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La predicción y la gestión del riesgo como base de una Intervención Especializada en el Comportamiento Criminal
ОглавлениеClara Cano Placer
Directora del Centro Regional Zambrana
Gerencia de Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León
SUMARIO: 1. CON RELACIÓN AL PRIMER ÁMBITO DE INVESTIGACIÓN DE LA CONDUCTA CRIMINAL QUE IMPLICA EL ESTUDIO DE LAS CAUSAS DE LA DELINCUENCIA, LA PSICOLOGÍA, BAJO LA INFLUENCIA DEL POSITIVISMO SE OCUPÓ DEL ESTUDIO DE LA PERSONALIDAD CRIMINAL, NO OBTENIENDO LOS RESULTADOS ESPERADOS A NIVEL TEÓRICO-CIENTÍFICO 1.1. La Teoría Integradora de Farrington. 1.2. El modelo integrador de Andrews y Bonta. 2. DENTRO DEL SEGUNDO ÁMBITO DE ESTUDIO DEDICADO A LAS CARRERAS DELICTIVAS Y SU RELACIÓN CON LA ETAPA EVOLUTIVA Y EL DESISTIMIENTO DELICTIVO, ASÍ COMO A LA CRIMINOLOGÍA DEL DESARROLLO. 2.1. Modelo Biopsicológico y taxonómico de Terrie Moffit. 2.2. La tesis de Laub y Sampson del ‘control social dependiente de la edad’. BIBLIOGRAFÍA.
Una intervención especializada en el comportamiento criminal juvenil conlleva que, en su diseño, aplicación y evaluación, se concrete el objetivo general a alcanzar, se explique el marco teórico en el cual se sustenta y se diseñe una evaluación especializada.
Esta evaluación especializada debe establecer los objetivos específicos y los programas de intervención más eficaces a ejecutar y que estos se diferencien no sólo por áreas de especialización sino también por el marco legal que regula tanto el tipo de medida judicial a ejecutar, como si ésta ha alcanzado su firmeza o no, cuestiones no baladíes, puesto que cambian la posibilidad de implementar un programa de prevención general a un programa de intervención especializada.
Este proyecto de investigación I+D+i: Evaluación de las necesidades criminógenas específicas de los menores infractores en la justicia juvenil, nace de la urgencia de establecer nexos de unión entre la actuación de profesionalizada a nivel psicoeducativo y la adaptación de ésta a la ejecución de la medida judicial pues ésta marca una serie de procesos y procedimientos que tienen un gran impacto sobre la implementación de los programas de intervención.
Entendiendo el fenómeno de la delincuencia como una realidad compleja, esta complejidad se ve incrementada exponencialmente si lo que estudiamos es el fenómeno de la delincuencia juvenil en nuestro país, que podemos circunscribir entre un periodo de edad comprendido generalmente entre los 14 y 21 años y que resulta ser el periodo que coincide a nivel evolutivo con la adolescencia media y tardía e inicio de la edad adulta.
Cualquier diseño de evaluación ad-hoc, implica que se explique suficientemente el objetivo general a alcanzar, y el marco teórico que lo sustenta, lo que nos detallará las necesidades de investigación en relación a la evaluación existente en este campo, si esta evaluación es suficiente, si es necesaria una adaptación o si además es necesaria una evaluación específica diferenciada atendiendo al marco de ejecución de la medida judicial.
Para justificar esta necesidad de evaluación específica, es necesario, explicar la evaluación que se realiza y sus limitaciones, concretar los objetivos a conseguir, la elección de los programas de intervención y la reevaluación de los mismos, que proporcionará nuevos postulados teóricos que modificarán el marco teórico inicial haciendo que se adapte a las nuevas necesidades criminógenas.
El Objetivo General, definido y delimitado, es clave en el diseño de la investigación que nos ocupa, así, la Ley Orgánica 5/2000, reguladora de la Responsabilidad Penal de los menores, establece en su exposición de motivos1 que cada una de las medidas judiciales han de responder a unos principios científicos y criterios educativos.
Parece consensuado que el Objetivo General en la intervención especializada en el comportamiento criminal es la disminución del riesgo delictivo y tender al desarrollo de las potencialidades del sujeto para favorecer su integración social.
Esta delimitación conceptual debe además responder a dos cuestiones básicas como son el ¿para qué? y el ¿cómo?, puesto que su contestación delimita conceptualmente el Objetivo general, siendo el primer nexo de interrelación jurídico-psicológica que merece una explicación.
Esquema Objetivo General de Intervención.2
La primera pregunta ¿para qué? se contesta brevemente: para reducir la reincidencia delictiva, si bien el término reincidencia no se va a utilizar de una forma jurídica y terminológicamente restrictiva, sino que se entenderá como una actividad general delictiva donde evaluaremos conceptos como versatilidad y profesionalización delictiva, así como la gravedad del hecho delictivo.
La siguiente pregunta ¿Cómo? afecta en su respuesta sobre todo al objeto de intervención, es decir, al responder a esta cuestión con la reducción de la conducta delictiva, estamos diciendo que esto forma parte de un proceso y lo más importante que es un proceso centrado en la persona –el menor infractor– y que es en él en el que centraremos todos nuestro esfuerzos, tal y como nos indica la medida judicial impuesta que se centra en el sujeto que ha cometido el hecho delictivo y no en el conjunto de sistemas relacionales que pudieran haber coadyuvado en la toma de decisión y paso al acto delictivo.
Con relación al Marco Teórico en el que se sustenta la intervención es necesario explicar los modelos teóricos que explican las causas de la delincuencia y el fenómeno del proceso delincuencial, modelos por otro lado que cuentan con un firme apoyo científico y de probada utilidad práctica y de investigación.
La intervención debe contemplar la actuación diferencial por motivo de la fase del desarrollo evolutivo en la que se encuentra el menor o joven infractor.
Así pues, el marco teórico que sustenta esta intervención especializada en el comportamiento criminal juvenil se basa en las Teorías Psicológicas Integradoras3 y dentro de estas en las llamadas “Teorías de las etapas vitales” que explican de un modo muy amplio el fenómeno de la delincuencia y sus interacciones con el desarrollo de factores cognitivos, motivacionales, emocionales y de personalidad. Son Teorías que estudian las causas de la delincuencia.
Esquema Marco teórico. Elaboración propia.4
A estas Teorías Psicológicas Integradoras se unen otras teorías que estudian la delincuencia como un proceso de desarrollo de la actividad delictiva o fenómeno social y que conforman los estudios sobre “criminología del desarrollo”5.
El marco teórico de esta intervención especializada en comportamiento criminal selecciona los modelos de intervención más eficaces en delincuencia que tienden a reducir la conducta criminal, generando estrategias, potenciando habilidades y cambios actitudinales que disminuyen el riesgo de comisión de nuevos hechos delictivos, desde una evaluación de las necesidades criminógenas y otros indicadores de riesgos propios de la ejecución individualizada de la medida.
La integración de la gestión del caso con su evaluación implica la identificación de las necesidades o indicadores de riesgo, que han de formularse como objetivos para el tratamiento dentro del sistema de justicia juvenil y que implican la elección e implementación de los programas de intervención adecuados, con la indicación de las actividades a realizar por los sujetos, convirtiéndose la ejecución del programa de intervención aprobado por el Juzgado en la concreción vehicular de un modelo de intervención eficaz en delincuencia.
Este modelo de intervención de corte cognitivo-conductual y multifacético engloba por lo tanto microprogramas que inciden en tres áreas claramente diferenciadas centradas en el sujeto.
1. Intervención en el área educativa y formativa.
2. Intervención terapéutica especializada.
3. Intervención para la inserción laboral.
El cuarto y último área es la intervención con la familia del menor, para hacerles partícipes tanto de los avances como de la necesidad de participación de la misma para poder generalizar los avances y estrategias aprendidas como preparación para la vida en libertad.
Y por último este marco teórico de esta intervención es coherente con los modelos resocializadores e integradores como respuesta social al hecho delictivo.
Así pues, atendiendo a los cuatro grandes ámbitos de la investigación de la conducta delictiva que Redondo y Andres Pueyo (2007)6, se plasmará de forma esquemática y resumida un análisis de los modelos que vertebran el marco teórico de la intervención especializada en el comportamiento criminal juvenil que se plantea:
– Primer ámbito: Dedicado al estudio de las causas que propician la delincuencia donde destacaremos las teorías Psicológicas y Sociológicas Integradoras: Teoría integradora de Farrington.y El modelo Integrador de Andrews y Bonta.
– Segundo ámbito: Dedicado al estudio de las carreras delictivas y su relación con la etapa evolutiva y el desistimiento delictivo. La criminología del desarrollo. Modelo Biopsicológico y Taxonómico de Terrie Moffit (1993) y Teoría del Control Social Informal dependiente de la edad. Sampson y Laub, 2013.
– Tercer ámbito: Dedicado a cómo prevenir y tratar la delincuencia. la Predicción y Gestión del Riesgo: Programas de Intervención multifacética que engloba técnicas cognitivo –conductuales y Programas de Prevención General, Indicada o de intervención por áreas de especialización.
– Cuarto ámbito: Modelos de reacción al hecho delictivo y evaluación de su respuesta social: Modelo resocializador y Modelo integrador.