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LA DIETA MÁS ESTANDARIZADA
QUE PROPONE LA MACROBIÓTICA
ОглавлениеLa dieta propuesta por la Macrobiótica es muy similar, con pequeñas variantes, a la que propone la Organización Mundial de la Salud (OMS) como modelo estándar. Está compuesta básicamente en un 80-90 % de alimentos de origen vegetal, es decir, es una dieta que tiene una tendencia vegetariana, aunque acepta que puede utilizarse cualquier alimento en su justa medida y no prohíbe ninguno. Tampoco descarta la necesidad que pueden tener muchas personas, por su constitución, edad, actividad, clima, salud, etc., de utilizar una base mínima, del 10-20 %, de proteína animal, como el pescado, por ejemplo.
Su filosofía de base es el principio oriental taoísta del yin y el yang, es decir, el equilibrio de las dos fuerzas opuestas y complementarias, las cuales deben convivir en armonía. Los alimentos se clasifican en yin o yang y deben combinarse sabiamente para que no se produzcan carencias ni excesos en el organismo. Cuando conozcas las características nutricionales, térmicas, trópicas y energéticas de cada alimento, basta con que los organices en tu dieta diaria y regules su cantidad y frecuencia. Al principio, tendrás que observar y aplicar una cierta disciplina, pero después de un tiempo lo asimilarás como un hábito de vida estable y tu cuerpo te reclamara ese equilibrio cada vez que lo pierdas si lo educas con estos parámetros.
La Dieta Macrobiótica Estándar rechaza el consumo de los alimentos refinados, es decir, aquellos que han sido separados de sus nutrientes integrales, procesados químicamente y envasados, ya que los considera poco adecuados por la cantidad de problemas que producen al consumirlos. Además, preconiza una nutrición a base de alimentos vivos, es decir, de origen vegetal en su mayoría. La proteína animal, sobre todo el pescado, suele están presente en cantidades pequeñas, así como los huevos y la carne de ave.
La base de esta dieta son cereales y pseudocereales, legumbres, vegetales, frutos, algas, semillas y proteínas, todos de cultivo natural o biológico y siempre integrales. Los productos que componen la alimentación macrobiótica son de máxima calidad, tanto en su procedencia como en su elaboración de origen «bio», para garantizar la abundancia de nutrientes como vitaminas, carbohidratos, proteínas, fibra y sales minerales.
Quiero incidir en que muchos de los alimentos que consumimos diariamente, preparados y procesados, procedentes de la industria «no bio», debido a las combinaciones incompatibles que se producen a escala digestiva, a las reacciones negativas de nuestros órganos y a los excesos y carencias que arrastramos tienen un efecto nefasto en nuestro organismo. Personalmente los denomino «alimentos agresores», ya que violan las normas del buen funcionamiento de estómago, páncreas, bazo, vesícula biliar, hígado y especialmente intestino, puesto que este último se considera la raíz del cuerpo y en general de todo el sistema digestivo.
Esto requiere un buen conocimiento de las pautas nutricionales básicas y un asesoramiento adecuado, por lo que te recomiendo encarecidamente que, si decides iniciarte en esta alimentación macrobiótica, busques un buen asesor que te guíe en tus primeros pasos. En mi caso, asesoro inicialmente hasta que la persona, después de aplicar una dieta equilibrada por un periodo suficiente de tiempo para que el organismo se deshaga de los antiguos hábitos y alimentos —un año como mínimo—, y tras obtener los resultados inicialmente pretendidos junto con los conocimientos que aporta la práctica diaria, se vuelve en gran medida autónoma, autosuficiente para mantener y gestionar su propia salud. Mi objetivo no es generar dependencia, sino autosuficiencia y libertad en el campo de la salud.
En este libro encontrarás las pautas básicas que te permitirán comprender y aplicar los criterios de selección partiendo de tu propio diagnóstico en el capítulo «Constitución y condición», así como los cinco elementos aplicados a cada estación del año y muchos otros conceptos que te ayudarán a crear tus propias combinaciones y recetas, y que convertirán tu alimentación en un sano placer.
El experto en dietoterapia macrobiótica puede intervenir al principio para ayudarte a encontrar el equilibrio en tus platos y tu salud. De ese modo, podrás disfrutar de todos sus beneficios sin renunciar a ningún elemento esencial para el organismo. Es importante no obsesionarse con la comida ni con la salud, pero sí debemos estudiar y comprender cómo actúan los alimentos en nuestro organismo, así como lograr un nivel de salud óptimo para prevenir desequilibrios y enfermedades conservando nuestra energía Qi, ya que es la base de nuestro equilibrio.