Читать книгу Una semilla para cada día - John Harold Caicedo - Страница 72

Marzo 5
En la casa de mi Padre

Оглавление

“Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (Juan 14:3)

Un artista insatisfecho con su trabajo le dijo un día a su esposa, me voy a buscar inspiración para pintar mi obra maestra.

Viajó por muchos países, vio cosas hermosas pero no encontraba lo que andaba buscando.

Un día salió a pasear y vio una novia saliendo de su boda y le preguntó: ¿Qué es para ti lo más hermoso del mundo? Ella sin titubear dijo, por supuesto, el amor. Pero ¿Cómo pintar el amor?

Continuó su camino descorazonado y encontró a un soldado que volvía de la guerra y le preguntó: Para ti ¿Qué es lo más hermoso del mundo? Por supuesto la paz, respondió el soldado. Pero ¿Cómo pintar la paz?

Siguió buscando y encontró a un pastor y le preguntó lo mismo, y él le contestó: Por supuesto que la vida. Pero ¿Cómo pintar la vida?

Desesperado y frustrado volvió a su hogar, cansado de su cuerpo y de su espíritu.

Su esposa lo recibió con mucha ternura y calor. El artista encontró el amor del que le había hablado la novia.

En su hogar todo respiraba tranquilidad y seguridad, era la paz de la que le había hablado el soldado.

De repente, vio a sus hijos que venían corriendo hacia él para abrazarlo y besarlo, y encontró la vida de la que le había hablado el pastor.

Toda la inspiración que necesitaba la había encontrado en su hogar.

No hay un lugar más acogedor que nuestro propio hogar. Podemos visitar hermosos países, caminar por ciudades espectaculares, observar hermosos paisajes, llegar a lugares paradisiacos, pero aun con todo su atractivo, siempre experimentaremos la necesidad de retornar al lugar donde nos esperan nuestros seres queridos.

Por eso Dios está diseñando en el más allá un hogar para sus hijos. Es un hogar en donde reina el amor, la paz y la vida eterna, porque está siendo diseñado perfectamente por el Divino Arquitecto.

Y hoy El Señor nos invita a convertir nuestros hogares en lugares donde Su presencia sea continua como un anticipo de lo que viviremos en la eternidad.

Este es un día hermoso para vivirlo de la mejor manera. ¿Saludaste a los tuyos con un beso? ¿Expresaste palabras de amor y no de reproches? ¿Alegraste la vida de quienes te rodean con un bonito detalle? Vive este día como una expresión perfecta de lo que será tu eternidad. Al fin y al cabo hoy estás más cerca de ella.

Oración:

La seguridad de mi vida no es solamente que tengo un hogar terrenal, sino que al partir de este mundo también tendré un hogar celestial preparado directamente por mi Señor Jesucristo. Te doy gracias Señor por semejante privilegio. Saber que por la eternidad disfrutaré de tu presencia me llena de gozo desde ahora mismo porque sé que nunca me faltará el calor de hogar en la casa de mi Padre celestial. Amén.

Una semilla para cada día

Подняться наверх