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Marzo 2
Fueron oídas tus palabras
Оглавление“……no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras……” (Daniel 10:12)
¿En cuántas ocasiones has orado y parece que Dios no te escucha? ¿Has experimentado el vacío del silencio del Señor y piensas que tus oraciones no han llegado hasta el trono de gloria?
Si te has sentido así, no eres la única persona que lo ha experimentado.
Todos pasamos por momentos de una terrible sensación en los que creemos que nuestras oraciones no tienen respuesta y nos culpamos por nuestra falta de fe, o nuestra falta de consagración en las cosas del Señor, o pensamos que nuestras necesidades no son tan importantes como para que Dios les ponga atención.
Pero no es así. Dios escucha las oraciones de sus hijos.
Como un padre amoroso Él siempre tiene atento su oído al clamor de quienes se acercan a Él con sincero corazón. Y como Él conoce todo de nosotros, Él sabe muy bien cuál es la respuesta adecuada.
En ocasiones el silencio es la mejor respuesta. En otros momentos verás cómo de una forma inmediata viene lo que estabas esperando, y te llenas de regocijo, y en otras debes guardar paciencia ante la negativa del Señor, pues es indudable que tiene un propósito mayor para ti en cada situación.
Al empezar este nuevo día puedes tener la seguridad de tu conexión divina.
Él escucha y te invita a confiar en sus respuestas. Llegará para ti el tiempo en que entenderás más claramente por qué has tenido que pasar por las situaciones que has pasado, por qué se te detuvo cuando lo que querías era seguir adelante, por qué conociste personas que no sabías que iban a influir tanto en ti pero eran mensajeros enviados del Señor con palabras de aliento y de consuelo, y también sabrás por qué a veces la respuesta a tus peticiones no fue la que esperabas, porque había mejores cosas que Dios estaba preparando para ti y aún no las podías ver.
Y entonces todo cobrará sentido, las situaciones se te aclararán, tu visión se ampliará y podrás avanzar, y podrás responder a los propósitos eternos.
Sí, Él habita en las alturas, en el trono de gloria desde donde gobierna, pero también habita en el corazón de quienes le buscan con sinceridad y confianza.
No dudes. En este mismo instante, Dios está haciendo algo para ti y pronto lo sabrás.
Tus palabras han sido oídas. No temas, no desmayes, Él te levantará con la diestra de Su justicia y nuevas fuerzas llegarán a tu vida.
Oración:
Sé que tengo una esperanza sólida cuando creo en ti Señor Jesucristo. Sé que si diste tu vida por mí, ¿Cómo no escucharás también mis oraciones, mis suplicas, mis ruegos? Hoy tengo esta certeza. Tú no solo me escuchas, sino también intercedes por mí ante el trono de la gracia. Qué maravillosa bendición que tengo al saber que mis oraciones son escuchadas, han subido hasta los cielos y han sido colocadas en las mejores manos. Gracias Señor Jesús. Amén.