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III. BREVE HISTORIA DEL PERIODISMO DIGITAL
ОглавлениеDe un momento a otro, aparecieron los blogs dando la oportunidad a cualquier persona de comunicar (comentar y opinar) en apenas unos segundos. Así se produjo la digitalización del periodismo, dando un lavado de cara a todo lo conocido en esta profesión como los tiempos o las audiencias. Aunque algunos dicen que hablar de nuevo periodismo es mentir, al final el trabajo de un periodista sigue siendo el mismo, aunque la investigación después se publique en papel o por internet, sigue siendo periodismo.
Actualmente, los periódicos han sufrido variaciones en el promedio de tirada, esto se debe principalmente a las nuevas formas de comunicar, es más sencillo leer las noticias a través de un simple clic que desplazarte hasta el kiosko a comprar el periódico por las mañanas. Al final un medio que prescinde de la multimedialidad o de las redes sociales, está ausente en la sociedad.
“La digitalización es una necesidad ineludible en la actualidad para las instituciones públicas que pretendan poder competir con los proveedores de información en la red y mantener su estatus de instancias privilegiadas en la provisión de conocimiento de las sociedades. De este modo, las instituciones culturales se sienten conminadas a la digitalización de sus fondos, y a considerar esta técnica la panacea de sus problemas en la gestión y difusión de su riqueza documental, por la continua revalorización de esas fuentes que pueden ser empleadas en el ámbito de la enseñanza, del aprendizaje, de la investigación, de la documentación, y en el manejo de la gestión pública de los catálogos de datos”.4 (Romero Domínguez, 2011).
El apogeo de la tecnología ha mejorado la rapidez en informarnos, todos las noticias aparecen al alcance de un clic. Este simple gesto connota la apertura de una ventana que alberga millones de webs saturadas de información. Un canal gigantesco de información que se llama internet, en el que se puede acceder a revistas y periódicos desde el confort de la propia casa. Un océano de contenido en el que los responsables de cada medio no permiten la pérdida de calidad, aunque en este caso un error de un segundo puede emborronar toda la imagen del medio de comunicación.
“El periodismo del siglo XXI se está adaptando a la Sociedad de la Información y, especialmente, a través del fenómeno Internet, ha nacido un medio de comunicación digital, interactivo y multimedia que supone una nueva forma de elaborar, estructurar y difundir las noticias”5 (Oliva Marañón, 2014).
A pesar de las ventajas que nos ofrece el mundo del ciberespacio hay un problema mayor, las nuevas generaciones no conocen el tacto y olor del papel impreso, al igual, que el divertido “mecanismo” para intentar leer un periódico, mientras se pretende tomar un café.
De esta manera, las predicciones sobre la edición en papel son pesimistas. La duda que tienen muchos empresarios de este sector es sí existe un número suficiente de lectores para mantener la prensa escrita o los recursos suficientes para mantener este medio físico.
Este segundo aspecto fue resaltado por la investigación que realizó la AIMC, esta desveló una comparación en la utilización de los diarios impresos en países como Reino Unido o Islandia, a diferencia de África o Sudamérica, debido a la diferencia de consumo, por la economía o los hábitos de los ciudadanos. En cualquier caso, siempre va a repercutir el nivel económico de cada país. Dado que la edición impresa necesita grandes recursos financieros para invertir en rotativas, planchas, tinta, papel, etc.
Ya hemos visto estas consecuencias en revistas como “Interviú” o la revista semanal “Tiempo”, las cuales, han forzado el nivel de tirada para un público escaso. Con el trágico final de obtener más pérdidas que beneficios. Estos ejemplos dan paso a reflexionar cómo los medios impresos están abocados a desaparecer. Y la carente importancia de la dimensión o globalización que debe tener un periódico, si no logra actualizarse a las nuevas tendencias, desaparece. A lo mejor, Baltasar Bueno tenía razón al decir que: “los periódicos están en su ciclo bajo, en agonía”. Solo queda adoptar una estrategia que renueve el concepto de medios de comunicación impresos y avanzar en la era tecnológica.
Al igual que los coches ya son estudiados para que puedan prescindir de un conductor y las cartas son escritas a través de una pantalla para ser recibidas en cuestión de instantes. En la era de los diarios ya está sonando la marcha fúnebre.