Читать книгу Guía de mínimos necesarios para la regulación de la comunicación audiovisual en la infancia y la adolescencia - Kepa Paul Larrañaga - Страница 8
Hoja de ruta en 2021
ОглавлениеAl hablar de estrategias que abordan la protección del niño en cuanto a los contenidos disponibles en Internet, debemos fijarnos en primer lugar en los referentes europeos. Así, la Estrategia Europea en favor de una Internet más adecuada para los niños (2012)5 plantea la idoneidad de un enfoque común y un uso más amplio de la clasificación por edades y por contenidos, siguiendo el ejemplo de estándares como PEGI6, a la vez que llama a intensificar la sensibilización y la capacitación así como estimular contenidos de calidad y experiencias positivas en línea.
La implementación de esta Estrategia en España, monitorizada a través del BIK Policy Map –análisis periódico sobre la implementación de políticas relacionadas con la estrategia para el conjunto de estados miembros permitiendo la comparativa y el intercambio de conocimientos – indica una trayectoria de avances, si bien no integrados en un único instrumento o política, o liderados desde un único órgano, pero sí alineados con la estrategia BIK y encaminados hacia una mayor protección de la infancia, también en cuanto a los mecanismos necesarios para asegurar el acceso a contenidos que les generen oportunidades.
Como referente europeo indispensable señalamos también la Directiva Audiovisual (UE) 2018/1808 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 14 de noviembre de 2018, que modifica la Directiva 2010/13/UE7 que insta directamente a las plataformas de intercambio de contenido audiovisual a “aplicar medidas para proteger a los niños de los contenidos nocivos”. Ya en el plano nacional, la trasposición a la normativa nacional que está liderando la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial a través de la modificación de la Ley 7/2010, de 31 de marzo, General de la Comunicación Audiovisual8, permitirá ahondar en la aplicación de mecanismos por parte de la industria.
En este contexto, la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial lidera la reciente Agenda España Digital 20259, que tiene en cuenta las estrategias europeas para establecer diferentes líneas de acción, orientadas por ejemplo a mejorar la ciberseguridad y la cultura asociada a ella, así como la protección de los derechos de los niños en Internet y la protección contra el contenido dañino en línea con la Comisión Europea, el Consejo de Europa y la OCDE. También establece un Plan Nacional de Competencias Digitales10 que aborda un programa de digitalización y desarrollo de competencias avanzadas en línea con la elaboración y correcta identificación de contenidos, así como el desarrollo de competencias en educación, que permitirá una relación más saludable, crítica y segura con los contenidos desde edades tempranas.
Junto a la Agenda Digital 2025, la Estrategia Nacional de Ciberseguridad11 contempla una línea de acción para desarrollar una cultura de ciberseguridad, con actuaciones para incrementar concienciación, formación e información en centros de enseñanza, adaptada a todos los niveles formativos y especialidades.
Por tanto, la educación digital se erige como un pilar fundamental para la prevención y la búsqueda de oportunidades para la infancia y adolescencia en su consumo de contenidos en Internet. Los principales referentes en nuestro país, como la Ley Orgánica 3/2020, de Educación12, el Marco Común de Competencia Digital Docente13 y la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales14, tienen en cuenta el cambio digital y la necesidad de contemplar el cambio digital en los procesos de enseñanza y aprendizaje.
Asimismo, la entrada en vigor de la Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia15 permitirá complementar las medidas disponibles en la Ley de Servicios de Sociedad de la Información16, en el sentido de orientar la aplicación de los mecanismos disponibles (etiquetado de contenidos, mecanismos de verificación de edad o controles técnicos) y facilitar la colaboración entre los sectores público y privado para lograr la efectividad de las medidas y su conocimiento y aplicación en los hogares españoles.
Para completar la foto sobre la hoja de ruta a nivel nacional, los referentes de la autorregulación para la defensa de la infancia, concebidos en un principio para ámbitos como el cine17 o la televisión18 van adaptándose cada vez más al escenario actual en el que el consumo de contenidos audiovisuales a través de plataformas digitales se ha incrementado notablemente desde la pandemia de la COVID-19.
Todo ello sin olvidar el esfuerzo de numerosas entidades por realizar programas de sensibilización, información y difusión sobre aspectos como la calificación por edades para asegurar una experiencia positiva en el visionado de contenido audiovisual por niños, niñas y adolescentes.