su misma clase sino corderos. Presas fáciles en las que hay carne para devorar y lana que aprovechar; y van tras ellas hasta henchirse; porque sus defensas y su armadura son muy débiles, y les resultan fáciles de dominar. Voy a decirlo claramente y con valentía:108 no hay en esta tierra ningún poderoso Nimrod que se atreva a dar caza a su igual; pero persigue a sus inferiores como hizo Nerón.109 Dejadle que haga reverencia a los encumbrados, mientras niega el saludo a los que tiene por debajo.110 Con aquellos a quienes domina es una arpía; con solo fruncir el ceño desencadena un terremoto. Si pudiera sería César y doblegaría a todos con impuestos.111 ¡Mucho pedir es ya si demuestra no ser un caníbal! Macrón112 saluda a Sejano113 tan solo mientras Sejano cuenta con el favor de Tiberio;114 pero esperad a que caiga de su pedestal, y veréis qué pronto está el perro a devorarle.

THOMAS ADAMS [1583-1653]

En un sermón basado en Génesis 25:27, titulado: “Politic Hunting”

Atrapa al desdichado atrayéndolo a su red. O como lo expresa el profeta Miqueas: “cada cual arma red a su hermano”.115 Los impíos cuentan con sus elixires políticos con los que embriagar y atrapar fácilmente a las gentes: mercancías llamativas expuestas en tiendas suntuosas, pero oscuras, (¿cómo podrían amar la luz quienes viven en completas tinieblas?) cautivando y atrayendo los clientes hacia su interior, donde las sanguijuelas detectan cómo chuparles la sangre: potenciar el deseo creando necesidad ficticia, para lograr que compren y paguen cuanto ellos quieran. Y aunque se defiendan alegando que los clientes compran por voluntad propia, “no se admiten reclamaciones”,116 la realidad es que, con frases seductoras y sugerencias sutiles, les envuelven con una neblina encantadora que les ciega, impidiéndoles vislumbrar la verdad que hay detrás hasta hacerles caer en el lazo. Así es como algunos de nosotros hemos emplumado sus nidos, no recurriendo a la violencia abierta, pero sí empleando la trama y corrupción política. Han buscado el vellocino de oro, no por los méritos de Jasón,117 sino con las sutilezas de la hechicera Medea. Si tuviera que poner al descubierto los engaños de estos cazadores, y desenmascararlos como corresponde, me tomaría mucho más tiempo del que vosotros estarías dispuestos a concederme. Así que me limito a responder a todas sus artimañas con palabras de Agustín:118 «Puede que sus tretas y añagazas funcionen y se sostengan “en derecho humano”, pero no “en derecho celeste”,119 en los juzgados y tribunales de la tierra, pero no ante el trono de justicia del gran Rey en el cielo».

THOMAS ADAMS [1583-1653]

En un sermón basado en Génesis 25:27, titulado: “Politic Hunting”

Vers. 10. Se encoge, se agacha, y caen en sus fuertes garras muchos desdichados. [Se encoge, se agacha, y caen en sus fuertes garras muchos infelices. RVR] [Se agazapa, se encoge, y los desdichados caen en sus garras. LBLA] [Se encoge, se agazapa, y los menesterosos caen en sus fuertes garras. BTX] [Bajo el peso de su poder, sus víctimas caen por tierra. NVI] [Se agazapa, se encorva y caen en sus garras los desvalidos. BLP] [Sus pobres víctimas quedan aplastadas; caen bajo la fuerza de los malvados. NTV]

Se agacha, y se humilla, para que el pobre caiga en sus fuertes garras.120 Aparentando humildad, se hace a menudo escudero de malicia. El león se agacha para poder saltar a mayor distancia y clavar con más fuerza sus fuertes garras sobre la presa. Los antiguos advertían del lobo viejo que había probado la sangre humana gritando: «¡Hombre lobo!»121 y en el caso que nos ocupa, nosotros no deberíamos dejar de gritar: «¡Hombre zorro!» Los que se agachan en aparente humildad hasta tocar nuestros pies, están buscando hacernos caer. Seamos muy cuidadosos con los aduladores, pues la amistad verdadera y la adulación son enemigos mortales.

C. H. SPURGEON

Se encoge, se agacha. Con tal de asumir sus viles propósitos, no hay nada demasiado servil o humillante. Tal es el caso del Romano Pontífice, cuando se agacha para lavar los pies de los peregrinos, una estratagema necesaria para engatusar la mente de las multitudes; y después, sentado en un trono de púrpura, amenazar y atemorizar a los reyes de la tierra.

JOHN MORISON [1791-1859]

“An Exposition of the Book of Psalms”, 1829

Se encoge, se agacha, y caen en sus fuertes garras muchos infelices. Si descubrís un lobo con piel de oveja: ¡colgadlo! Es lo peor de su generación.

THOMAS ADAMS [1583-1653]

En un sermón basado en Génesis 25:27, titulado: “Politic Hunting”

Vers. 11. Dice en su corazón: Dios ha olvidado; ha encubierto su rostro; nunca lo verá. [Dice en su corazón: Dios se ha olvidado; tiene tapado su rostro; nunca lo verá. RVR] [Dice en su corazón: Dios se ha olvidado; ha escondido su rostro; nunca verá nada. LBLA] [Dice en su corazón: Elohim ha olvidado, ha escondido su rostro, no lo verá jamás. BTX] [Se dice a sí mismo: «Dios se ha olvidado. Se cubre el rostro. Nunca ve nada». NVI] [Piensa: “Dios lo ha olvidado, ha ocultado su rostro, nunca vio nada”. BLP] [Los malvados piensan: «¡Dios no nos mira! ¡Ha cerrado los ojos y ni siquiera ve lo que hacemos!». NTV]

Dice en su corazón: Dios se ha olvidado; tiene tapado su rostro; nunca lo verá. Como en el versículo anterior, de nuevo aparece un testigo que ha escuchado por el ojo de la cerradura de su corazón. Habla, amigo, escuchemos tu historia: “Dice en su corazón: Dios se ha olvidado; ha escondido su rostro; nunca verá nada”. Este personaje cruel se consuela pensando que Dios es ciego, o, al menos, olvidadizo: una fantasía engañosa, ciertamente. Cuando persiguen a los santos, los impíos ponen en duda la omnisciencia de Dios. Pues si tuvieran conciencia y sentido de la presencia de Dios, se les haría imposible maltratar a sus hijos. De hecho, difícilmente puede hallarse un elemento más eficaz para preservarnos del pecado que el pensamiento constante de: “Tú eres Dios que ve”.122

Y así procede el juicio. El caso ha sido expuesto plenamente; y ahora, no es de extrañar que el oprimido peticionario levante su voz pidiendo justicia, como leemos en el versículo siguiente.

C. H. SPURGEON

Dice en su corazón: Dios se ha olvidado. ¿No es absurdo olvidarse de los pecados cometidos en el pasado? Los pecados antiguos, olvidados por los hombres, pasan a formar parte de una memoria infinita. El tiempo no puede borrar algo que es conocido y ha sido registrado desde el principio. ¿Por qué habrían de borrarse si había constancia de ellos desde la eternidad, antes que se cometieran, antes de que el transgresor naciera? Amalec tuvo que pagar en época de Saúl su actitud contra Israel cuando subía de Egipto, a pesar de que en época de Saúl la generación que cometió tal error ya eran todos ceniza en sus tumbas.123 Los pecados antiguos permanecen registrados en un libro que se encuentra siempre delante de Dios; y no tan solo nuestros pecados, sino también los pecados de nuestros padres, que serán retribuidos a su posteridad: “He aquí que escrito está delante de mí; no callaré, sino que recompensaré, y daré el pago en su seno por vuestras iniquidades, dice Jehová, y por las iniquidades de vuestros padres”.124 Por tanto, ¡qué insensatez tan grande es pasar por alto los pecados de la generación que nos ha precedido! Aunque no tengamos constancia completa de todos ellos, ¿creemos que Dios los ha olvidado? Los pecados permanecen vigentes para Dios hasta su total resolución, como hacen los hombres con las obligaciones de deuda: “Cerrada en saco está la maldad de Efraín; su pecado está guardado en lugar seguro”.125 Así como Dios conoce todas las cosas antes de que sucedan, así también recuerda indefinidamente todos los actos que se han cometido. Afirmar que Dios olvida nuestros pecados cometidos en el pasado es como afirmar que Dios no conoce qué ha de suceder en el universo hasta su final y que ha olvidado todo lo que ha sucedido desde su comienzo.

STEPHEN CHARNOCK [1628-1680]

“The Existence and Attributes of God”, 1682

Tiene tapado su rostro; nunca lo verá. ¡Cuántos hay que con la lengua confiesan que Dios ve todas las cosas, mientras en su corazón piensan «Dios no lo ve»! El corazón tiene lengua propia, como la cabeza, pero rara vez hablan ambas el mismo idioma; la lengua de la cabeza confiesa que: “No hay cosa creada que esté oculta de su vista; antes bien todas las cosas están desnudas y descubiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta”,126 mientras la lengua del corazón la contradice: “tiene tapado su rostro y nunca lo verá”. Y así, los impíos, como dice el profeta: “cavan muy hondo para esconder sus planes al Señor, y realizan sus obras en tinieblas”,127 con la esperanza de ocultarlas de la mirada divina. Pero todas sus excavaciones son inútiles, pues: “¿Acaso ha de reputarse la arcilla como el que la moldea? ¿Acaso dirá la obra de su hacedor: no me hizo? ¿Dirá la vasija de aquel que la ha formado: no entiende el oficio?”.128

JOSEPH CARYL [1602-1673]

Dice en su corazón: Dios se ha olvidado; tiene tapado su rostro; nunca lo verá. Este pensamiento se identifica como la raíz pecado en muchos lugares de la Escritura, “le ha vuelto la espalda al mundo”. Los impíos justifican así la persecución de los pobres descrita en los versículos 9 y 10 de este salmo. Pues no hay pecado que no parta y se nutra de esta amarga raíz. Si desechamos idea de la omnisciencia divina en una sola noche crecen la ambición, la codicia, la desconfianza, la impaciencia, el abandono de la fe, y todas las demás calabaceras amargas.129 A partir de este razonamiento, la iniquidad fabrica argumentos con los que alentarse. Por tanto, nada mejor para expulsar la iniquidad del corazón y desalentar la corrupción rampante, que una firme creencia en el hecho demostrado que Dios se ocupa de los asuntos humanos.

STEPHEN CHARNOCK [1628-1680]

“Discourses upon the Existence and Attributes of God. The Divine Providence”, 1682

Dice en su corazón: Dios se ha olvidado; tiene tapado su rostro; nunca lo verá. Como afirma el sabio predicador: “Por cuanto no se ejecuta luego sentencia contra las malas acciones, el corazón de los hijos de los hombres está en ellos dispuesto para hacer el mal”.130 Al demorar Dios el castigo, los hombres demoran su arrepentimiento; no les golpea la espalda con la vara de corrección, y ellos no se golpean el muslo en humillación.131 El pecador concluye: “Dios me ha tolerado todo este tiempo, ha mostrado paciencia infinita, así que lo más probable es que nunca me va a castigar”. “Dice en su corazón: Dios se ha olvidado”. Ciertamente, en razón de su paciencia infinita, de su naturaleza benevolente y perdonadora, Dios aplaza sus juicios y demora por largo tiempo la ejecución de las sentencias;132 pero ello no implica en absoluto que no esté dispuesto a castigar. La abeja, por naturaleza, da miel; pero cuando se enoja clava el aguijón. El Señor desea que todos los hombres hagan las paces con él; pero pisotea a los que abusan y se burlan de él.133 Dios no actúa como el acreedor apresurado, que requiere de inmediato la ejecución de la deuda, sino que concede plazo para el pago; no tan solo es piadoso, sino que “espera para tener piedad”;134 con su paciencia trata de sobornar a los pecadores y traerlos al arrepentimiento; ¡pero ay! ¡cuánto abusan los hombres de esa paciencia! Cuanto más alarga Dios el canal de su ira,135 más alargan los pecadores el conducto de sus lágrimas; hasta que finalmente la ira de Dios estalla.

THOMAS WATSON [1620-1686]

“The Beatitudes”, 1660

Dice en su corazón: Dios se ha olvidado; tiene tapado su rostro; nunca lo verá. Como Dios tolera sus pecados, ellos continúan provocándolo. Él alarga sus vidas para que puedan arrepentirse, y ellos aumentan sus lujurias. Actúan como un necio dispuesto a quebrarse todos los huesos del cuerpo solo porque hay un cirujano capaz de recomponerlos (…) La justicia divina parece parpadear, y ellos la suponen ciega; como el castigo se demora, imaginan que no lo habrá; porque no les reprende los pecados de inmediato, suponen que los aprueba. Pero sabed que la flecha silenciosa puede ser tan mortal como el cañón que ruge con estruendo. Y aunque la paciencia de Dios es dilatada, no es eterna.

WILLIAM SECKER [¿?-1681]

“The Nonsuch Professor”, 1660

Vers. 11, 12, 13. El ateo niega que Dios intervenga en los asuntos terrenales: “Hasta dicen: «¿Cómo puede Dios saberlo? ¿Acaso el Altísimo tiene entendimiento?»”,136 y así lo mutila: sin el ojo de su providencia o el brazo de su poder, limita su acción, con mucho, a cuestiones por encima de las nubes. Más todo el que se atreve a confinar al Rey de los cielos, al cabo de poco busca deponerlo, y acaba finalmente negando su existencia.

THOMAS FULLER [1608-1661]

“The Cause and Cure of a Wounded Conscience”, 1647

Vers. 12. Levántate, oh Jehová Dios, alza tu mano; no te olvides de los pobres. [Levántate, oh Jehová Dios, alza tu mano; no te olvides de los pobres. RVR] [Levántate, oh Señor; alza, oh Dios, tu mano. No te olvides de los pobres. LBLA] [¡Levántate, oh YHVH! ¡Oh Elohim, alza tu mano, y no te olvides del humilde! BTX] [¡Levántate, Señor! ¡Levanta, oh Dios, tu brazo!¡No te olvides de los indefensos! NVI] ¡Ponte, Señor, en acción!¡Muestra, oh Dios, tu poder! No olvides a los humildes. BLP] [¡Levántate, oh Señor! ¡Castiga a los malvados, oh Dios! ¡No te olvides de los indefensos! NTV]

Levántate, oh Jehová Dios, alza tu mano;137 no te olvides de los humildes. ¡Qué osada la fe al dirigirse a Dios! Y a pesar de ello, cuánta incredulidad se mezcla con nuestra confianza más sólida. Por un lado, desata al Señor sin temor para que se alce y levante su mano; pero a la vez implora con timidez que no se olvide de los humildes. ¡Como si Jehová pudiera olvidarse jamás de sus santos! Este versículo es el grito incesante de la Iglesia, y no cesará de repetirlo hasta que su Señor venga de nuevo en gloria a vengarla de todos sus adversarios.

C. H. SPURGEON

Vers. 13. ¿Por qué desprecia el malo a Dios? En su corazón ha dicho: Tú no lo inquirirás. [¿Por qué desprecia el malo a Dios? En su corazón ha dicho: Tú no lo inquirirás. RVR] [¿Por qué ha despreciado el impío a Dios? Ha dicho en su corazón: Tú no lo requerirás. LBLA] [¿Por qué el malvado menosprecia a Elohim? Porque en su corazón piensa que no le pedirás cuenta. BTX] [¿Por qué te ha de menospreciar el malvado? ¿Por qué ha de pensar que no lo llamarás a cuentas? NVI] [¿Por qué el malvado injuria al Señor pensando: “de nada me hace responsable”? BLP] [¿Por qué los malvados desprecian a Dios y quedan impunes? Piensan: «Dios nunca nos pedirá cuentas». NTV]

¿Por qué desprecia el malo a Dios? En su corazón ha dicho: Tú no lo inquirirás. Los siguientes versículos condensan una descripción de carácter de los malvados aclarando la fuente de su malicia, a saber, sus conceptos ateos sobre el gobierno del mundo. Algo que, como fácilmente se percibe, plantea una nueva petición urgente para que el Señor muestre su poder y haga patente su justicia. Pues cuando vemos que los impíos cuestionan justicia de Dios, tenemos derecho a pedirle que les muestre cuán terrible es. Este versículo descubre la esperanza del infiel y los deseos de su corazón: desprecia al Señor porque no cree que el pecado vaya a recibir un justo castigo: “En su corazón ha dicho: Tú no lo inquirirás”. Aun cuando no hubiera infierno para otros pecadores, debería haberlo para aquellos que cuestionan su justicia.

C. H. SPURGEON

¿Por qué desprecia el malo a Dios? En su corazón ha dicho: Tú no lo inquirirás. Dudas razonables sobre la futura retribución:

1 ¿Quién las consiente? “El malo”.

2 ¿Dónde las alberga?: “En su corazón”.

3 ¿Por qué motivo? Para aquietar su conciencia.

4 ¿Con qué consecuencias prácticas? “Menosprecia a Dios”. Quién no cree en el infierno, desconfía del cielo.

ANÓNIMO

Ha dicho en su corazón: Tú no lo requerirás. Como cuando el capitán advirtió al pirata, que estaba saqueando, diciéndole que a pesar de que ninguna ley podía tocarlo por el momento, tendría que responder por todo en el día del juicio, y respondió: «Si tan largo me lo fiais, aprovecharé para quedarme también con el barco y con vuestra misma persona». Una arrogancia con la que usurpadores y opresores se adulan en sus corazones, aunque no se atrevan a pronunciarla con sus labios.

THOMAS ADAMS [1583-1653]

Vers. 13, 14. ¡Cómo! ¿Crees que Dios no recuerda aquellos pecados que nosotros no consideramos? Te equivocas, pues cuando pecamos los va añadiendo en la cuenta, el Juez supremo lo anota todo en la tabla de sus recuerdos, y el tamaño del pergamino alcanza el cielo. Una nota por haber prestado con usura; otra por alquileres abusivos; otra por beneficios desproporcionados; otra por insultos y amenazas; una más por dejar morir de hambre a los pobres; otra por jugarse a los dados el fruto de sus pillajes y rapiñas; otra nota por dormirse en la iglesia; otra por profanar el Sabbath; otra por presumir; Dios anota todos los pecados y los revisará uno por uno. Y cada cual tendrá que responder de sus acciones: el fornicador de su placer sucio; el clérigo deshonesto de engatusar a miles de almas; el propietario de expoliar a sus inquilinos pobres con rentas abusivas; y así podríamos seguir hasta el infinito. Cuando la trompeta suene y cielos y tierra sean llamados a testificar en el juicio contra ellos,138 allí estarán todos conducidos cual rebaños de ovejas;139 cuando los cielos se desvanezcan como un pergamino y la tierra se consuma en fuego,140 cuando todas las criaturas creadas se alineen contra ellos, cuando las rocas se abran, las montañas crujan y los cimientos de la tierra tiemblen,141entonces dirán a los montes: “caed sobre nosotros y escondednos de la presencia, la ira y el enojo de Aquel a quien no tuvimos reparo en ofender”.142 Pero no tendrán manera de cubrirse ni dónde esconderse, antes bien retrocederán143 por un camino plagado de reptiles y serpientes, hacia un lugar lóbrego donde demonios los atormentarán perpetuamente.

HENRY SMITH [1560-1591]

en un sermón titulado “The Trumpet of the Soul founding to Judgement” 1578

Vers. 14. Tú lo has visto; porque miras el trabajo y la vejación, para dar la recompensa con tu mano; a ti se acoge el desvalido; tú eres el amparo del huérfano. [Tú lo has visto; porque miras los trabajos y la vejación, para dar la recompensa con tu mano; a ti se acoge el desvalido; tú eres el amparo del huérfano. RVR] [Tú lo has visto, porque has contemplado la malicia y la vejación, para hacer justicia con tu mano. A ti se acoge el desvalido; tú has sido amparo del huérfano. LBLA] [Sin embargo, Tú lo ves, porque observas el agravio y la vejación, para retribuirlo con tu mano. ¡A Ti se encomienda el desvalido!¡Tú eres el defensor del huérfano! BTX] [Pero tú ves la opresión y la violencia, las tomas en cuenta y te harás cargo de ellas. Las víctimas confían en ti; tú eres la ayuda de los huérfanos. NVI] [Pero tú lo has visto, tú miras la miseria y el dolor para acogerlos en tus manos. En ti se abandona el desvalido, tú eres quien protege al huérfano. BLP] [Pero tú ves los problemas y el dolor que causan; lo tomas en cuenta y los castigas. Los indefensos depositan su confianza en ti; tú defiendes a los huérfanos». NTV]

La vil insinuación del versículo 13: “Tú no lo requerirás”, recibe su respuesta en el versículo 14: “Tú lo has visto; porque miras los trabajos y la vejación, para dar la recompensa con tu mano”. Dios es todo ojos a la hora de ver las cosas, y todo manos para castigar a sus enemigos. No hay escondite de la supervisión divina, ni fuga de su justicia. Los excesos de todo tipo tendrán su merecido en desdicha, y los que albergan rencor heredarán tristeza y aflicción. Porque hay, en verdad, un Dios que juzga en la tierra. Mas no se limita castigar a los opresores, sino que se hace amigo de los oprimidos: “a ti se acoge el desvalido”. Los pobres, los menesterosos, los afligidos, se entregan por entero en manos del Señor; encomendando su causa y juicio a su divino entendimiento, sometiendo su voluntad a su soberanía, y confían que con ello las cosas les irán mejor. Dios nunca defrauda esa esperanza: les preserva en tiempos de necesidad, y hace que se regocijen en su bondad.

“Tú eres el amparo del huérfano” Dios es padre de todos los huérfanos. Cuando el padre terrenal duerme bajo la tierra, hay un Padre celestial que sonríe desde arriba. De un modo o de otro, los niños huérfanos reciben su alimento, y bien pueden, contando con un Padre semejante.144

C. H. SPURGEON

Tú lo has visto; porque miras los trabajos y la vejación, para dar la recompensa con tu mano. Debería aterrorizar a los malvados pensar que todo lo que hacen, lo hacen a la vista de Aquel que les ha de juzgar, y que los llamará a cuentas por cada pensamiento que hayan concebido en contra de su majestad. Debería causarles un miedo pavoroso saber que cuando arden de lujuria y maquinan con odio, cuando desprecian a los justos y hacen daño a los inocentes, no solo lo hacen “conspectu Dei”, “dentro de la mirada de Dios”, sino también “sinu divinitatis”, en el mismísimo seno de la deidad, la cual, a pesar de haberlos soportado durante un tiempo y dejarles correr cual: “asna montés acostumbrada al desierto, que en su ardor olfatea el viento”,145 con todo, finalmente los encontrará, los segará y los destruirá. Y eso que es motivo de terror para los impíos ha de ser consuelo para los piadosos, que Aquel que ha de escuchar sus oraciones y mandarles ayuda esté tan cerca de ellos; y debe motivarles a confiar más y más en él, porque sabemos que su presencia está siempre allí donde nos encontremos.

G. WILLIAMS

1636

A ti se acoge el desvalido. Buena parte del sufrimiento que atenaza nuestros corazones tiene su origen en la falta de confianza. Un alma incrédula anda sobre las promesas divinas como un caminante sobre una placa de hielo: al principio siente miedo y teme incontrolablemente que en cualquier momento pueda agrietarse. Pero el creyente que mantiene una comunión diaria con el Señor se familiariza con su poder, fidelidad, y demás atributos, y gana día a día en seguridad y confianza. Cuando atravesamos dificultades brotan dudas en nuestro corazón por la ausencia de comunión y la falta de familiaridad con Dios. Una comunión constante con Dios nos aporta experiencias reales tanto de sus atributos como de sus promesas; que no deberían precisar del testimonio de nuestros sentidos para que las tuviéramos por reales y creíbles; sin embargo, somos tan dados a los sentidos, y nuestra fe es tan débil y pueril, que las experiencias son de gran ayuda para nuestros corazones a la hora de fortalecer nuestra seguridad y confianza en Dios cara al futuro. Encomienda, por tanto, tus caminos a las manos Dios cada mañana,146 como leemos también en el versículo catorce de este salmo: “A ti se acoge el desvalido”. Y por la noche, analiza cómo Dios ha respondido a esa confianza, y no te duermas hasta haber constatado su fidelidad en tu corazón, encomendando luego tu descanso nocturno nuevamente en sus manos con una confianza renovada y absoluta.147 Y cuando se produzca alguna pérdida aparente, y te veas privado de algún goce que creías tener asegurado por la fe en tu Dios, observa cómo Dios compensa esa pérdida llenando el vacío; y no cejes hasta haber recuperado tu confianza y vindicado el buen nombre de Dios en tu corazón. Asegúrate de que no queda en ti un resquicio de insatisfacción; cerciórate de que tu espíritu redime plenamente su relación con su Señor; y reprende a tu alma por su desconfianza, como hizo David en el Salmo 42.148 De ese modo, contando con la bendición divina, darás nuevo aliento a tu fe, capacitándola, si fuera necesario, para afrontar pruebas más duras.

WILLIAM GURNALL [1617-1679]

“Christian in complete armour, or, a treatise of the saints war against the Devil”, 1655

Tú eres el amparo del huérfano. Dios ejerce una providencia especial sobre quienes están en circunstancias más desfavorecidas; y entre sus muchas facetas destaca la de ser “amparo del huérfano”. Este es el argumento que se utiliza para describir el amparo divino en el retorno de Israel, la Iglesia, a Dios: “porque en ti el huérfano alcanzará misericordia”.149 ¿Qué consuelo puede haber mayor que este? El Ser que gobierna este mundo es tan sabio que no puede errar; tan fiel que no puede defraudar; tan compasivo que no puede descuidar a su pueblo; y tan poderoso, que si lo desea puede convertir las piedras en pan (…) Dios no gobierna el mundo a su antojo, como un rey absolutista; sino con sabiduría y bondad, como un padre tierno. Su mayor deleite no está en demostrar su poder soberano, o su sabiduría inconcebible, sino su inmensa bondad, a la que subordina todos sus demás atributos.

STEPHEN CHARNOCK [1628-1680]

“Discourses upon the Existence and Attributes of God. The Divine Providence”, 1682

Tú lo has visto; porque miras los trabajos y la vejación, para dar la recompensa con tu mano. Si Dios no viera nuestras acciones ni vigilara nuestros caminos, podríamos pecar y salir impunes; pero las ve, con ojos demasiado puros como para contemplar la iniquidad y pasarla por alto, y está obligado, por su justicia y su honor, a castigar cuanta iniquidad vea. David hace de esto el principio fundamental de la superintendencia de Dios sobre los caminos de los hombres: “Tú lo has visto; porque miras los trabajos y la vejación, para dar la recompensa con tu mano; a ti se acoge el desvalido; Tú eres el amparo del huérfano”. Describe al Señor como si hubiera examinado todos los caminos de los hombres: “Tú lo has visto”. ¿Y qué ha visto? Pues toda la maldad y opresión sobre los pobres descritas en la primera parte del Salmo, así como el desprecio y la blasfemia de los impíos en su contra del versículo 13: ¿Por qué desprecia el malo a Dios? En su corazón ha dicho: Tú no lo inquirirás”. ¿Y qué dice acerca de Dios ante el desafío de este hombre necio y confiado? “Has contemplado la malicia y la vejación”. Pero ¿con qué fin?: “para hacer justicia con tu mano”. Como has visto el daño que ha cometido con malicia, has retribuirle con rectitud. El Señor no es un mero espectador de las cosas que suceden en su universo, a la vez retribuye y venga. Por tanto, partiendo de esta verdad irrebatible: que el Señor ve todos nuestros caminos y cuenta todos nuestros pasos,150 el profeta concluye que: “a los justos que les irá bien, porque el fruto de sus obras comerán”,151 y añade: “¡Ay del impío! Mal le irá, porque según las obras de sus manos le será pagado”.152 Pues solo los ídolos que tienen ojos que no ven, tienen manos que no golpean.153

JOSEPH CARYL [1602-1673]

Tú lo has visto; porque miras los trabajos y la vejación, para dar la recompensa con tu mano; a ti se acoge el desvalido; tú eres el amparo del huérfano. Haced saber a los pobres que su Dios cuida de ellos; y que castigará con vara los pecados de aquellos que les oprimen y expolian, por haber olvidado que somos miembros de un mismo cuerpo, los unos de los otros,154 y haberse apoderado de los bienes de sus hermanos. Dios los volverá contra sí mismos y los golpeará con sus propias varas; bien sea haciendo que sus planes fracasen y consuman su hacienda; o que sus descendientes malgastadores pongan alas a las riquezas que ellos han acumulado disipándolas en poco tiempo; o bien arrebatándoles su bendición e impidiendo que disfruten de sus riquezas, que serán traspasadas a otros que se muestren más misericordiosos con los pobres. Sigan, por tanto, los pobres el consejo del sabio: “ni en lo secreto de tu cámara digas mal del rico”,155 que no den cabida a un sentimiento de amargura anticristiana como fruto de una causa justa; que les sea consuelo suficiente saber que Dios es a la vez su apoyo y su se vengador. ¿No es suficiente para disipar las tormentas del descontento contra sus opresores saber que Dios ve su aflicción, y descenderá para liberarles y vengarles?

EDWARD MARBURY [1581-1655]

“A Commentary or Exposition Upon the Prophecy of Habakkuk”, 1650

Tú lo has visto; porque miras las obras y la vejación, para dar la recompensa con tu mano; a ti se acoge el desvalido; tú eres el amparo del huérfano. Dios ve y considera todas nuestras obras, ¿vas tú a dejar de lado las obras de Dios? Si de una cosa puedes estar completamente seguro es que, si tomas en consideración las obras de Dios manifiestas en sus palabras y acciones, también Dios tomará en consideración las tuyas; obras que por sí mismas no valdría la pena considerar, pues son obras de pecado, tan viles que hasta tú mismo al contemplarlas sentirías vergüenza; y a pesar de que las aborrece con solo mirarlas, Dios las contempla y considera. El Señor, cuyos ojos son tan limpios y puros que rehúsan mirar la maldad más insignificante, y ni digamos ya aprobarla o tolerarla, se digna a contemplar tus iniquidades monstruosas, y a considerar tus obras impuras. “Tú –exclama David– lo has visto; porque miras las obras y la vejación, para dar la recompensa”. Dios, ha contemplado las obras más sucias e inmundas de los hombres, obras de opresión e injusticia, obras de intemperancia y lascivia, obras de ira y malicia, las ha considerado, las ha detestado y las retribuirá en consecuencia. Y si Dios contempla y considera todas las obras de los hombres, incluso las sucias y corruptas, ¿no deberán los hombres contemplar y considerar las obras de Dios, que son santas, justas y rectas?

JOSEPH CARYL [1602-1673]

Vers. 14-18. Dios se deleita en ayudar a los pobres, pues para él los mejores son los más débiles. A diferencia de los hombres, que cuando surge una disputa adoptan una actitud neutral hasta tener claro, no qué parte tiene la razón y cuál es más justo apoyar, sino qué parte es la más fuerte y tiene más probabilidades de ganar. Ahora bien, si algo hay en particular (además de la causa) que atrae e involucra a Dios es la debilidad de uno de los bandos. Se une a los muchos porque son débiles, no a los pocos porque son fuertes; por ello el salmista lo describe como ayudador de los desvalidos, y padre de los huérfanos, pues en él hallan los huérfanos misericordia. Y en este caso, por huérfano no hemos de entender únicamente aquel cuyos padres han fallecido, sino cualquiera que se encuentre en peligro, como Cristo prometió a sus discípulos: “No os dejaré huérfanos”,156 es decir, desvalidos, o (como algunos traducen) desconsolados; aunque sois como niños sin padre, yo seré vuestro Padre. A menudo los hombres son como esas nubes ligeras que se desvanecen en el mar: mandan regalos a los ricos y ayudan a los fuertes; pero Dios envía su lluvia sobre la tierra seca y presta su fuerza a los débiles (…) El profeta, partiendo de su propia experiencia, hace la siguiente descripción sobre el carácter de Dios:” fuiste fortaleza para el pobre, fortaleza para el necesitado en su aflicción, refugio contra la tormenta, sombra contra el calor”.157

JOSEPH CARYL [1602-1673]

Vers. 15. Quebranta tú el brazo del inicuo, y persigue la maldad del malo hasta que no halles ninguna. [Quebranta tú el brazo del inicuo, y persigue la maldad del malo hasta que desaparezca. RVR] [Quiebra tú el brazo del impío y del malvado; persigue su maldad hasta que desaparezca. LBLA] [¡Quebranta el brazo del malvado y del perverso! ¡Persigue su impiedad hasta que no quede ninguna! BTX] [¡Rómpeles el brazo al malvado y al impío!¡Pídeles cuentas de su maldad, y haz que desaparezcan por completo! NVI] [Destruye el poder del malvado y del injusto, hazle responder de su maldad hasta que desaparezca por completo. BLP] [¡Quiébrale los brazos a esta gente malvada y perversa! Persíguelos hasta destruir al último de ellos. NTV]

Quebranta tú el brazo del inicuo, y persigue la maldad del malo hasta que desaparezca. En este versículo escuchamos de nuevo el peso de la petición del salmista: “Quebranta el brazo del inicuo”. Haz que el pecador pierda su capacidad para seguir pecando; paraliza al tirano, detén al opresor, debilita los lomos de los poderosos, y quebranta en pedazos al despiadado. Ya que niegan tu justicia, házsela sentir en su grado máximo. Y la sentirán, porque Dios dará caza al pecador sin tregua; mientras haya en él un grano de pecado, será perseguido y castigado. Es digno de mención que muy pocos de los grandes perseguidores han muerto pacíficamente en sus camas: la maldición derivada de sus acciones los ha acosado de forma manifiesta, y sus terribles sufrimientos les han dejado constancia de esa justicia divina que un día desafiaron. Dios permite que los tiranos broten como los zarzales para proteger su iglesia de intrusos hipócritas, y a su vez, enseñar una lección a sus hijos rebeldes y reincidentes, como hizo Gedeón con los ancianos de la ciudad de Sucot con espinos y abrojos del desierto.158 Pero no tarda mucho en arrancar esos zarzales y cortar de un tajo a estos Herodes, como se cortan las matas de abrojos y espinas, arrojándolos al fuego. A Tales de Mileto159 uno de los siete sabios de Grecia, le preguntaron qué cosa consideraba la más rara y extraña en el mundo, y respondió: «Ver a un tirano vivir hasta llegar a viejo». ¡Ved cómo el Señor rompe, no solo el brazo, sino el cuello de estos opresores orgullosos! Para aquellos que no han obrado con justicia ni misericordia con los santos, habrá justicia sin un gramo de piedad.

C. H. SPURGEON

Vers. 16. Jehová es Rey eternamente y para siempre; de su tierra han perecido las naciones. [Jehová es Rey eternamente para siempre; de su tierra han sido barridos los gentiles. RVR] [El Señor es Rey eternamente y para siempre; las naciones han perecido de su tierra. LBLA] [YHVH es Rey por siempre jamás, las naciones que ocupaban su tierra han perecido. BTX] [El Señor es rey eterno; los paganos serán borrados de su tierra. NVI] [El Señor es el rey eterno, los paganos desaparecerán de su tierra. BLP] [¡El Señor es rey por siempre y para siempre! Las naciones paganas desaparecerán de la tierra. NTV]

Jehová es Rey eternamente para siempre;160 de su tierra han sido barridos los gentiles. Semejante fe y confianza debían resultar ante los ojos del mundo extrañas e inexplicables. Es como lo que sus conciudadanos debían pensar (si la historia es cierta) de ese hombre cuya visión era tan extraordinaria que desde en Lilibea podía distinguir perfectamente la flota de los cartagineses entrando en el puerto de Cartago.161 ¡Un hombre que pudiera ver a través del mar a semejante distancia, podría deleitarse contemplando todo lo que los demás son incapaces de ver!162 Lo mismo sucede con la fe: a pesar de encontrarnos por el momento estacionados en la Lilibea terrenal de este mundo, la fe nos permite distinguir desde aquí a la zarandeada flota entrando sana y salva en el puerto anhelado del cielo; la fe tiene capacidad de ver y gozar de las bendiciones todavía distantes, como si ya las hubiéramos alcanzado.

ANDREW ALEXANDER BONAR [1810-1892]

“Christ and His Church in the Book of Psalms”, 1859

Vers. 16-18. El salmo termina con un canto de acción de gracias al Rey, grande y eterno, porque ha concedido el deseo de su pueblo humilde y oprimido, ha defendido al huérfano, y castigado los paganos que pisotearon a sus hijos cuando estaban afligidos. Aprendamos de ello que con toda seguridad, vamos en buena dirección, llevando nuestra queja ante el Rey de reyes. Porque ante su trono, los derechos son revindicados y se reparan todos los entuertos. Su gobierno jamás descuida los intereses de los más necesitados, ni tolera la opresión de los poderosos. ¡Dios inmenso y eterno, nos confiamos en tu mano! Te encomendamos de nuevo el destino de tu Iglesia. Levántate, oh Dios, y que el hombre mortal,163 –esa criatura que es flor de un día– se quebrante ante la majestad de tu poder. Ven, Señor Jesús, y glorifica tu pueblo. Amén y Amén.164

C. H. SPURGEON

Vers. 17. El deseo de los humildes oíste, oh Jehová; tú dispones su corazón, y haces atento tu oído. [El deseo de los humildes escuchas, oh Jehová; tú confortas su corazón, y tienes atento tu oído. RVR] [Oh Señor, tú has oído el deseo de los humildes; tú fortalecerás su corazón e inclinarás tu oído. LBLA] [Oh YHVH, Tú has oído el anhelo de los humildes, sosiegas su corazón, tienes atento tu oído. BTX] [Tú, Señor, escuchas la petición de los indefensos, les infundes aliento y atiendes a su clamor. NVI] [Tú atiendes, Señor, el deseo de los humildes, fortaleces su corazón, les prestas oído. BLP] [Señor, tú conoces las esperanzas de los indefensos; ciertamente escucharás sus clamores y los consolarás. NTV]

El deseo de los humildes escuchas, oh Jehová; tú confortas su corazón, y tienes atento tu oído. La oración lleva implícito un acto de humildad en la fe. Algunos acentúan la humildad; permitidme que yo acentúe la fe. La fe transporta el alma ante la presencia del Dios todopoderoso, y contemplándolo hace que tomemos conciencia de nuestra propia vileza y pecaminosidad, hasta el punto de aborrecemos a nosotros mismos y declararnos indignos de las misericordias que pretendíamos implorar. Esta visión de Dios es la que llevó al profeta Isaías a exclamar: “¡Ay de mí!, que estoy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de un pueblo de labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos”;165 y al santo Job: “ahora mis ojos te ven. Por tanto, retracto mis palabras, y me arrepiento en polvo y ceniza”.166 La fe es requisito indispensable para la oración, pues el apóstol Santiago advierte que sin ella nada recibiremos de las manos de Dios.167 Dios se deleita en llenar recipientes vacíos, por ello busca siempre corazones quebrantados. En los Salmos se nos dice repetidamente que Dios escucha las oraciones de los humildes; y tales oraciones siempre llevan implícita la fe: “no olvida el clamor de los afligidos”;168 “tú has oído el deseo de los humildes; tú fortalecerás su corazón e inclinarás tu oído” (10:17). Ser genuinamente humilde implica tener el corazón dispuesto y preparado para que Dios escuche nuestra oración; y esto es precisamente lo que lleva al salmista a presentar su petición “con carácter de pobre”,169 repitiendo a menudo: “Soy pobre y necesitado”.170 Y a la vez impide que nuestro ego se rebele si Dios no nos concede concretamente aquello que le habíamos solicitado. Aún Cristo mismo, en sus peores momentos de angustia, se dirigió a Dios exclamando: “Dios mío, de día clamo y no respondes, y de noche, pero no hay para mí reposo (…) en ti confiaron nuestros padres; confiaron, y tú los libraste (…) pero yo soy gusano, y no hombre; oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo”; y fue “oído” a causa de “su temor reverente”.171 Al pedir aquello que necesitamos, esta humillación profunda se suma a nuestras súplicas vehementes frente a la misericordia divina, y es contada como oración de fe, tanto por Dios como por Cristo.172

THOMAS GOODWIN [1600-1679]

“Object and Acts of Justifying Faith”, 1642

El deseo de los humildes escuchas, oh Jehová; tú confortas su corazón, y tienes atento tu oído. Una oración espiritual es siempre una oración humilde. La oración es pedir una limosna, y exige, por tanto, humildad: “Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador”.173 La gloria incomprensible de Dios siempre nos abruma cuando nos aproximamos a ella, provocando en nosotros una santa consternación: “Dios mío, confuso y avergonzado estoy para levantar, oh Dios mío, mi rostro a ti”.174 Nada más apropiado y hermoso que ver a una miserable criatura, que no es nada en sí misma, postrada a los pies de su Hacedor: “He aquí ahora que he comenzado a hablar a mi Señor, aunque soy polvo y ceniza”.175 Cuanto más bajo desciende el corazón, más alto asciende la oración.

THOMAS WATSON [1620-1686]

“The Godly Man’s Picture”, 1666

El deseo de los humildes escuchas, oh Jehová; tú confortas su corazón, y tienes atento tu oído. Qué reconfortante resulta que estos privilegios y beneficios de tan inmenso valor, tanto en sí mismos como por lo que representan de la benignidad divina de donde proceden, lleguen a nuestras manos etiquetados, por así decirlo, con esta maravillosa inscripción: ¡la de haber sido conseguidos a través de la oración!

ROBERT LEIGHTON [1611-1684]

“Meditations Critical and Practical on Psalm IV Psalm XXXII and Psalm CXXX”, 1825

El deseo de los humildes escuchas. La oración es la ofrenda de nuestros deseos a Dios en el nombre de Cristo, en aquellas cosas que están de acuerdo con su voluntad. Un ofrecimiento de nuestros deseos. Los deseos son el alma y aliento de la oración, las palabras no son más que el cuerpo; así como el cuerpo sin alma está muerto, así están también nuestras oraciones a menos que sean vivificadas y alentadas con nuestros deseos: “Señor, el deseo de los humildes escuchas”. Dios no escucha palabras, escucha deseos.

THOMAS WATSON [1620-1686]

“The Godly Man’s Picture”, 1666

El deseo de los humildes escuchas. Las relaciones preferidas de Dios son con los humildes.

ROBERT LEIGHTON [1611-1684]

“Meditations Critical and Practical on Psalm IV Psalm XXXII and Psalm CXXX”, 1825

El deseo de los humildes escuchas. Quien más cercano se sienta del polvo, más próximo está del cielo.

ANDREW GRAY [1633-1656]

“Directions and Instigations to the Duty of Prayer”, 1715

El deseo de los humildes escuchas, oh Jehová; tú confortas su corazón, y tienes atento tu oído. Hay en la oración una forma de omnipotencia que prevalece, porque cuenta con la omnipotencia de Dios: Rompió cadenas de hierro;176 apartó pesadas rejas;177 abrió las ventanas de los cielos;178 desmenuzó las ataduras de la muerte.179 Según las Escrituras Satanás tiene tres personalidades distintas que muestran su malignidad contra la iglesia de Dios: dragón,180 para denotar su malicia; serpiente,181 para denotar su astucia; león,182 para denotar su fuerza. Pero ninguna de ellas puede hacer frente a la oración. La perfidia descomunal de Amán se hundió ante la oración de Ester;183 el consejo astuto de Ahitófel se marchito ante la oración de David;184 el gran ejército de los etíopes huyó como un enjambre de cobardes ante la oración de Asá.185

EDWARD REYNOLDS [1599-1676]

“Israel’s prayer in time of trouble: with God’s gracious answer”, 1649

Vers. 18. Para juzgar al huérfano y al oprimido, a fin de que no vuelva más a hacer violencia el hombre de la tierra. [Para hacer justicia al huérfano y al oprimido, a fin de que no vuelva más a infundir terror el hombre hecho de arcilla. RVR] [Para vindicar al huérfano y al afligido; para que no vuelva a causar terror el hombre de la tierra. LBLA] [Para vindicar a los huérfanos y a los oprimidos, para que el hombre de la tierra no vuelva a causar opresión. BTX] [Tú defiendes al huérfano y al oprimido, para que el hombre, hecho de tierra, no siga ya sembrando el terror. NVI] [Haces justicia al huérfano y al oprimido, ¡que el simple mortal no vuelva a sembrar el miedo! BLP] [Harás justicia a los huérfanos y a los oprimidos, para que ya no los aterre un simple mortal. NTV]

Para hacer justicia al huérfano y al oprimido. Las lágrimas de los pobres resbalan por sus mejillas, “et ascendunt ad coelum”, “y ascienden al cielo” clamando venganza ante Dios, el juez de las viudas y padre de los huérfanos.186 Incluso la ley oprime a los pobres. ¡Ay de aquellos que legislan contra los pobres, obstruyendo la equidad y la justicia! ¿Qué alegarán en el día de la venganza, cuando Dios los visite y los llame a cuentas?187 Pues ha dicho claramente que escuchará el llanto de las viudas;188 y actuando en su defensa herirá jueces por muy encumbrados que sean; derrocará reinos sustituyéndolos por otros, y arrancará si es preciso la piel de sus gobernantes. Hace mucho que leí esta historia: Cambises189 era un gran emperador, y como el rey nuestro señor190 tenía bajo su autoridad gran número de lugartenientes, delegados, lores y diputados. En uno dominios había un juez corrupto, siempre dispuesto a favorecer a los ricos a cambio de dones y obsequios; que acumulaba más regalos que pasteles comía; se empeñó en que su hijo figurara entre los grandes, como dice el refrán: «Dichoso el niño cuyo padre se une al diablo».191 Pero finalmente el llanto de una pobre viuda llegó a oídos del emperador, que lo mandó ejecutar y colgar su piel en el estrado donde llevaba a cabo sus injustos juicios, para que sirviera de ejemplo y advertencia a todos los demás jueces y funcionarios. Sin duda, un ejemplo contundente. Ruego a Dios que algún día podamos ver en Inglaterra esa misma señal de advertencia: la piel de algún que otro juez advirtiendo a los demás. Diréis, por ventura, que mis palabras suenan a crueldad, que hablo sin el mínimo sentido de amor y caridad cristiana. No, no; no os confundáis, hablo movido por el profundo amor que siento hacía mi país. Dios ha dicho: “os visitaré”.192 Y tiene dos maneras de visitar: la primera es revelando su palabra a través de predicadores, y si esta es aceptada la segunda visita no se produce; pero si su Palabra es despreciada y rechazada, hay una segunda visitación, y esta es para arrancar la piel de los jueces injustos, para ejecutar venganza.

HUGH LATIMER [1490-1555]

en un famoso sermón predicado ante el rey Eduardo VI publicado como “Seven Sermons before Edward VI”, 1949

A fin de que no vuelva más a infundir terror el hombre hecho de arcilla. En el Salmo 8 (que es un salmo circular pues termina igual que empieza: ¡Oh Jehová, Señor nuestro, cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra!”,193 y en el cual, dondequiera que miremos, nos vemos deslumbrados por la gloria divina), el profeta minimiza la naturaleza humana mediante una pregunta irónica y despectiva: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites?”.194 En el Salmo 9 suplica: “Levántate, oh Jehová; no se fortalezca el hombre; sean juzgadas las naciones delante de ti. Pon, oh Jehová, temor en ellos; conozcan las naciones que no son sino hombres”.195 Y en el Salmo 10 añade: “Para vindicar al huérfano y al afligido; para que no vuelva a causar terror el hombre hecho de arcilla”. Según avanzan en su orden, (al menos así lo veo yo), estos salmos van progresando en su vigor expresivo: van aumentando su rotundidad respecto al anterior en lo referente a la nimiedad del ser humano y la necesidad de demoler su presunción:

1 Afirma que no somos sino: “hombre (…) hijo de hombre” (Salmo 8:8), con lo cual demuestra nuestra naturaleza, forma de reproducción y descendencia

2 Que somos conscientes de esta naturaleza: “conozcan las naciones que no son sino hombres” (Salmo 9:19) y por tanto conocedores de nuestra fragilidad y limitaciones.

3 Y finalmente añade: “el hombre hecho de arcilla”, para dejar constancia de lo vulgar de la materia original de la cual estamos hechos.

En el Salmo 22 añade más vergüenza: bien sea por el desprecio y persecución que sufría el propio salmista; o aplicado a la persona de Cristo del cual era tipo, para indicar que habiendo adoptado la naturaleza humana, descendido a un estado inferior: at ego sum vermis et non vir;196 “mas yo soy un gusano, y no hombre”. La corrupción es la madre de toda carne, su origen y destino; sus hermanos y hermanas son gusanos, como bien lo describe un antiguo verso:

«Primero hombre, luego gusanos, y finalmente hedor y pestilencia;

los cambios no alteran su sustancia ni mejoran su naturaleza»

Abraham, padre de todos los creyentes,197 se disolvió en polvo; por lo que no duda en describirse a sí mismo como nada más que los toscos elementos de los cuales procedía: “He aquí, ahora me he atrevido a hablar al Señor, yo que soy polvo y ceniza”.198 Y si alguno de los hijos de Abraham, descendientes en la fe, o alguno de los hijos de Adán, descendientes en la carne, piensa lo contrario, más le vale saber que hay un cordón de tres dobleces trenzado por el dedo de Dios199 que lo ata a su antepasado, aunque batalle hasta partirse el corazón. ¡Tierra, tierra, tierra!, oye palabra de Jehová;200 es decir, tierra por creación, tierra por continuidad, y tierra por resolución.201 Procedes de la tierra, sigues siendo tierra, y a la tierra has de volver.

JOHN KING [1559-1621]

“Lectures upon Jonah”, 1594

El hombre de la tierra. El hombre que habita en la tierra, y está hecho de tierra.

THOMAS WILCOCKS [1549-1608]

“A Right Godly and Learned Exposition upon the whole Booke of Psalmes”, 1586


1 ATANASIO DE ALEJANDRÍA [296-373] en su carta a su discípulo Marcelino sobre la naturaleza y valor de los salmos le dice refiriéndose a este salmo: «En los Salmos aprendemos lo que nos puede suceder, y cómo debemos reaccionar en cada caso. Cualquiera que sea nuestra situación o la necesidad que nos apremia, en los salmos encontraremos las palabras justas que encajan a nuestro mal, cómo tratarlo, y cómo curarlo, como en el Salmo 10». El Tomo I de “El Tesoro de David” incluye una traducción completa de la Carta de Atanasio a Marcelino. [Tomo I - pp. 45-46].

2 Se refiere a AURELIUS AUGUSTINUS [354-430], más conocido como San Agustín o Agustín de Hipona uno de los cuatro más importantes Padres de la Iglesia latina y uno de sus más eminentes doctores. Gran apologista cristiano, sus escritos suponen la primera gran síntesis entre el cristianismo y la filosofía platónica.

3 Lutero, como se desprende de su comentario al salmo anterior (Salmo 9) identifica este עַלְמ֥וּת almūṯ, con lo que él define como la “ecclesia abscondita”, esa iglesia visible solo para los ojos de la fe, escondida a los ojos del mundo a pesar de tratarse de una realidad material, que subsiste oculta en la tierra en medio de “muchos falsos cristianos, hipócritas y pecadores manifiestos que están mezclados entre los fieles”. En este caso, podemos entender de las palabras de Lutero que los inicuos, en cuanto tienen poder temporal en este mundo “siguen prevaleciendo sobre el débil Almuth”, esto es, la verdadera Iglesia de Cristo, que permanece escondida y solo visible a los ojos de la fe. (Ver nota 23 del Salmo 9 sobre el término hebreo עַלְמ֥וּת almūṯ).

4 Salmo 46:1.

5 Éxodo 33:12-17; Salmo 16:11.

6 Salmo 22:11; 71:12.

7 Salmo 34:18; 145:18.

8 Daniel 3:25.

9 Dice AGUSTÍN DE HIPONA [354-430] con respecto a esto: «La tardanza aparente de Dios siempre es beneficiosa, porque la fuente de vida se hace más deseable y atractiva a los más sedientos» Un pensamiento que CASIODORO [485-583] en su “Expositio Psalmorum” corrobora con estas palabras: «“Por qué estás lejos”, en modo alguno debemos pensar que el salmista con estas palabras de a entender que Dios se desplace de un lugar a otro, dado que está presente por igual en todo de manera constante; se trata solo de una manera gráfica de expresar su descontento por la demora en prestarle su ayuda, sin comprender que ejercitando en él con su tardanza los dones y beneficios de la paciencia le estaba prestando una ayuda muchísimo más valiosa y duradera».

10 Salmo 27:9: 69:17; 102:2; 143:7.

11 Hechos 27:41.

12 Malaquías 4:2.

13 1 Pedro 1:6.

14 Salmo 112:7-8.

15 Mateo 8:23-27.

16 Lucas 6:38.

17 Apocalipsis 18:6.

18 Ester 7:9-10.

19 Daniel 6:24.

20 El texto original dice literalmente: “Fifteen shillings in the pound composition!”, “¡Quince chelines en la composición de una libra!” Antiguamente la libra se dividía en 20 chelines (shillings), y el chelín en 12 peniques (“penny”, plural “pence”), haciendo un total de 240 peniques en una libra. “Fifteen shillings in the pound composition”, “quince peniques por libra de deuda”, probablemente pagados en varios plazos, era una propuesta habitual de los jueces en aquella época para lograr un común acuerdo entre el deudor y los acreedores y evitar así la ejecución del contrato. Algo parecido a lo que hoy en día en España llamamos “concurso de acreedores” y en Estados Unidos “Chapter 11”.

21 En el original “loose wives”.

22 El texto original inglés de dice literalmente: “more bankrupts than all the loose wives in the universal city”. Se trata de una figura literaria de lenguaje, concretamente una hipérbole, una exageración para remarcar lo grave o la imposibilidad del hecho comparado. Pablo también las utilizaba a menudo en sus escritos: “Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema” (Gálatas 1:8). La idea es que la buena conciencia induce al comerciante a perdonar deudas de gente que no las puede pagar, y eso a la larga conduce el negocio a la quiebra.

23 Se refiere al emperador romano TITO FLAVIO DOMICIANO (51-96), el último emperador de la dinastía Flavia. Persiguió con dureza a los cristianos produciendo numerosos mártires. La mayoría de historiadores cristianos defienden que el apóstol Juan escribió el Apocalipsis durante su mandato como reacción a la persecución ejercida por Domiciano, que se hacía llamar “señor y dios Domiciano”, a lo que Juan responde en Apocalipsis afirmando que hay un solo y único Señor: “Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso” (Apocalipsis 1:8). Murió asesinado el 18 de septiembre del año 96 a los 45 años, a instancias de su mujer Domicia y del prefecto del pretorio.

24 Daniel 3:1-6,19.

25 Hemos respetado el texto original de Spurgeon, aunque no hemos encontrado pruebas de que los pontífices romanos se hayan aplicado nunca el título concreto de “Masters of the World” y “Universal Fathers”. En todo caso, los títulos del Papa actualmente son: “Su Santidad, Vicario de Jesucristo, Sucesor del Príncipe de los apóstoles, Sumo Pontífice de la Iglesia Universal, Patriarca de Occidente, Arzobispo y Metropolitano de la provincia de Roma, Soberano de la Ciudad del Vaticano”.

26 Un texto de muy difícil traducción en el que, como verá el lector, las diferentes versiones difieren de manera importante. En hebreo כִּֽי־הִלֵּ֣ל רָ֭שָׁע עַל־תַּאֲוַ֣ת נַפְשֹׁ֑ו וּבֹצֵ֥עַ בֵּ֝רֵ֗ךְ נִ֘אֵ֥ץ יְהוָֽה kî-hillêl rāšā‘ ‘al-ta’ăwaṯ nap̄šōw ūḇōsêa‘ bêrêḵ ni’êṣ Yahweh La versión griega de los LXX o Septuaginta lee: ὅτι ἐπιαἰνέω ὁ ἁμαρτωλός ἐν ὁ ἐπιθυμία ὁ ψυχή αὐτός καί ὁ ἀδικέω ἐνεὐλογέω que la Vulgata traduce al latín como: “Quoniam laudator peccatorin desideriis animae suae et inuquus benedicitur”, “Por cuanto el pecador es alabado en los deseos de su alma y el inicuo es bendecido”. La versión inglesa KJV lo traduce: “For the wicked boasteth of his heart’s desire, and blesseth the covetous, whom the Lord abhorreth”, “Porque el malo se jacta del deseo de su alma, bendice al codicioso al cual Jehová aborrece”. SCHÖKEL traduce: “¿Por qué se gloría el malvado de su ambición y el codicioso se felicita con insolencia? Desprecia al Señor el malvado”. KRAUS: “Porque él exalta la maldad, la codicia de su garganta, elogia la ganancia, desprecia a Yahvé”.

27 Se dice del primero de los diversos grados jurisdiccionales que la ley tiene establecidos para ventilar y sentenciar, en jurisdicción expedita, tanto sobre el hecho como sobre el derecho.

28 Se refiere a dos de los personajes de la obra alegórica de John Bunyan “El Progreso del Peregrino”. Cuando “Cristiano” y “Fiel” son apresados en la “Feria de Vanidad”, (Capítulo XII) el nombre del juez que los juzga es “Odio-a-lo-bueno”, y el de uno de los miembros del Jurado, “Temeridad”.

29 Hemos optado por seguir la versión inglesa KJV: “blesseth the covetous, whom the Lord abhorreth” para no apartarnos del comentario de Spurgeon.

30 Malaquías 3:15.

31 La cita es del poeta inglés ALEXANDER POPE [1688-1744] en “Essay on Man”, Epistle I, líneas 121-122: “Snatch from his hand the balance and the rod, / Rejudge his justice, be the god of God”.

32 El proverbio anglo-holandés que cita Spurgeon en el original es: “I wot well how the world wags; He is most loved that hath most bags”, “Sé bien lo que el mundo halaga, quien mayor aprecio recibe es quien más bolsas lleva”. Lo hemos sustituido por su equivalente en español.

33 Salmo 36:4; 49:18; Romanos 1:32.

34 Los Padres de la Iglesia comentan:

–JUAN CRISÓSTOMO [347-407]: «Lo que indigna al profeta sobremanera es que no solo ante la aparente impasividad de Dios el mal prevalezca y el impío se jacte de ello, sino que cuenta además con todo un corro de aduladores que lo alabe. Que sea admirado y ensalzado por aquellas acciones que debían haberle llevado a esconderse, o cuanto menos a ruborizarse».

–AGUSTÍN DE HIPONA [354-430] enlaza este versículo con el anterior “Será atrapado en los artificios que ha ideado” (10:2) y dice: «Sí, caerá preso de sus propias cadenas. ¿Y por qué? Porque las lenguas de los aduladores se convierten en cadenas que atrapando su alma la sujetan a sus propios pecados. ¿Y cómo? Con la falsa seguridad que les proporciona la adulación: que no solo elimina el temor a la censura sino que recrea sus oídos con palabras de encomio. Ello les reafirma en sus pecados y les alienta a permanecer en ellos, arrastrándole a hundirse cada vez más en el abismo: a pagar adulación con adulación, a bendecir al codicioso y finalmente a un grado tal de altivez como para despreciar al Señor (10:4)».

35 Mateo 6:24; Lucas 16:9-16.

36 Mateo 6:24.

37 Judas 9.

38 Santiago 4:4.

39 Efesios 5:5.

40 Esta norma fue dictada por SOLÓN [638-538 a.C.], uno de los siete sabios de Grecia, en su “Constitución” del 594 a.C. para toda la región de Ática, proclamada para frenar los abusos de los eupátridas o nobles terratenientes sobre los campesinos y el pueblo llano.

41 Juan 3:16.

42 Santiago 4:6.

43 Génesis 3:15.

44 Job 13:9, Gálatas 6:7.

45 Salmo 147:6.

46 Isaías 46:10.

47 Dice JUAN CRISÓSTOMO [347-407]: ¿«Y cuál es esta fuerza irresistible capaz de arrastrar al hombre a tal nivel de arrogancia, insensatez, degradación y miseria, como para cerrar sus ojos a la luz meridiana de la realidad de Dios? ¿Qué es capaz de llevar a un simple mortal, sujeto a limitaciones, a extirpar de sus pensamientos a su Hacedor? La adulación: el atractivo irresistible que ejercen sobre su mente las palabras de aquellos que lo alaban y lisonjean para su ruina, muy por encima de las de aquellos que lo recriminan y corrigen para su bien. Cuando un humano se sienta sobre el poder de las riquezas, libre de enemigos y rodeado de un corro de aduladores, cae en la necedad de la arrogancia, transformándose en lo más miserable que cabe imaginar».

48 Tal es el caso de la American Standard Version (ASV): “All his thoughts are, There is no God.”.

49 «Mentiuntur qui dicunt se non sentire Deum esse: nam etsi tibi affirmant interdi— noctu tamen dubitant», SÉNECA, Ensayos Morales, De Ira.

50 Se refiere a DIÁGORAS DE MELOS [465-410a.C.] sofista y poeta griego, obstinado en negar la existencia de Dios por lo que es conocido como «Diágoras el Ateo».

51 Enfermedad de las vías urinarias que dificulta la orina y produce fuertes dolores y escozores al hacerlo, parecido a lo que conocemos hoy como “cistitis” o infección de orina.

52 En el original inglés “the black work of an ungodly man”. Lo hemos traducido por “agujero negro” por considerar que es el concepto que mejor expresa en el mundo moderno el sentido de lo que el autor quiere decir, a pesar de que literalmente sus palabras no guarden relación con el concento científico de “agujero negro”, que es casi 300 años posterior a la época del autor, ya que parte de la teoría de la relatividad general de ALBERT ENSTEIN [1879-1955] y no fue acuñado hasta 1969 por el físico teórico JOHN ARCHIBALD WHEELER [1911-2008].

53 Salmo 19:1.

54 Oseas 2.

55 Se refiere al poema de WILLIAM SHAKESPEARE [1564-1616] “Venus and Adonis”, basado en pasajes de “Las metamorfosis” de OVIDIO [47 a.C-17 d. C], obra maestra de la literatura latina que, combinando mitología y realidad, narra la historia del mundo desde su creación hasta la deificación de JULIO CÉSAR [100-44 a.C.]. El mensaje es que abandonamos fácilmente las cosas eternas del cielo (el Olimpo) para correr detrás de las pasajeras y temporales de la tierra (Adonis).

56 Mateo 10:27; Lucas 12:15.

57 Se refiere a la diosa hechicera que según la mitología griega habitaba en la isla de Eea, hija del titán Helios y la oceánide o ninfa Perseis. Según cuenta Homero [47 a.C-17 d.C.] en “La Odisea”, por medio de pociones mágicas transformaba a sus enemigos, a los que la ofendían o se negaban a sus deseos, en cerdos, leones, tigres y lobos que rondaban alrededor de su casa.

58 Se refiere al emperador romano GAIUS JULIUS CAESAR AUGUSTUS GERMANICUS [12-44] hijo de Germánico [24 a.C-19 d.C.], e hijo adoptivo del emperador TIBERIO [42 a.C-37 d.C.]. Más conocido como Cayo César o Cayo Calígula por el sobrenombre de Calígula (“pequeña sandalia”) derivado de caligas, las sandalias que calzaban los legionarios romanos. Fue un tirano demente que destacó por su crueldad y sus locuras, desde proclamarse a sí mismo dios, convertir el palacio en un burdel y mantener relaciones incestuosas con sus hermanas, hasta nombrar a su caballo, Incitato, cónsul y sacerdote, y edificarle una tumba monumental.

59 Se refiere al rey persa XERXES o JERJES I [519-465 a.C.], que en la primavera del año 480 a.C. desencadenó la Segunda Guerra Médica contra la alianza griega de Atenas y Esparta. Fue con toda probabilidad el gobernante más poderoso de su época. Según el historiador griego HERÓDOTO [484-425.C.], Jerjes en su megalomanía mandó encadenar y azotar al mar por haberse rebelado contra él hundiendo las naves de su flota.

60 Se refiere a ALEJANDRO III DE MACEDONIA, más conocido como ALEJANDRO MAGNO [356-323 a.C.], considerado como uno de los más hábiles generales y grandes conquistadores de la Historia por su conquista del Imperio Persa. Se dice que, después, lloró porque no le quedaban más imperios que conquistar.

61 Efesios 2:12.

62 Un texto de traducción compleja. En hebreo יָ֘חִ֤ילוּ [דָרְכּו כ] (דְרָכָ֨יו ׀ ק) בְּכָל־עֵ֗ת מָרֹ֣ום yāḥîlū [ḏārəkw ḵ] (ḏərāḵāw q) bəḵāl-‘êṯ mārōwm. El verbo חוּל chuwl, que en sentido primario significa “torcer” o “retorcerse”, y que es de donde parte el sintagma יָ֘חִ֤ילוּ yāḥîlū, que unas versiones traducen por “torcidos” y otras por “prósperos” o “exitosos” tiene múltiples acepciones; lo mismo se utiliza para explicar el dolor de un parto (Isaías 26:17), como para describir la alegría con que danzaban las muchachas (Jueces 21:19-23); sin olvidar su asociación con la idea de “bienestar” o “prosperidad” (Job 20:21). La versión griega de los LXX o Septuaginta lee: βεβηλοῦνται αἱ ὁδοὶ αὐτοῦ que la Vulgata traduce al latín como: “inquinatae sunt viae illius in omni tempore”, “sus caminos son iniquidad en todo tiempo”. SCHÖKEL enlaza la idea de “retorcer” con el מְזִמּוֹתָֽיו məzimmōwṯāw que cierra el versículo anterior (10:4) y traduce: “Sus maquinaciones retuercen siempre su camino”. KRAUS se acoge al sentido de tiempo, de prolongación que encontramos en Job 20:21 y traduce: “son de duración siempre sus caminos”. FELIPE SCIO DE SAN MIGUEL [1738-1776] en su versión española de la Vulgata trata de aclararlo con la siguiente nota: «En el hebreo: “sus caminos son profanos en todo tiempo” o “sus caminos causan tormento y dolor a los justos”, porque no tienen otra mira o pensamiento en todas sus acciones que ver cómo les pueden dañar. También se puede entender como “están con dolores de parto”, porque viven en un estado constante de angustia a causa de los amargos remordimientos que padecen, aunque estos no les son impedimento para seguir adelante en sus malos designios. La versión caldea traduce “son prosperados”, siguiendo la idea del parto pero en el sentido de que no encuentran estorbo para ejecutar todo el mal que se proponen». La Peshitta lee: “Sus senderos son siempre profanos”; y la versión sefardí de Ferrara: “Adolorian fus carreras en toda hora”. Como los comentarios de Spuregon se basan en la versión inglesa KJV, que traduce “His ways are always grievous”, “sus caminos son siempre gravosos”, hemos optado por seguir la traducción de la Reina-Valera.

63 Proverbios 15:19.

64 La imagen está sacada de la India en la época colonial, donde la literatura colona relata que en las procesiones en honor al dios KRISNA o KRISHNA, en las que miles de personas se apretujaban alrededor del carro gigantesco de la divinidad, morían decenas aplastadas bajo sus ruedas. La idea del “carro de Juggernaut” (término derivado de la transliteración al inglés del término sánscrito YÁGANAT o YAGANATHA, uno de los nombres por los que se conoce en el hinduismo al dios KRISNA), viene literalmente de un inmenso carromato con enormes ruedas en el que, según narra la obra “The Travels of Sir John Mandeville”, “Los viajes de Juan de Mandeville”, transportaban en procesión la imagen del dios, bajo el cual se arrojaban en sacrificio sus adoradores quedando completamente triturados. “Los viajes de Juan de Mandeville” es una obra del siglo XIV de autoría discutida que relata hechos fantásticos, imposibles y mitológicos en clave historicista, recopilados en su mayoría de traducciones de manuscritos más antiguos con anotaciones extravagantes añadidas cuando el traductor no entendía lo que leía. Aunque sabemos que muchos de los relatos son fantásticos y falsos, algunas de las historias recopiladas han pasado a formar parte del imaginario colectivo como arquetipos, como esta historia del “carro de Juggernaut”.

65 La versión inglesa KJV traduce la frase final de este versículo como: “he puffeth at them”, “les sopla”. Y por ahí va obviamente el comentario de Spurgeon. El hebreo dice literalmente: יָפִ֥יחַ בָּהֶֽם yāp̄îaḥ bāhem de פּ֫וּחַ puach, “exhalar”, y algunas versiones inglesas, como la New American Standard Version traducen “snorts at them”, “les da un bufido”. La RVA 1909 traduce: “Echa bocanadas en orden á todos sus enemigos”.

66 En el original, el autor lo ejemplifica así: «in English we should express the idea by saying, “He cries, Pooh! Pooh! at his enemies”». En la mayoría de idiomas hay una palabra inspirada en la acción de bufar o soplar con los labios, y que conlleva un sentido o connotación de desprecio. En español hemos adoptado una onomatopeya similar, “buf” o “buah”, que expresa descontento o desagrado. En algunos lugares también se usa la interjección “tururú”, que expresa negación o rechazo con burla, y que suele ir acompañada del gesto de poner los dedos en círculo y aproximarlos a la boca dando un soplo.

67 Romanos 7:14.

68 1 Corintios 2:14.

69 En la versión inglesa KJC: “he puffeth at them”, les sopla. Ver al respecto las notas 64 y 65.

70 Un claro ejemplo de este proceder lo encontramos en las obras relacionadas de TIRSO DE MOLINA [1579-1648]: “El Burlador de Sevilla”, y de JOSÉ ZORRILLA Y MORAL [1817-1893]: “Don Juan Tenorio”, donde “largo me lo fiáis” es la frase clave que Don Juan repite una y otra vez para despreciar todo aquello que no es tangible e inmediato, negando de ese modo implícitamente la existencia de otra vida y de una justicia divina: «el galardón en la muerte: ¡qué largo me lo fiáis!». Cuando Don Juan expía sus pecados, se produce el siguiente diálogo: «Adviertan los que de Dios juzgan los castigos grandes, que no hay plazo que no llegue ni deuda que no se pague (...) ¿Mientras en mundo viva, no es justo que diga nadie: ¡Cuán largo me lo fiáis!, siendo tan breve el cobrarse?» (“El Burlador de Sevilla”, Jornada III).

71 En el original: “the bat’s eyes of godless men”, Spurgeon usa esta comparación familiar para describir la falta de visión espiritual de los impíos. Tradicionalmente se había creído que los murciélagos son ciegos, pues a pesar de que tienen ojos, los tienen atrofiados de permanecer en la oscuridad y sus ojos carecen de visión tal y como nosotros la conocemos. Pero esta teoría, incuestionable en la época de Spurgeon, ha sido superada por recientes investigaciones científicas, que han llegado a la conclusión de que la visión de los murciélagos no es tan deficiente como pensábamos: aunque no ven como nosotros o los demás animales, sí son capaces de ‘ver’ la luz polarizada del sol. En realidad usan varios sentidos para volar: sus ojos (porque ven, aunque distinto de los humanos), su sónar de ultrasonidos para entornos familiares conocidos y una brújula interna que combinan con la luz que perciben con los ojos y les sirve para orientarse en largas distancias.

72 En el original “the grovelling wits of men”.

73 2 Samuel 15:2; Job 29:7. Ver comentarios al Salmo 122:5: “Porque allá están las sillas del juicio, los tronos de la casa de David”.

74 Job 7:7,16; Salmo 78:39; Salmo 103:16; Santiago 4:14.

75 Es decir, los desprecia con arrogancia convencido de que con un simple soplo puede derribarlos.

76 Mateo 7:26-27.

77 Ester 3:1-15.

78 Daniel 3:1-30.

79 Se refiere a CNEO POMPEYO MAGNO [106-48 a.C.] político y general romano que en el año 74 a.C. tomó la ciudad de Cacua (Coca, actual Segovia en España), utilizando la estratagema de introducir en ella soldados disfrazados de enfermos que solicitaban atención médica.

80 1 Corintios 9:24-26.

81 2 Timoteo 2:5; 4:7-8.

82 Los meteorólogos suelen llamar OJO DE LA TORMENTA al espacio de calma que se forma en el centro de las grandes tempestades tropicales. Suele tener un diámetro circular de entre 30 y 65 kilómetros prácticamente sin viento y cielos despejados, pero rodeado por un anillo de lo más severo de la tormenta, con lluvias torrenciales, vientos huracanados y olas gigantescas.

83 La idea parte de un viejo refrán inglés que reza: “It is a silly goose that comes to a fox’s sermon”. De hecho, también en español el vocablo “ganso” tiene sus acepciones despectivas como sinónimo de torpe, tonto, o necio, y se aplica a la persona que hace o dice tonterías.

84 AGUSTÍN DE HIPONA [354-430] aplica en su exposición estas palabras al Anticristo, que “a todos sus adversarios desprecia” (10:5): «porque impondrá un solo reino apoderándose de todos los reinos de la tierra venciendo a todos sus gobernantes y como nos advierte el apóstol, “oponiéndose y exaltándose contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; sentándose en el santuario de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios” (2 Tesalonicenses 2:4) […] Por ello dice el salmista: “debajo de su lengua” y no “en su lengua”, porque una cosa será lo que diga y otra lo que piense. “Debajo de su lengua”, en sus adentros, tan solo habrá “engaños y fraude”, pero ante el mundo tratará de mantener una imagen de hombre justo y bueno diciendo todo lo contrario […] Y añade también que está “al acecho en oculto, cual león en su guarida” (10:9), porque esta expresión se ajusta al que aplica violencia y engaño para conseguir sus propósitos. Cuando los cristianos fueron perseguidos y obligados a sacrificar a los dioses bajo intimidación de destierro, tormentos y muerte, los paganos utilizaron solo la violencia. Ahora padecemos otra persecución mucho más sutil, la del engaño: con todo tipo de herejías y cristianos fraudulentos. Pero ha de venir una tercera, la del Anticristo, más terrible y peligrosa porque juntará ambas cosas: la violencia y el engaño. Violencia porque ejercerá su gobierno de manera despótica y singular; y engaño por las señales y prodigios que llevará a cabo, sobre las que ya nos advirtió el Señor diciéndonos que llegará al punto “de engañar, si fuera posible, aun a los escogidos” (Mateo 24:24). El término “león” tiene que ver con su violencia; “al acecho en su guarida” con sus engaños».

85 Se refiere a ANNE ASKEW [1521-1546] poetisa protestante inglesa, nacida en Lincolnshire. Tuvo el triste honor de ser la única mujer interrogada y torturada con el tormento del potro en la Torre de Londres por Sir Anthony Kingston, el Lord Canciller Thomas Wriothesley y Richard Rich, con el objetivo de arrancarle los nombres de otras sospechosas de herejía, entre ellas la propia reina Catherine Parr (sexta esposa de ENRIQUE VIII), su hermana Ann Parr y otros nobles, pero los verdugos no tuvieron éxito. Condenada finalmente por herejía, fue quemada en la hoguera junto con otros tres mártires protestantes: John Lassells, John Hemley y John Hadlam. JON FOXE [1516-1587] incluye en su famosa obra “El Libro de los Mártires” un amplio y detallado relato de su interrogatorio y martirio. La balada que cita Spurgeon, conocida como “Anne Askew’s Newgate Ballard”, la escribió ella misma poco después de ser arrestada, mientras estaba encarcelada en Newgate desde donde fue trasladada posteriormente a la Torre de Londres.

86 Se refiere a EDMUND BONNER [1500-1569] obispo de Londres que actuó de pantalla durante el cisma con Roma en época de Enrique VIII. Volvió a la Iglesia Católica Romana durante el reinado de María la Sanguinaria y se ganó en sobrenombre de “Blody Bonner”, “Bonner el Sanguinario” por la persecución encarnizada que llevó a cabo contra los herejes protestantes. Murió en prisión durante el reinado de Elisabeth I.

87 La intención del astuto y cruel obispo, al cambiar la hora del interrogatorio, era evitar la presencia de sus abogados y amigos para engañar a la acusada con buenas palabras y lograr, no solo una declaración inculpatoria, sino también importante información acerca de otras personas a las que inculpar.

88 Se refiere al historiador y obispo de Ossory JOHN BALE [1495-1563] y a su obra “The Examinations of Lord Cobham, William Thorpe and Anne Askewe, & The Image of Both Churches”, Parker Society’s Publications, 1849

89 Proverbios 1:16; Isaías 59:7; Romanos 3:15.

90 Salmo 53:4.

91 Lamentaciones 4:19.

92 Efesios 6:10-18.

93 Llama la atención esta comparativa: “en nuestra mesa (…) y al otro lado del mar”. En el original: “at our table as well as across the sea”. Es probable que Spurgeon tuviera en mente casos personales. No le faltaron envidiosos y enemigos tanto sentados a su mesa como al otro lado del mar. Sus duras palabras contra la esclavitud fueron censuradas en los Estados Unidos, y en algunos estados del sur se llegaron a organizar quemas públicas de sus libros. No le faltaban razones para expresarse así.

94 Se refiere a HAIFA o KAIFA ciudad situada al Norte de Israel que data de tiempos bíblicos, actualmente la tercera más importante del país y su principal puerto marítimo. Dista de Acre unos 23 kilómetros.

95 Se refiere a ACRE o ACO, ciudad costera de Israel cercana a la bahía de Haifa, y que durante la Tercera cruzada fue conocida como SAN JUAN DE ACRE. Una de las ciudades más antiguas del mundo, ubicada en el extremo septentrional de la bahía de Acre, nombre por el cual se la conocía ya en los tiempos bíblicos (Jueces 1:31). Se cree que fue fundada hacia el año 1500 a. C. En el año 700 a.C. cayó en poder de los asirios.

96 Una figura de la vida real utilizada con mucha frecuencia por los escritores sagrados: Salmo 17:10-17: 1 Pedro 5:8.

97 Jeremías 3:2.

98 Salmo 72:17.

99 Se refiere a JUAN DE ANTIOQUÍA [347-404] más conocido como SAN JUAN CRISÓSTOMO, patriarca de Constantinopla. Es considerado por la Iglesia católico-romana uno de los cuatro originales Doctores de la Iglesia del Oriente, y por su propia Iglesia, la Iglesia Ortodoxa Griega como uno de los más grandes teólogos y uno de los tres Pilares de la Iglesia, juntamente con BASILIO y GREGORIO. Fue un excelso predicador cuyos discursos públicos, denunciando los abusos de las autoridades imperiales y de la vida licenciosa del clero, le ganaron el sobrenombre de “Crisóstomo” que proviene del griego χρυσόστομος, chrysóstomos y significa “boca de oro” (chrysós, “oro”; stomos, “boca”).

100 Se refiere al poeta inglés FRANCIS QUARLES [1592-1644] y a su más famosa obra: “Emblems, Divine and Moral: together with Hieroglyphics of the Life of Man”, 1634, Book III: Psalm XVIII. 5.

101 Salmo 127:2.

102 Génesis 10:8-18. Aunque la Biblia no lo menciona, la tradición presenta a Nimrod como un hombre opuesto a Dios, interpretando la frase “poderoso u osado cazador delante del Señor”, como un indicativo de rebelión, y afirma que fue Nimrod (o Nebrodes) el constructor de la Torre de Babel. FLAVIO JOSEFO [37-93] en sus “Antigüedades” dice al respecto: «Fue Nimrod quien los incitó a tal afrenta y menosprecio hacia Dios. Él era un nieto de Cam, el hijo de Noé, un hombre atrevido y de gran fortaleza de manos. Los persuadió de que no le atribuyeran a Dios el haber obtenido felicidad, sino a creer que fue su propio esfuerzo lo que les alcanzó esa felicidad. Fue cambiando gradualmente su gobierno en una tiranía, al no hallar otra manera de apartar la gente del temor de Dios que induciéndolo a una tonta dependencia de su poder» (Antigüedades, Capítulo iv.2). En todo caso, fue el primer constructor de ciudades y fundador del primer reino después del diluvio, por lo que se le considera como símbolo de lo que hoy en día llamaríamos el “establishement” o capitalismo. La idea del autor, puesto en lenguaje actual, es que los sudores del pobre van a engrosar las posesiones del rico y poderoso.

103 Se refiere a la obra de MARCO TULIO CICERÓN [106- 43 a.C.] “In Verres”, “Contra Verres” una serie de discursos escritos durante la farsa corrupta que fue el juicio de GAIUS LICINIUS VERRES [120-43 a.C.], magistrado y gobernador de Sicilia, que ejerció un gobierno tiránico y corrupto lleno de extorsiones y sobornos, llevando al pueblo a la miseria y desolación. Verres trató de comprar a los jueces y demorar el juicio hasta que el presidente del tribunal pudiera ser un amigo suyo. Pero Cicerón no se dejó intimidar por las amenazas ni los sobornos de Verres y abrió el juicio con una argumentación tan elocuente y contundente que obligó a Verres a huir y exilarse voluntariamente antes de que concluyera el juicio.

104 La frase latina transcrita no es original de Cicerón sino una adaptación o resumen del propio Thomas Adams, puesto que el texto original de Cicerón en “Verres II.3”, es mucho más extenso, aunque el sentido sea este mismo.

105 Lucas 19:40.

106 Habacuc 2:11.

107 La frase es de TITO MARCIO PLAUTO [254-184 a.C.] en su comedia Asinaria: Lupus est homo homini, non homo, quom qualis sit non novit, “el hombre, más que hombre, es un lobo para el hombre cuando le desconoce”; y el filósofo THOMAS HOBBES [1588-1679], lo resumió en el siglo XVII con su famosa frase: homo homini lupus, “el hombre es un lobo para el hombre”, afirmando que en el “estado de naturaleza” el hombre vive en guerra contra todos.

108 THOMAS ADAMS [1583-1653] nació y creció en una época convulsa previa a la guerra civil en Inglaterra, y conoció la pobreza de primera mano. Por tanto, su apelación a la Escritura en defensa de los pobres y oprimidos es una constante a lo largo de todos sus sermones. “Politic Hunting”, y “Generation of Serpents”, dos sermones predicados en 1629 son probablemente los más claros ejemplos de su estilo, junto con “A Forest of Thorns”, de 1616. Utilizaba con habilidad magistral tanto citas a personajes históricos como de la mitología griega con un enfoque satírico para llamar la atención sobre las injusticias y desmanes políticos de su tiempo. Su honestidad y pragmatismo en este tema lo dejaron atrapado en medio de dos fuerzas opuestas: por un lado los conservadores leales a la corona y por otro los puritanos radicales. Ninguna de las dos partes lo apoyó: demasiado revolucionario para los unos y excesivamente conservador para los otros. Sin embargo, se ganó el favor del pueblo y pasó a la historia como “el Shakespeare de los puritanos”.

109 Se refiere a LUCIO DOMITIO CLAUDIO NERÓN [37-68 d.C.] emperador romano, último de la dinastía Julio-Claudia, considerado un ser ruin y despreciable, tristemente famoso en la historia por sus locuras, desmanes y crueldades, como cuando, según la tradición, acusó a los cristianos del incendio de Roma que él mismo había provocado por su propio capricho, desencadenando con ello la primera gran persecución contra los seguidores de Cristo.

110 En el original: “be saluted under twelve score off”. La frase “twelve score off” remonta a William Shakespeare en “King Henry IV”, (Enrique IV – Acto II) y su significado ha sido muy debatido por los propios críticos en inglés. Pero en el caso que nos ocupa entendemos que su significado es este.

111 Se refiere a JULIO CESAR [100 - 44 a.C.], que al proclamarse dictador en Roma, entre las numerosas medidas que instituyó para restablecer la paz y el orden, destaca la de fortalecer el Aerarium o tesoro público (de ahí el término español “erario público”) estableciendo impuestos sobre las mercancías. Mandaba a los mercados guardias que secuestraran los artículos prohibidos y los llevaran a su casa, yendo algunas veces lictores y soldados por sorpresa a distintos lugares para confiscar lo que había escapado a la vigilancia de los guardias.

112 Se refiere a NEVIO SUTORIO MACRÓN [21 a.C.-38 d.C.], nombrado Prefecto de la Guardia Pretoriana en sustitución de LUCIO ELIO SEJANO [20 a.C.–18 d.C.], su adversario, por decisión directa y repentina del emperador TIBERIO [42 a.C.–37 d.C.].

113 Se refiere a LUCIUS AELIUS SEIANUS [20 a.C.–18 d.C.], conocido comúnmente como Sejano; militar romano, Prefecto de la Guardia Pretoriana, durante un tiempo amigo y confidente del emperador Tiberio. Cuando Tiberio se retiró en el año 26 a la Isla de Capri, Sejano quedó a cargo de toda la administración y actuaba como emperador de facto. Pero a finales del año 31 Tiberio le retiró su apoyo eligiendo a su adversario NEVIO SUTORIO MACRÓN [21 a.C.-38 d.C.], para sustituirle. Sejano fue acusado de conspiración contra el emperador, detenido, juzgado, condenado y ejecutado de forma muy sutil: Tiberio le mandó una carta comunicándole sus deseos de investirlo con poderes tribunicios, y a tales efectos le convocó al Senado. Sejano acudió al Senado donde todos los senadores lo felicitaron por su nuevo cargo, pero entre tanto, Macrón asumía la prefectura de la Guardia Pretoriana y mandaba a un grupo de leales a rodear el edificio del Senado. Los senadores, en lugar de investir a Sejano, lo acusaron de traición y ordenaron su detención. Los soldados de Macrón irrumpieron en la sala y se llevaron a Sejano preso.

114 Se refiere al emperador romano TIBERIO [42 a.C.-37 d.C.], sucesor de AUGUSTO [27 a.C.-19 d.C.], que gobernó el imperio durante la vida pública y muerte de Cristo.

115 Miqueas 7:2. En hebreo אֶת־אָחִ֖יהוּ יָצ֥וּדוּ חֵֽרֶם ’eṯ-’āḥîhū yāṣūḏū ḥêrem, “a su hermano cazan con red”. La NVI lo traduce como: “y unos a otros se tienden redes”; BLP: “se tienden trampas unos a otros”; y LBLA: “unos a otros se echan la red”.

116 En el original, caveat emptor. Esta frase latina se utiliza en derecho para advertir a los compradores que la responsabilidad de una compra recae en el comprador, quien debe previamente, antes de comprar, tomar las medidas oportunas para asegurarse de la calidad y estado de lo adquirido, descartando posteriores reclamaciones al vendedor. En español sería: “compre bajo su propio riesgo” o “no se admiten reclamaciones”.

117 Se refiere a JASÓN, héroe mitológico griego hijo de Alcímeda y de Esón. Esón era el rey de Yolcos, y fue destronado por su hermano Pelias. A su vez, Pelias fue advertido por el Oráculo de Delfos de que tuviera cuidado con un hombre calzado con una sola sandalia porque pondría en peligro su trono. Jasón fue educado por el centauro Quirón hasta que al cumplir los veinte años se dirigió a Yolcos. Algunas versiones del mito afirman que Jasón no tenía idea de que era el heredero legítimo al trono de Yoclos, otras que iba dispuesto a recuperar su trono. En el camino, tuvo que cruzar un río donde perdió una de sus sandalias. Al llegar a la ciudad, fue llamado por su tío Pelias y este, al darse cuenta de que aquél podía ser el hombre que anunciaba el oráculo, decidió alejarlo de su tierra prometiéndole el trono si regresaba de una difícil misión: viajar hasta la Cólquida (al pie del Cáucaso), y traer de allí el vellocino de oro, que había sido la piel de un carnero fabuloso. Jasón lo consiguió al frente de una expedición de héroes griegos conocidos como los Argonautas y con la complicidad y ayuda de la hechicera Medea, cosa que paradójicamente le quitó el trono a Pelias: el mismo Pelias le dio las herramientas y la promesa del trono a Jasón al querer alejarlo de Yolcos, y así consiguió Jasón derrotar a Pelias.

118 Se refiere a AURELIUS AUGUSTINUS [354-430], más conocido como SAN AGUSTÍN o AGUSTÍN DE HIPONA, uno de los cuatro más importantes Padres de la Iglesia latina y uno de sus más eminentes doctores. Gran apologista cristiano, sus escritos suponen la primera gran síntesis entre el cristianismo y la filosofía platónica.

119 Fórmula jurídica que propone San Agustín: “jure fori, non jure poli” y que emplea en referencia a un hombre que en principio había donado sus bienes a la Iglesia y luego se desdijo. Resultan curiosas las expresiones “jure fori” “derecho de foro o derecho humano; y “jure poli”, “derecho del cosmos” para definir la idea de una ley o estancia superior, y que evidentemente Agustín entiende como “derecho del cielo” y aplica en este caso a la ley que está vigente en el cielo.

120 Traducción literal de la versión inglesa KJV: “He croucheth, and humbleth himself, that the poor may fall by his strong ones” sobre la que se basa el comentario de Spurgeon.

121 En el original “ware, wolf!”.

122 Génesis 16:13.

123 1 Samuel 15:1-8.

124 Isaías 65:6-7.

125 Oseas 13:12, RVR 1977.

126 Hebreos 4:13.

127 Isaías 29:15.

128 Isaías 29:16.

129 Jonás 4:1-11.

130 Eclesiastés 8:11.

131 Jeremías 31:18-19: “Porque después que me aparté, me arrepentí, y después que comprendí, me di golpes en el muslo; me avergoncé y también me humillé, porque llevaba el oprobio de mi juventud”. (LBLA- RVA) Así traduce también la BLP. La NVI dice: “al comprenderlo me di golpes de pecho”.

132 2 Pedro 3:9.

133 Isaías 27:4-5.

134 Isaías 30:18.

135 Ver Salmo 103:8. Para los orientales la ira era algo gráfico, representada por un fuego interior que se canalizaba por la nariz en forma de resoplidos. Por tanto, ser “largo de nariz” o “de nariz prolongada” como leemos literalmente en el hebreo en el Salmo 103:8, implicaba de forma metafórica que el fuego de la ira surgida en el interior aminoraba y se extinguía en su camino hacia el exterior, cuyo resultado era la aparición de humo en las fosas nasales en lugar de fuego. Es decir, ser “largo de nariz” significaba ser pacífico, porque la ira generada en el interior se calmaba antes de salir al exterior. Este es un concepto utilizado repetidamente en la Biblia: el Salmo 18:8 describe la ira de Dios diciendo que “humo subió de su nariz”, y lo mismo encontramos en pasajes como 2 Samuel 22:9, entre otros.

136 Salmo 73:11.

137 Sobre este “alza tu mano” dice EUSEBIO DE CESAREA [267-338]: «Con estas palabras “alza tu mano” el salmista se refiere al juicio de Dios contra los impíos. Por ahora la mano de Dios parece reposar y permanece quieta, lo cual induce al impío a creer erróneamente que jamás le inquietará (10:6); pero llegará el momento en que se “alce” ejerciendo todo su poder y dando a cada uno según se merece».

138 Mateo 24:31.

139 Salmo 49:14.

140 2 Pedro 3:10.

141 Salmo 18:7; Isaías 13:13.

142 Oseas 10:8; Lucas 23:30; Apocalipsis 6:15-16.

143 Salmo 56:9.

144 Tanto el propio Spurgeon, que fundó en Londres dos orfanatos para más de 500 niños que de otra manera hubieran vagado por las calles desamparados alimentándose del pillaje, en una época muy difícil para los huérfanos; como su entrañable amigo y asesor GEORGE MULLER [1805-1898], apodado “de Bristol”, que abrió y mantuvo orfanatos para más de 2000 niños en esta ciudad confiando únicamente en la fe, se tomaron muy en serio las palabras de este texto.

145 Jeremías 2:24.

146 Salmo 37:5.

147 Salmo 4:8.

148 Salmo 42:5.

149 Oseas 14:3.

150 Job 31:4.

151 Isaías 3:10, LBLA.

152 Isaías 3:11, RVR.

153 Salmo 115:5; 135:16.

154 Romanos 12:5; 1 Corintios 12:27; Efesios 4:25.

155 Eclesiastés 10:20.

156 Juan 14:18.

157 Isaías 25:4.

158 Jueces 8:16.

159 Se refiere a TALES DE MILETO [625-547 a.C.], filósofo, matemático y legislador griego, fundador de la llamada “Escuela de Mileto” y considerado como el iniciador de la especulación científica.

160 Dice al respecto GREGORIO DE NISA [330-394]: «“Rey eternamente para siempre” exclama el salmista, razón por la cual nosotros afirmamos que Dios antecede a todo principio y se proyecta más allá de todo fin».

161 Ciudad portuaria en el extremo oeste de Sicilia, frente a cuyas costas se libró en el año 368 a.C. una batalla naval decisiva entre Cartago y Siracusa, en la que fue derrotado y resultó muerto el tirano Dionisio, firmando poco después su hijo la paz con Cartago. Actualmente tiene el nombre de Marsala.

162 Entre Lilibea y Cartago hay una distancia de unos 150 km., unas 80 millas náuticas. En base a la curvatura del globo terráqueo y aplicando el teorema de Pitágoras entre la distancia desde el centro de la Tierra hasta la línea de visión del observador, la distancia máxima que se puede observar en condiciones climáticas favorables a nivel del mar es aproximadamente 5 km., o 3.1 millas. Esta distancia aumenta en función de la altura del puesto de observación, pero es imposible que alcanzara las 80 millas.

163 Salmo 9:19.

164 Spurgeon cierra el salmo con este comentario, que aplica en común a los versículos 16, 17 y 18.

165 Isaías 6:5.

166 Job 42:5-6.

167 Santiago 1:7.

168 Salmo 9:12.

169 En el original, in forma pauperis. Frase latina que se utiliza en lenguaje jurídico y que significa “con carácter de pobre” o “por razones de pobreza”, y que la ley concede a los tribunales para eximir del pago de derechos judiciales a las personas indigentes que lo soliciten porque no cuentan con los recursos necesarios para sufragar los costos ordinarios de iniciar una acción civil o de presentar su defensa cuando son demandadas. En lenguaje vulgar suele decirse: “pleitear de pobre”.

170 Salmo 40:17; 70:5; 86:1; 109:22.

171 Hebreos 5:7.

172 Mateo 8:1-3; 5:10.

173 Lucas 18:13.

174 Esdras 9:6.

175 Génesis 18:27.

176 Hechos 16:25-26.

177 Hechos 12:5-10.

178 1 Reyes 18:41.

179 Juan 11:40-34.

180 Apocalipsis 12:9; 20:2.

181 Génesis 3:1; 2 Corintios 11:3; Apocalipsis 12:9.

182 2 Timoteo 4:17; 1 Pedro 5:8.

183 Ester 4:16.

184 2 Samuel 17:1;18:8.

185 2 Crónicas 14:11-13.

186 Deuteronomio 10:18; Salmo 68:5; 146:9; Santiago 1:27.

187 Isaías 13:11.

188 Eclesiástico 35:15.

189 Se refiere a CAMBISES II [590-521 a.C.], hijo y heredero de CIRO II EL GRANDE fundador del Imperio persa aqueménida. Hay una teoría que lo identifica también con el DARIO DE MEDIA mencionado en Daniel 5:31.

190 Habla del rey de Inglaterra contemporáneo al autor, EDUARDO VI [1457-1509], a quien Latimer predicaba en este sermón.

191 En el original inglés: “Happy is the child whose father goeth to the devil”. La primera referencia escrita que se tiene de este proverbio inglés procede del propio Latimer en este sermón. Posteriormente hay citas del mismo en otros autores, incluido Shakespeare que lo menciona en Henry VI, (Part. III Act. II). Viene a decir que los hijos de padres corruptos y bribones, que por su conducta indigna van al infierno, disfrutan cuanto menos de las rapiñas de sus progenitores. Así lo entiende y expresa Shakespeare por boca del propio rey Enrique VI: “happy always was it for his son, whose father for his boarding went to hell” y Latimer cuando dice: “to make his son a great man”.

192 Salmo 89:32; Isaías 13:11.

193 Salmo 8:1,9.

194 Salmo 8:8.

195 Salmo 9:19-20.

196 Cita del Salmo 21 (22) versículo 7 (6) en una antigua versión de la Vulgata Latina.

197 Génesis 15:6; Romanos 4:16; Gálatas 3:7.

198 Génesis 18:27.

199 Eclesiastés 4:12.

200 Jeremías 22:29.

201 El hombre fue formado del polvo de la tierra, continúa siendo tierra a lo largo de toda su existencia, y finalmente regresará a la tierra disolviéndose en polvo (Génesis 3:19; Job 30:19).

El Tesoro de David: la revelación Escritural a la luz de los Salmos

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