Читать книгу Creando una mente psicoanalítica - Fred Busch - Страница 12
Conocimiento del proceso
ОглавлениеUn hombre de 32 años de edad, muy viril, aunque inhibido, comienza una sesión de su análisis preguntándose si me he dado cuenta de que cojea. Luego explica que se ha esguinzado el tobillo jugando al fútbol y después asocia con lo que no ha tenido: ni sueños ni pensamientos relacionados con la sesión anterior. Explica en detalle que se lastimó en el juego tratando de patear pelotas que de ningún modo podía alcanzar. Se encontró preguntándose por qué lo había hecho, y luego notó que, mientras se dirigía a mí, se preguntaba “si lo que decía tenía importancia o no era nada”.
F.B.: ¿Tratando de alcanzar algo o nada?
Esta frase llevó al paciente a pensar en el tiempo en que tenía unos 10 años y, echado en la cama, sentía que la habitación se achicaba pero a la vez se alargaba, como ocurre con una banda elástica cuando se la estira y los lados se acercan. Dijo: “Daba miedo. (Pausa) Ahora no estoy seguro de haberlo experimentado. ¿Acaso lo pensé siquiera?”
F.B.: Era algo o nada… es difícil saber si lo que trataba de alcanzar pudo dejarlo lastimado.
Quisiera hacer notar que mi intervención en esta breve viñeta formula un importante interrogante clínico respecto de cómo pensamos el proceso curativo en el psicoanálisis. Paso a describir lo que encuentro significativo.
El analizando inicia la sesión asegurándose de que noto que está dañado. Luego su mente se desliza a la carencia de pensamientos y tenemos entonces estos pensamientos no pensados. Los pensamientos, ¿duelen? Jugando al fútbol, se lastimó tratando de alcanzar algo que no estaba ahí; la “pelota sin pelota”. Luego cavila acerca de si lo que dijo es algo o nada. De otra manera, hemos vuelto a los pensamientos no pensados. Mi intervención intenta capturar este proceso, que creo contiene una pregunta sin representación; es decir, estos pensamientos peligrosos del “no ahí”, ¿pueden pensarse?
El paciente recuerda una época, nunca mencionada hasta ese momento, que parece tener una clara importancia simbólica. Sin embargo, la nueva idea se funde inmediatamente con el espacio mental donde residen sus pensamientos no pensados. Mi intervención apunta a devolver la representación a esta dinámica en la cual la respuesta al peligro consiste en que los pensamientos se convierten en falta de pensamientos. Ello contrasta con haber interpretado lo que sonaba a un encubierto temor a la castración.6 La necesidad de elegir (¿cuándo nos centramos en el proceso y cuándo en el contenido?) se presenta a lo largo de todos los análisis.7 Exploramos el tema en el resto del capítulo.