Читать книгу La estabilidad económica en la Constitución Española - Mauricio José Reyes Opazo - Страница 35
c. Otros escritos e informes
ОглавлениеParticularmente relevante fue el reconocimiento y el uso que se hizo de la locución estabilidad económica en escritos e informes del FMI. De hecho, no solo se empleó durante las deliberaciones asociadas a la aprobación o no de un Acuerdo de Derecho de Giro, como expusimos en el caso de Bolivia, sino que comenzó a ser utilizada en los informes técnicos que redactaron los funcionarios del FMI llegando, incluso, a reconocerse en los borradores de algunos Stand-by Arrangement. Así se observa, en la primera circunstancia, y a propósito de la solicitud francesa de 1958 del Acuerdo de Derecho de Giro, cuando los funcionarios del FMI explicaron a la Junta Ejecutiva que las medidas que el Gobierno galo impulsaba son «la clave de los desarrollos futuros, (…) [y de] la restauración de la confianza pública en la estabilidad futura de la economía»221. Algo parecido sucedió con el informe que emitieron los empleados del FMI, en el caso de la renovación del Acuerdo de Derecho de Giro con Chile, en 1957, al decir que, con respecto a la situación económica del año anterior se apreciaba «un notable progreso hacia la estabilidad económica»222. Sin embargo, esta apreciación no se circunscribió solo al informe, sino que, según lo señalamos al principio de este párrafo, también se incorporó en el borrador del Acuerdo de Derecho de Giro, específicamente en la parte informativa al decir el primer punto que «Chile está llevando a cabo un programa integral de estabilización económica que incluye ciertos cambios fundamentales en su sistema de intercambio aprobado por el Fondo el 2 de marzo de 1956»223.
En definitiva, puede afirmarse que al analizar el sentido con que se empleó el término estabilidad económica en las solicitudes de asistencia financiera y en los documentos del FMI, aparece con bastante claridad que su uso no se encuentra asociado a alguno de los diferentes matices con que se asocia la citada locución, sino que dicho vocablo se empleó en su acepción más genérica, esto es, como aquel objetivo o fin último al que deben dirigirse todas las variables económicas y que supone la ausencia de fluctuaciones o desequilibrios macroeconómicos. Lo anterior tendrá, desde nuestra perspectiva, una vital importancia al momento de juridificarse y, posteriormente, constitucionalizarse la locución estabilidad económica en España, como analizaremos en el epígrafe siguiente.