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5.8. DESTRUCCIÓN SISTEMÁTICA DEL PATRIMONIO CULTURAL DEL PUEBLO ARMENIO36
ОглавлениеHay testimonios culturales armenios que no figuran en el negacionismo turco porque se trata de bienes materiales que sobrevivieron a los períodos más crueles del exterminio. La pérdida del capital humano es irreversible, pero no es así con los monumentos y las construcciones —iglesias, mezquitas, capillas, fortalezas, tallas de piedra— que fueron obras de arquitectos armenios.
Benjamin Whitaker —Relator Especial designado por la Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección a las Minorías, que es un órgano de las Naciones Unidas— redactó en 1985 un informe sobre la cuestión de la Prevención y Sanción del crimen de genocidio, cuya aprobación supone el reconocimiento de la Cuestión Armenia por la ONU.
El concepto de genocidio cultural expresado en el informe, y sujeto a futuras modificaciones y agregados, es definido como “todo acto premeditado cometido con la intención de destruir el idioma, la religión o la cultura de un grupo nacional, racial o religioso por razón del origen nacional o racial o de las creencias religiosas de sus miembros, actos tales como: 1) la prohibición de emplear el idioma del grupo en las relaciones cotidianas o en las escuelas o la prohibición de imprimir o de difundir publicaciones redactadas en el idioma del grupo; 2) la destrucción de las bibliotecas, los museos, las escuelas, los monumentos históricos, los lugares de culto u otras instituciones y de los objetos culturales del grupo o la prohibición de usarlos”.
Hay una omisión deliberada del gobierno turco respecto de las edificaciones de origen armenio; esta indiferencia implica el desamparo y el deterioro de esas edificaciones, algunas centenarias. En otros casos, fueron destruidas directamente, como los monumentos que se encuentran bajo “Zona de Acción Militar”.
La propaganda turca distorsiona la historia al escamotear el origen armenio a monumentos de relevancia para la comunidad internacional, como la ciudad de Aní.
Otro agravio a la cultura es la conversión religiosa forzada, a pesar de estar prohibida por el Islam, por la cual grandes iglesias han sido transformadas en prisiones, establos, mezquitas, hoteles y hasta gimnasios. La confiscación del patrimonio cultural por el Estado de Turquía está avalada por sus leyes nacionales, que tienen sus fuentes en decretos otomanos de 1906.