Читать книгу La estabilidad económica en la Constitución Española - Mauricio José Reyes Opazo - Страница 33
a. Pautas internas e informes anuales
ОглавлениеDesde el punto de vista interno, como hemos señalado, el análisis y funcionamiento del FMI se sujetó, desde el comienzo, a los presupuestos, diagnósticos y soluciones desarrolladas por Keynes y sus discípulos190, en especial, con respecto a los problemas generados por el tipo de cambio y la balanza de pagos. De ahí que las modificaciones y/o actualizaciones de algunos criterios de actuación se hicieran a partir de los presupuestos formulados por el economista de Cambridge. Una muestra de esta influencia se advierte en los cambios que a propósito de la condicionalidad191 se hicieron en los Acuerdos de Derecho de Giro192 (Stand-By Arrangement), en 1957.
Hasta 1956, los acuerdos de derecho de giro, desde la perspectiva de sus consecuencias monetarias se encontraban sujetos a los criterios estudiados y propuestos por Keynes para los países desarrollados en la década de 1930. Esto es, que la entrada de divisas a un Estado como producto del acuerdo con el FMI, tendría en el país beneficiario el mismo efecto monetario que un incremento en el gasto público, es decir, un efecto multiplicador, que redundaría en un incremento en la renta global. Sin embargo, el aumento de solicitudes de ayuda financiera193, pronto mostró que la citada pauta no era adecuada para, en palabras de Polak194, las «economías desarrolladas que están al borde de la inflación; o [aquellas] economías, como las de la mayoría de los países menos desarrollados, donde el dinero se mantiene casi exclusivamente para fines de transacciones; o [bien para los] países, desarrollados o menos desarrollados, que dependen en gran medida de la política monetaria para orientar sus economías»195. En otras palabras, que el marco analítico existente no permitía responder a interrogantes monetarias tales, como «¿Cuál sería el efecto de una expansión crediticia de 10 millones de pesos en el país A? El suministro de dinero en el país B ha aumentado en x por ciento durante el último año; ¿Esto es, o no es demasiado, desde el punto de vista de la balanza de pagos o desde el equilibrio interno? El país C prescribe que el crédito bancario no puede expandirse en más del 2 por ciento por mes; ¿Cuál es la relevancia de tal porcentaje?»196.
Estas circunstancias, que para Polak constituían, «la vergonzosa incapacidad para manejar tales preguntas»197, motivaron la búsqueda de un nuevo corpus teórico que permitiera abordar de mejor forma estas situaciones. Sorprendentemente, como el propio Polak lo mencionó, el nuevo supuesto económico no sería otro que el expuesto por Keynes en su Teoría General, puesto que dicha obra «proporciona una teoría del ingreso (empleo) y del dinero adecuadamente integrada»198. Con este fondo teórico, «en noviembre de 1956 –dice Boughton– Polak distribuyó un documento de trabajo (…) en el Fondo, estableciendo un modelo monetario simple para calcular los efectos de los cambios en la política monetaria sobre los ingresos y la balanza de pagos [, que unos meses después, sirvió de criterio para el acuerdo con Paraguay de] julio de 1957 (…) [, y que, luego] se convirtió rápidamente en la piedra angular sobre la cual se construyó la política de condicionalidad del FMI»199.
El empleo de la teoría económica keynesiana por parte de los empleados del FMI, como hemos indicado, no solo se circunscribió a los análisis económicos, sino que también implicó el reconocimiento y la utilización de la terminología desarrollada por Keynes, en documentos e informes publicados por el FMI. Una prueba de ello fue el uso que dicho organismo hizo de la expresión estabilidad económica.
La primera vez que apareció mencionado el citado término fue en el Informe Anual publicado por el FMI en 1947200. Desde esa fecha hasta 1960, la expresión se vuelve habitual en los citados informes, salvo en los años 1948, 1951 y 1959 en donde no se incluyó el vocablo.
La reiteración en el empleo de la expresión estabilidad económica, sin embargo, no significa que el alcance con que se utilizó el término en los citados informes fuera similar. Todo lo contrario, de la simple lectura de los aludidos documentos se desprende que tanto los sentidos como los contextos en los que se usó el vocablo en examen son diversos.
Con todo, es posible clasificar la acepción en la que se utilizó la expresión, conforme lo señalamos en el capítulo anterior, en atención a si se refiere: a) al ciclo económico, b) al nivel de precios o, c) bien como un objetivo general de política económica.
Así, en el primer sentido, esto es, con relación al ciclo económico, se utilizó la expresión estabilidad económica en el Informe Anual de 1949 cuando mencionó que «[e]l uso de los recursos del Fondo puede mitigar en cierta medida los efectos de la depresión en los países deficitarios. Sin embargo, aunque los recursos fueran mucho más grandes, no sería un medio eficaz para combatir la depresión. No hay país sin una cierta medida de responsabilidad para el mantenimiento de la estabilidad económica; pero las políticas nacionales de los grandes países industriales tienen una importancia predominante tanto para prevenir la depresión como para aplicar remedios a las tendencias depresivas que aparecen»201.
Con referencia al nivel de precios, se empleó la expresión en análisis en los informes anuales de 1952 y 1954. En el informe de 1952, la referencia a la expresión en estudio se formuló, específicamente, en las conclusiones del capítulo primero, al indicar que «[l]os países que, a través de su membresía en el Fondo, han suscrito los objetivos de expansión y crecimiento equilibrado del comercio internacional y la convertibilidad de divisas, también tienen otros objetivos económicos, como un alto nivel de empleo, desarrollo económico o estabilidad económica»202. Más evidente es la alusión al nivel de precios, en el Informe Anual de 1954, cuando se afirmó que los ingresos y gastos del presupuesto gubernamental, fueron «en los años inmediatamente posteriores a la guerra, los principales instrumentos financieros utilizados en la mayoría de los países para asegurar el pleno empleo y la estabilidad económica»203.
Empero, el principal sentido con que se utilizó el término estabilidad económica en los informes anuales del FMI fue como un objetivo de política económica general, esto es, como el propósito económico principal y último al que deben converger todas las variables económicas. En este sentido se incluyó la aludida expresión en el informe anual de 1947 cuando con ocasión de explicar el estado de avance de la economía mundial, luego de la guerra, se afirmó que «aún no se ha acordado un acuerdo para Alemania y Japón; y grandes áreas del mundo todavía están en crisis. La continua necesidad de mantener fuerzas sustanciales en el exterior ejerce una gran presión sobre las economías de varios países. Tal vez sea de la mayor importancia el hecho de que la gente de todo el mundo está seriamente perturbada por el fracaso hasta el momento para lograr un entorno político internacional propicio para la estabilidad y el progreso económicos»204. Más clara es la alusión que se hizo, en el Informe Anual de 1954, respecto de las políticas monetarias que se utilizaron en el periodo 1953-54, al señalar que dichas «medidas (…) se aceptaron ampliamente como instrumentos flexibles que pueden ayudar a salvaguardar la estabilidad económica frente a presiones inflacionarias o deflacionarias»205. Lo mismo ocurrió en el informe de 1960, donde se elogió la capacidad de los países desarrollados de «mantener un alto grado de estabilidad económica, sin tener que restringir severamente las fuerzas que ayudan a mantener la expansión de la producción y el ingreso real»206.
Un caso especial, respecto del sentido general de la locución estabilidad económica que venimos desarrollado, es lo que sucedió en el informe del año 1956. En efecto, en dicho informe el término en estudio, no se empleó respecto de la economía mundial, sino que constituyó el objetivo al que pretendían arribar los programas y/o planes de estabilización que los Gobiernos de algunos Estados, específicamente, Paraguay y Chile, desarrollaron en esa época. Así se expuso, en el caso de Paraguay, cuando se describió que «los cambios en el sistema cambiario fueron acompañados por la adopción de un amplio programa de estabilización, cuyas principales características son las restricciones cuantitativas al crédito bancario y la coordinación de las políticas fiscales, de inversión y cambiarias, con el objetivo de mantener el suministro de dinero en niveles apropiados para la estabilidad económica»207. Lo mismo ocurrió en el caso de Chile, al informarse que el Acuerdo de Derecho de Giro comprendía, además, un «programa más amplio, descrito en otra parte, que tiene como objetivo el intercambio y la estabilidad económica general»208.