Читать книгу Contra la política criminal de tolerancia cero - María Isabel Pérez Machío - Страница 66

II.3. DISCRECIONALIDAD VS AUTOMATISMOS EN EL EJERCICIO DEL PODER POLICIAL

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La discrecionalidad opera en muchos más ámbitos que en el policial. De hecho, es una cuestión bastante analizada por la jurisprudencia contencioso-administrativa, que no entra en el enjuiciamiento de las valoraciones de los tribunales de oposiciones, salvo las ilegalidades que pudieran acontecer y en cualquier otro ámbito donde haya un resquicio de discrecionalidad, como la que nos aportaría el principio de intervención mínima en Derecho penal en los juzgados y tribunales españoles. Por lo tanto, la discrecionalidad va unida al ejercicio del poder, pero no puede significar arbitrariedad, prohibida en nuestro ordenamiento jurídico por el artículo 9.3 de la Constitución. Por lo tanto, en un Estado Democrático y de Derecho, cualquier órgano que detente poder va a ser responsable de las decisiones que adopte dentro de ese margen de discrecionalidad que posee17. En el caso de la discrecionalidad ejercida por un agente de policía en el ámbito de la justicia penal, tendrá su control a través de la Fiscalía o del Juzgado, si es en otro ámbito, tendremos el control de la jurisdicción contencioso-administrativa o disciplinaria. Desde el punto de vista de la criminología en lo que se refiere a la toma de decisiones, son particularmente interesantes los supuestos en los que un agente policial no actúa. En nuestro país, antes de la entrada en la agenda político criminal de la violencia de género tras el asesinato de Ana Orantes, el fenómeno de la violencia de género carecía del sostén jurídico y social que dejaba en ocasiones a la víctima en manos del agresor cuando no se investigaba o perseguía el asunto que, si no comportaba unas lesiones tipificadas como delito, quedaba restringida a una mera falta (ahora delito leve).

Un determinado grado de discrecionalidad es importante en la aplicación de la ley por parte de los operadores públicos, especialmente en el ámbito policial donde el número de actuaciones es muy grande y por tanto, la casuística también lo es. En ocasiones, atendemos a una excesiva automatización y protocolización de los asuntos que anulan prácticamente la posible discrecionalidad y con ello la “cintura” que proporciona la misma a la realidad, a la situación en concreto.

Contra la política criminal de tolerancia cero

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