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Marzo 14
Un mundo hambriento de esperanza
Оглавление“Luego se dijeron el uno al otro: no estamos haciendo bien. Hoy es día de buena nueva, y nosotros callamos; y si esperamos hasta el amanecer, nos alcanzará nuestra maldad. Vamos pues, ahora, entremos y demos la nueva en casa del rey.” (2 Reyes 7:9)
Una de las cosas más significativas que hemos podido notar por estos días quienes estamos al tanto de los acontecimientos, es que el mundo está hambriento de una esperanza real.
A medida que se escuchan las noticias de lo que sucede alrededor del mundo, nos damos cuenta que empieza a cundir el desespero, la desilusión, la angustia en muchas personas.
Sin duda se necesita una esperanza real.
Esta era la misma situación que se vivía en Samaria en tiempos del profeta Eliseo.
Completamente sitiados por el enemigo por mucho tiempo, muriendo de hambre literalmente y a punto de claudicar.
Pero, cuando las cosas se veían peores, fue cuando Dios obró de manera sobrenatural para cambiar todo ese oscuro panorama en un solo día.
Llevaban tantos días en esa situación desesperada que necesitaban escuchar algo diferente, una esperanza para soportar un día más.
Y esa noticia llegó primero a través del profeta Eliseo quien trajo palabra de Dios y luego en acciones sobrenaturales que permitieron que en un solo día, aquellos que se estaban muriendo de hambre, tuvieran abundancia.
Este mundo está hambriento de esperanza y Dios tiene una respuesta para nosotros.
Él no va a hacer grandes maravillas para que creamos, Él va a hacer grandes cosas, porque creemos que Él es poderoso y lo puede hacer.
El siempre responde a aquellos que tienen fe y se acercan a Él creyendo que es galardonador de los que le buscan.
Tenemos esperanza. Tenemos a Jesús.
¡En el siempre hay esperanza!
Oración:
Señor, en este día se renueva mi esperanza porque te tengo a ti Jesucristo. Si te tengo a ti lo tengo todo, por lo tanto sé que este será un día de abundancia de bendiciones, de gracia y de sustento para mi vida. Amén.