Читать книгу Trienio liberal, vintismo, rivoluzione: 1820‐1823. España, Portugal e Italia - Remedios Morán Martín - Страница 10
2. LA DIFUSIÓN EUROPEA DE LA CONSTITUCIÓN DE CÁDIZ DURANTE EL TRIENIO
ОглавлениеLa Constitución de Cádiz fue ampliamente difundida por Europa desde el momento mismo de su aprobación5. Entre 1812 y 1814 contó con varias traducciones al francés, italiano e inglés, pero fue sobre todo durante el Trienio cuando proliferaron las versiones del texto gaditano en inglés, francés, italiano, portugués y alemán.
Estos dos momentos de difusión del texto gaditano respondieron a distintas motivaciones. En 1812-1814, España simbolizaba la lucha contra el invasor francés, y ese mismo factor proporcionó al texto una imagen de libertad. Entre 1820 y 1823, a este elemento se añadirían otros no menos relevantes: liquidado el constitucionalismo revolucionario francés, los liberales europeos más radicales veían en la recién instaurada Constitución de Cádiz la superviviente de sus ideales; por su parte, otros liberales más moderados la concebían como un tertium datur entre las Cartas otorgadas –desde la francesa de 1814 hasta las emanadas del principio monárquico en Alemania– y las Constituciones más radicales que había vivido Francia. Incluso el hecho de que el Rey hubiese jurado la Constitución –aunque lo hubiera hecho a regañadientes– parecía ejemplificar la idea de que el régimen representativo no entrañaba la liquidación de la Monarquía, y que incluso los reyes más absolutistas podían transitar a un sistema liberal.
La difusión de la Constitución gaditana tuvo, por otra parte, distintos niveles de intensidad. En aquellos países que contaban con una tradición constitucional más arraigada –como Gran Bretaña y Francia– el texto español sirvió tan solo como objeto de análisis. Un segundo nivel de irradiación del texto gaditano se aprecia en aquellos territorios de menor raigambre constitucional que aprobaron leyes fundamentales basadas en los artículos de la Constitución del 12. Los ejemplos son numerosos, y pueden hallarse ecos de la norma española en países tan distantes entre sí como Dinamarca, Grecia, Rusia y Portugal. Fue precisamente en estos dos últimos territorios donde la Constitución de Cádiz tuvo una influencia más notable. En Rusia, el texto fue tomado como referente para el movimiento decembrista que pretendía limitar el desorbitado poder del zar. Por su parte, la permeabilidad de la Constitución de Cádiz en Portugal estaba prácticamente garantizada por el sustrato doctrinal e histórico que compartían España y el país luso. Ambos tenían en común la acentuada religiosidad, unida al peso de la escolástica y a una importante escuela historicista de raíz medievalizante. Por ese motivo, en 1822 las Cortes portuguesas vieron en la Constitución de Cádiz un modelo conveniente para imitar, permitiendo la implantación de instituciones de raigambre francesa utilizando como nexo el constitucionalismo español, más adaptado a su idiosincrasia.
El tercer nivel de difusión de la Constitución gaditana, y el que entrañó una intensidad mayor, fue el que se produjo en aquellos países que decidieron adoptar el texto español como propio, simplemente traduciéndolo o, todo lo más, enmendando algunos de los artículos que menos se acomodasen a sus respectivas realidades. Los territorios italianos, muchos de los cuales habían aplicado previamente las Constituciones francesas de 1793 y 1795, fueron los que optaron por esta alternativa.
La trascendencia que tuvo la Constitución de Cádiz en el contexto europeo –con estos tres niveles de intensidad– ya anticipa que para los coetáneos no podía tratarse de un puro documento que mantenía vivo el Antiguo Régimen. Fue precisamente su carácter novedoso lo que suscitó una auténtica avalancha de reflexiones doctrinales y de traducciones, nunca conocido en Constitución española alguna.