Читать книгу La lucha contra el terrorismo en el marco del sistema de seguridad nacional - Jorge Lozano Miralles - Страница 11

Los Estados, siendo conocedores de que la lucha contra el fenómeno de los contenidos terroristas en red no podía afrontarse sin la colaboración de aquellas empresas proveedoras de servicios de internet y de almacenamiento de datos, consideraron que las mismas tienen responsabilidades a efectos de contribuir a la lucha contra los contenidos ilícitos difundidos a través del uso de sus servicios.

Pronto los Estados individualmente, y luego la UE, empezaron a hacer una llamada a las mismas empresas, subrayándose el papel compartido que corresponde a los gobiernos, comunidades, medios de información y medios tecnológicos para frenar la radicalización y promover seguridad, enmarcándolo en eso que se denomina la Corporate Social Responsability (Responsabilidad Social Corporativa-RSC).

Muchas de estas grandes compañías quisieron mantener inicialmente una actitud neutral respecto del uso de la libertad de expresión. Su argumento era que la libertad de expresión es de crucial importancia en las sociedades democráticas. Para ellos, cualquier tipo de censura iría en contra de la libre circulación de información y opiniones. Además, consideraban, y algunas lo consideran hoy, que no se les puede hacer responsables de controlar la ingente cantidad de información que circula por sus plataformas, ya que no disponen ni del personal ni de las herramientas necesarias para luchar contra las opiniones y para identificar que es “bad speech” frente al “good speech”. Asimismo, influye también la cuestión económica: invertir en un sistema tecnológico que suponga poner en marcha un mayor control de contenidos implicaría para las empresas un desembolso considerable de capital26.

Un avance en esa cooperación por parte de las plataformas prestadoras de servicios de red se dio en el Foro de la UE sobre Internet, que se inició en diciembre de 2015 como parte de la Agenda Europea de Seguridad. El Foro de la UE sobre Internet ayudó a fomentar la cooperación voluntaria entre los Estados miembros y los prestadores de servicios de alojamiento de datos, así como la puesta en marcha de medidas tendentes a reducir la accesibilidad de los contenidos terroristas en línea y a habilitar a la sociedad civil para aumentar el volumen de discursos alternativos eficaces en línea.

En junio de 2017, de forma paralela, el Consejo Europeo, el Parlamento Europeo y los Ministros de los diferentes estados en el Foro de Internet27, en sus respectivas reuniones y foros, declararon de nuevo la necesidad de que los proveedores de servicios de internet reforzaran las medidas para luchar contra los contenidos ilícitos y nocivos en sus plataformas, entre ellos los relacionados con el terrorismo.

Tal vez, debido a las reiteradas críticas de gobiernos sobre ese alojamiento de material terrorista en sus plataformas y la presión pública que recibieron28, ese mismo junio de 2017, Facebook, Microsoft, Twitter y YouTube formaron el Foro Global de Internet para la Lucha contra el Terrorismo (GIFCT). El objetivo del GIFCT es “perturbar sustancialmente la capacidad de los terroristas para promover el terrorismo, difundir propaganda extremista violenta, y explotar o glorificar los actos de violencia en el mundo real utilizando nuestras plataformas“. Con ello se daba un paso significativo en la colaboración de los grandes proveedores de servicios telemáticos y almacenadores de datos en la lucha antiterrorista.

En definitiva, tales prestadores de servicios han tratado de dar respuesta a este problema global a través del fortalecimiento de la cooperación y de la suscripción de acuerdos voluntarios.