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Introducción

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Este libro trata de un método psicoanalítico que he venido desarrollando durante los últimos cuarenta años y al que llamo Creando una mente psicoanalítica. Se basa en lo que considero el proceso curativo esencial que constituye los fundamentos de la mayoría de las teorías psicoanalíticas; es decir, un cambio en la relación del paciente con su propia mente. Como es sabido, sin el psicoanálisis el individuo será arrastrado una y otra vez a poner en acto fantasías inconscientes destinadas a satisfacer sus deseos, a protegerlo de sus temores y a curar estados del Yo fragmentados y/o relaciones de objeto. Al desarrollar una mente psicoanalítica, el paciente adquiere la capacidad de modificar la inevitabilidad del acto y alcanzar la posibilidad de la reflexión. Es un inmenso logro psíquico ver nuestra mente como un campo de juego para las motivaciones antes que como sólo la representación de la realidad; logro que –y esto es lo más importante– potencialmente nos libera de la esclavitud de la compulsión a la repetición.

El método aquí presentado se basa sobre la creciente clarificación de cómo funciona la mente que ha posibilitado refinar el método psicoanalítico. Si bien nuestros métodos para comprender la condición humana han evolucionado desde los tiempos de Freud, nuestros métodos para los pacientes accedan a la comprensión de manera significativa no siempre han estado a la par. A lo largo de los años y de diversas maneras, he tratado de entender por qué y cómo podríamos rectificarlo. La presente obra es mi último intento de presentar una teoría y una técnica que integren el significado psicoanalítico y el sentido. Aunque la pericia del analista resulta crucial para el proceso, su postura debe ser la de ayudar al paciente a encontrar su propia mente y no la de erigirse en experto respecto del contenido de esa mente.

Mi método se centra en que el paciente desarrolle una mente psicoanalítica que será la clave del proceso psicoanalítico curativo. Explicado muy brevemente, ello requiere la capacidad del paciente de aprehender que el camino hacia una comprensión más profunda de sí mismo pasa por su propia mente y que ahí reside la esencia de lo que el psicoanálisis tiene para ofrecerle. Si bien esto parece asemejarse a algo por lo que siempre hemos luchado, presento aquí un método específico que, esperemos, ofrezca una mayor clarificación acerca de cómo ocurre esto y de los métodos para hacer que ocurra.

A grandes rasgos, el cambio básico de paradigma en el método psicoanalítico gira alrededor de pensar acerca del pensar. Nos ha permitido comprender las formas singulares en que los pacientes se comunican o intentan no comunicarse. También hemos llegado a saber más sobre los estados de disposición de los pacientes en relación al éxito de nuestras interpretaciones, y sobre cómo podemos ayudar o retrasar este proceso. También nos hemos dado cuenta de que el modo en que ayudamos a un paciente a conocer su propia mente reviste tanta importancia como el saber que él adquiere.

Además, aprendí de las similitudes que descubrí en las obras de otros de quienes se pensaba tenían una perspectiva muy diferente. Como ya he dicho, “el analista de nuestro tiempo podría ser mejor conocido como un psicólogo del Yo contemporáneo, freudiano, consciente de la contratransferencia, psicólogo de sí mismo, interesado en los aspectos relacionales y kleiniano”. (Busch, 2003, p. 43).

Esta amplia bóveda de inclusión gira, principalmente, en torno al modo en que comprendemos a nuestros pacientes. Mi bóveda se comprime respecto de cómo veo la mejor manera de transmitir dicha comprensión al analizando. A través de la totalidad de este libro intento mostrar una “sorprendente similitud” entre mi método analítico y otras teorías a menudo consideradas diferentes, especialmente las de los kleinianos londinenses inspirados por Betty Joseph y algunos psicoanalistas franceses.

Acuerdo con Bolognini (2011) en que hemos alcanzado nuestra “zona de sombra”, donde nos aferramos a una simplificación excesiva del campo teórico. “El síntoma de la zona de sombra es, precisamente, la incapacidad del intercambio con el ‘no yo’, inconscientemente temido como algo peligroso y demasiado perturbador” (p. 11). Durante demasiado tiempo cada “escuela” ha tendido a preservar la pureza y eficacia de su propia postura.

El libro consta de dos partes: Los cambios de paradigma y Los métodos del psicoanálisis. Se trata de una división algo artificial; si bien la primera parte destaca lo que propongo como cambios teóricos que proporcionan un modo distinto de pensar el método psicoanalítico y sus metas, se incluyen numerosos ejemplos de la clínica que demuestran el qué y el porqué de los cambios. La segunda parte describe aspectos clínicos específicos del método psicoanalítico de base. Los ejemplos de la clínica contendrán poco y nada de la historia del paciente y del tratamiento en sí. Ello refleja mi opinión acerca de que la vía principal para ayudar a nuestro analizando a desarrollar una mente psicoanalítica consiste en focalizarnos sobre lo que ocurre en lo inmediato de la sesión. Aunque la comprensión del pasado en el presente constituye un aspecto importante para la construcción de una mente psicoanalítica, adquiere sentido principalmente a la luz de lo que está sucediendo en el presente.

En 2001, Martin Bergmann escribió:

“Porque el psicoanálisis apunta a algo más que a la reparación. La cuestión de sus metas es tan interesante como controvertida. En el presente clima de opinión, el psicoanálisis se ve obligado a demostrar sus beneficios/rendimiento/efectividad en comparación con otras terapias. El resultado de la controversia permanece dudoso, pero lo que es cierto es que, si el valor del “conócete a ti mismo”, expresado por primera vez en la Antigua Grecia en la ciudad de Delfos, mantiene su importancia, el psicoanálisis no tiene rival entre las demás formas de psicoterapia.

Es siguiendo el espíritu del “Conócete a ti mismo” y de lo que ello significa en términos psicoanalíticos que presento estas ideas. De acuerdo con ese espíritu, trato en este libro principalmente las teorías de tratamiento psicoanalítico que ven al “Conócete a ti mismo” como la meta primera del tratamiento, en contraste con aquellas otras teorías en las cuales lo que se enfatiza como curativo es el modo de ser del analista. Como se verá, en mi opinión, la naturaleza del modo de ser del analista es un componente importante del tratamiento. Es una explicación necesaria pero no suficiente para la creación de una mente psicoanalítica.

A fin de redactar este libro de manera ordenada, he preferido introducir la revisión de la amplia literatura sobre cada área. Sin embargo, lo incluido debería bastar para que el lector comprenda las corrientes que influenciaron mi pensamiento. Sin vergüenza alguna me cito a mí mismo con gran frecuencia y el lector puede consultar mis otros trabajos si desea mayor información.

Por último, lamento no poder agradecer de manera individual a todos los que me ayudaron, alentaron e inspiraron; muchísimas personas, entre maestros, colegas, discípulos, y pacientes.

Chestnut Hill, MA

Otoño de 2012

Creando una mente psicoanalítica

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