Читать книгу Los mercados financieros ante la disrupción de las nuevas tecnologías digitales - Mauricio Baquero Herrera - Страница 37

El origen remoto del crowdfunding puede encontrarse en 1885 con el ensamblaje de la Estatua de la Libertad en los Estados Unidos de América, que recaudó más de 100.000 USD de más de 160.000 personas en seis meses, siendo la mayoría de las donaciones de menos de un dólar⁷. En efecto, ni el Congreso de los Estados Unidos ni el estado de Nueva York querían aprobar la financiación para el pedestal sobre el cual debía ubicarse la estatua, razón por la cual el New York World inició una campaña de recaudo de recursos. A cambio de una donación de 1 USD el donante recibiría una réplica de la estatua de seis pulgadas; y a cambio de una donación de 5 USD una de 12 pulgadas⁸. Se trató, por tanto, de un mecanismo de recaudo de pequeñas sumas de dinero de parte del público para financiar un proyecto. Sin embargo, dicho mecanismo no contaba aún con los beneficios de la tecnología.

Con la llegada de la internet todo cambió⁹: la internet y el uso de grandes redes permite una comunicación en tiempo real entre varias personas ubicadas en distintos lugares, lo cual hace posible la divulgación de información a gran escala y fomenta la cooperación y colaboración entre un sinnúmero de personas. En 1997, la banda de rock Marillion financió su gira por los Estados Unidos a través de su grupo de fans que decidió aportar más de 60.000 USD a través de la internet¹⁰. Marillion sentó las bases para la creación de ArtistShare, una plataforma de la internet creada en el año 2001 para la financiación de músicos¹¹. En el 2000 se creó JustGiving, una plataforma social global diseñada para realizar donaciones a fundaciones o entidades sin ánimo de lucro.

En este punto resulta de vital importancia señalar que en el año 2004 se acuñó el término “Web 2.0” para referirse a la segunda generación del World Wide Web. Se trata de una nueva versión de la red que incluye nuevas aplicaciones y permite una mejor interacción con el usuario, incluyendo la existencia de blogs, wikis e incluso networking¹². En el caso que nos ocupa, la Web 2.0 promueve la participación del usuario al permitir que los deudores que buscan capital puedan crear perfiles, usar fotos y hacer atractivo su proyecto dentro de la plataforma de la internet. En este contexto, en 2008 y 2009 se crearon dos de las plataformas más importantes, respectivamente, Indiegogo y Kickstarter¹³, diseñadas para promover proyectos innovadores, que van desde documentales hasta relojes inteligentes.

Si bien la internet representa un avance de transcendental importancia para el crowdfunding, tal vez el mayor impulso en su desarrollo fue la crisis financiera de 2008. Con la crisis, la reputación y la confianza en los bancos y entidades financieras se encontraba por el piso. En este sentido, muchos consumidores comenzaron a buscar alternativas a la banca tradicional, ya porque preferían acudir a nuevos actores para la consecución de recursos al no confiar en los actores tradicionales, o porque los bancos no querían o no podían ofrecerlos.

En efecto, el trance tuvo como efecto la implementación de una nueva regulación con el fin de evitar que una crisis así volviera a ocurrir¹⁴, lo cual restringió considerablemente la posibilidad para los bancos de prestar dinero a personas que no podían otorgar garantías¹⁵. Así las cosas, los esquemas P2P (peer-to-peer) se volvieron cada vez más populares, permitiendo al crowdfunding suplir los vacíos existentes en la prestación de servicios financieros a pequeñas o medianas empresas y a personas naturales¹⁶. En este contexto, el crowdfunding se ha convertido en un cada vez más importante y dominante mecanismo de financiación de proyectos y pequeñas y medianas empresas, cada vez más utilizado debido a las facilidades que otorga, tanto para los inversionistas como para aquellos que pretenden iniciar una empresa o proyecto productivo.