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Marzo 10
Mudado en otro hombre
Оглавление“Entonces el Espíritu de Jehová vendrá sobre ti con poder, y profetizarás con ellos, y serás mudado en otro hombre” (1 Samuel 10:6)
Estamos en tiempos gloriosos de la historia de la iglesia.
Si tú lees el Antiguo Testamento te darás cuenta que cada vez que El Espíritu Santo venía sobre un hombre, este era mudado, era transformado, recibía el poder para enfrentar los enemigos.
Otoniel, Gedeón, Sansón, David y muchos otros recibieron poder con el cual hicieron cosas que ellos no podían entender. Derribaron gigantes, acabaron ejércitos enemigos, dirigieron al pueblo con sabiduría. No eran solo ellos, no era en sus fuerzas, no era su intelecto ni su estrategia, era el poder que había venido de lo alto y que los había mudado en otros hombres.
Y lo mismo sucede en el Nuevo Testamento con todos aquellos que recibieron poder desde lo alto y lo mostraron en este mundo.
Por eso el Pedro que predicó en Pentecostés no era el mismo inseguro que pescaba en el mar de Galilea, había sido mudado en otro hombre.
Por eso los discípulos que propagaron el evangelio en todos los lugares y desafiaron a las autoridades que se les oponían, y al imperio que los perseguía, no eran los mismos discípulos asustados que se habían escondido cuando Jesús fue tomado preso y llevado a la cruz, habían sido transformados.
Por eso el Pablo que testificaba hasta en las cárceles y que soportaba las persecuciones, los azotes, los golpes, las humillaciones, no era el mismo Saulo perseguidor de los cristianos.
¿Qué había pasado en todos ellos? ¿Cuál era la diferencia? ¿Qué los había mudado en otros hombres?
El poder que vino de lo alto los transformó y ya no fueron los mismos nunca más, ahora tenían sobre ellos el favor celestial. Tenían el poder que había venido directamente de los cielos para ellos.
¿Lo tienes tú? ¿Estás también a punto de ser mudado en otro hombre u otra mujer?
Todos necesitamos de ese gran poder que viene desde los cielos. Es el poder que todo lo cambia. Es la diferencia entre tener un argumento o tener una unción fresca y poderosa. Es la diferencia entre saber de Dios y conocerlo por los libros, o experimentar la realidad de un Dios vivo que venció a la muerte, venció a la enfermedad, venció al pecado, venció al maligno, venció en este mundo y además desea que todos nosotros seamos investidos del mismo poder con el cual Él venció.
Entonces, ¿Estás listo/a para ser mudado en otro hombre o en otra mujer? ¿Estás listo/a para recibir poder desde lo alto?
Que este sea el día de tu transformación. Hay un poder especial esperando por ti.
Oración:
Amado Dios, nos diste un regalo maravilloso a través de la presencia y el poder del Espíritu Santo. Por eso hoy quiero ser investido/a del mismo poder que recibieron los discípulos en Jerusalén, pues desde aquel momento sus vidas fueron transformadas para siempre y sirvieron sin detenerse al Dios de los cielos. Ese es mi anhelo también. Quiero servirte sin reservas, sin temores y con poder de lo alto, este es el día de transformación. Amén.