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Documento 2.1. LISTAS LÉXICAS

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Desde los comienzos de la escritura en Mesopotamia las tablillas incluían un género que llamamos textos léxicos. Proporcionaban largas listas de palabras de las mismas categorías, tales como designaciones de profesiones, animales, objetos, etc. Las listas siguieron siendo una parte central de la escritura hasta el final del uso de la escritura cuneiforme y en el primer milenio incluían compendios con miles de entradas. Aparecieron no solo en Babilonia, sino en todas las áreas donde se escribía cuneiforme a partir del tercer milenio. Al principio eran monolingües en sumerio, luego añadieron traducciones a otros idiomas, especialmente al acadio, e indicaban cómo pronunciar los términos sumerios. Un importante ejemplo temprano fue una lista de designaciones profesionales, la Lista estándar de profesiones, que aparecería a partir del Período de Uruk IV en adelante y fue fielmente copiada en el período paleobabilónico, mil quinientos años después. Proporciona una secuencia de unos ciento veinte términos, que creemos que estarían organizados para reflejar una jerarquía que comienza con el funcionario más importante. Sin embargo, debido a la antigüedad de la lista no podemos traducir la mayoría de las palabras. La popularidad de la lista fue enorme, a pesar de que muchos de los términos encontrados en ella no se utilizaban en documentos contemporáneos. Aparecieron manuscritos de la misma en numerosas ciudades babilónicas durante todo el período desde Uruk IV hasta principios del segundo milenio. Fuera de Babilonia aparecieron ejemplares en Ebla, al oeste de Siria, y en Susa, al oeste de Irán. En Ebla la lista se utilizó como base para otra que enseñaba a los escribas a pronunciar los signos sumerios (el silabario de Ebla).

En sus primeras cinco líneas en sumerio leemos lo siguiente:

NAMEŠDA (escrito con los signos ŠITA.GIŠ.KU)

NÁM KAB

NÁM DI

NÁM NÁM

NÁM URU

Los significados de estos términos son vagos para nosotros, ya que las palabras no aparecen en el contexto y no se proporciona ninguna traducción a otra lengua que se entienda mejor. Sin embargo, aunque la lista ya no se copió después del período paleobabilónico, los términos de la misma aparecen en textos léxicos posteriores cuando los escribas incluían una guía de pronunciación y una traducción al acadio. Escribieron, por ejemplo, para la línea 1:

eš-da ŠITA.GIŠ.KU šar-ru.

La última palabra es el término acadio para ‘rey’, y sugiere fuertemente que la primera entrada sumeria en la Lista estándar de profesiones de Uruk hacía referencia al más alto funcionario de la sociedad urbana.

Los signos protocuneiformes muestran poca conexión con la lengua hablada, pero hay indicios de que fueron desarrollados por los hablantes de la lengua sumeria. Representaban la palabra sumeria para madre, AMA, por ejemplo, dibujando una estrella en un signo en forma de caja. Como la estrella podía ser leída AM, sugería la pronunciación de todo el signo. El valor fonético de los signos permitía su uso para indicar términos más allá de los nombres de objetos concretos. El principio de rebus se empleó para ampliar su alcance. Por ejemplo, el signo «caña» se usaba para indicar el verbo retornar, ya que ambas palabras sonaban igual en sumerio, GI. La mayoría de las palabras sumerias eran monosilábicas. Por consiguiente, los signos para escribirlas también pueden utilizarse para representar silábicamente una palabra más larga o un elemento gramatical. El nombre de una persona puede ser deletreado con varias sílabas. Sin embargo, la escritura cuneiforme nunca tuvo la intención de dar una representación fonética completa de un texto, aunque tuviera la capacidad de hacerlo. A lo largo de su historia, un solo signo podía registrar una palabra, como rey, independientemente del idioma del texto o de la forma gramatical de la palabra. Fue ya a mediados del tercer milenio cuando se escribieron los marcadores de la conjugación de los verbos sumerios, y solo a principios del segundo milenio, cuando el sumerio era ya probablemente una lengua muerta, se hizo un esfuerzo considerable por registrar todos los elementos gramaticales en una oración. Es importante tener en cuenta que el cuneiforme es una escritura, no un idioma. Al igual que el alfabeto latino tiene el potencial de poner por escrito cualquier idioma, la escritura cuneiforme podía hacer lo mismo y un gran número de lenguas antiguas del Próximo Oriente fueron escritas con ella (recuadro 2.2). Solo podemos determinar la identidad de la lengua basándonos en la escritura silábica de las palabras o en elementos gramaticales. La escritura inventada en el Período de Uruk Tardío tenía todos los componentes de la escritura cuneiforme. Se desarrolló reduciendo aún más el número de signos, aumentando el uso de sílabas y cambiando los signos mismos, reemplazando las líneas curvas trazadas en la arcilla por otras cada vez más rectilíneas impresas en ella. Una sola línea se parece a un triángulo porque el escriba primero presionaba la cabeza de una caña contra la arcilla y luego empujaba hacia abajo su borde fino para crear una marca. Esta forma llevó a nuestra moderna designación de la escritura como cuneiforme, es decir, en forma de cuña.

Historia del Próximo Oriente antiguo

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