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5.6. LAS FUERZAS ALIADAS OCUPAN CONSTANTINOPLA Y LOS GRIEGOS TOMAN ADRIANÓPOLIS34
ОглавлениеEl Imperio queda reducido a la Anatolia Central y a la concentración de poder en Ankara. Comenzarán las tratativas del paladín de la justicia contractual de esa época: el Tratado de Sèvres firmado en agosto de 1920 (ver Anexos, punto 5). El entonces presidente norteamericano Woodrow Wilson proyectó una Armenia independiente que contenía siete de sus provincias históricas, en tanto se le otorgaba a Grecia la ciudad de Constantinopla y gran parte de los Dardanelos; y a Italia, parte de Tracia. Se proclamaban las ansias de libertad de un pueblo que nunca había bajado los brazos; los kurdos y el Kurdistán libre se consagraban con este Tratado. Delegados turcos firman el Tratado. Mientras firman el tratado con la mano derecha, preparan las bayonetas con la izquierda. Por ejemplo, se otorgaba a Armenia siete provincias que tenía que volver a poblar. Los aliados no se encargarían, palabras explícitas del británico Lloyd George, de seguir una guerra especialmente para el caso turco, sino que los armenios se tendrían que encargar de ocupar nuevamente sus tierras.
Paralelamente, el ejército turco se rearma y empieza su última gran ofensiva. La expedición se denominaba “Campaña a Armenia”. Sería el golpe final a la cuestión de “limpiar de armenios la zona”. Los armenios que habían depositado su confianza en las fuerzas aliadas se veían desprotegidos e inmersos en la indiferencia política de las grandes potencias. No sería descabellado proponerle a la Standard Oil que explique sus negociados de entonces. Un gobierno pro turco-sefardí negociando el futuro armenio junto a la compañía anglosajona más importante de petróleo, aunque Rockefeller lo disimuló al otorgar grandes sumas de dinero a los refugiados armenios de ese entonces. La popularidad de Wilson pronto se esfumó; esto y su enfermedad lo alejaron del tema Sèvres.
Kemal y su ejército recomenzaron su ofensiva. Retomaron Marash, Hadjín, Urfá y otros pueblos armenios, que lucharon hasta el último aliento; fue una epopeya impresionante. En Aintab también hubo una contienda con los armenios que no estaban dispuestos a retirarse nuevamente de sus tierras. Su ingenuo lema era: “Mère des Armeniens France notre esperance”. Ignoraban los convenios que los franceses firmarían con Ankara otorgando los protectorados de Mousá Dagh y alrededores. Kemal se encargó de esa ciudad, a la que rebautizaron GazyAntep por la “brillante” (Gazy) toma del pueblo. A Kemal lo bautizan con los honores de “Gazy”.
El ejército turco devastó toda la Armenia histórica, tomó venganza en Sarí Kamish y se encargó de encarcelar o ajusticiar en masa como criminal de guerra a cualquier persona de origen armenio. Se implementa la Ley de Dictadura Militar, Kemal acentúa sus fuerzas ahora hacia el oeste de Ankara. Se zambulle en Esmirna, quemando el barrio armenio y el griego. Asesina a la población civil y combate a las fuerzas griegas de Eleftheriós Venizelós. No triunfa, pero apuesta todo replegando sus fuerzas sobre el río Sakariá, donde espera a los griegos para el avance final. Kemal resulta vencedor. Cuando vence, limpia el lugar, que equivale a dejar miles de muertos masacrados en la zona. Su ejército no es un ejército nuevo sino el mismo que utilizaba el Partido Unión y Progreso; estaba compuesto por mercenarios sin disciplina alguna y ni escrúpulos hacia los que no eran turcos. Las fuerzas aliadas dan un paso al costado. Sólo proyectan intereses sobre lo que sería la nueva República de Turquía, el puente que uniría a las potencias con el petróleo de Bakú.
Se firma en 1923 el Tratado de Lausana, que ratifica las fronteras de la actual Turquía gracias a la perseverancia de dirigentes como el íntimo amigo de Kemal, Ismet Pashá, encargado de las relaciones internacionales.