Читать книгу La ternura de caníbal - Víctor Álamo de la Rosa - Страница 6
ОглавлениеMe gusta mucho este poema de José María Millares Sall, aunque sea tan antiguo, porque si no recuerdo mal se publicó a principios del siglo XXI, creo que en 2009, dentro de un libro titulado Esa luz que nos quema. Tampoco recuerdo cómo llegó a mis manos, pero eso es lo de menos. Me gusta porque su rabia encierra una certera premonición del canibalismo y los poetas visionarios siempre me han fascinado. Lo recitaré ahora, si me lo permiten. Si les parece bien, pueden dejar su limosna sobre este pañuelo, Melany y yo se lo agradeceremos de corazón. El poema dice así:
Los
zapatos gastados
de arrastrar solo trozos de miseria
y buenos días al trabajo
y a la rutina y el compañero que a diario
se cubre de hojas de periódicos y anuncios por palabras
y calles sin asfaltar y la mesa de impresos
que hay que rellenar y el cristal y el abrigo ya viejo
y las manos comidas por el frío
y pobre qué pobre el salario que no alcanza
a cegar el color de la miseria
ni las horas ni las palabras gastadas
en llenar agujeros que no cierran los ojos
a la pobreza ni a la escritura que quiere
salir de una vez por la misma puerta que entramos
y salimos y el sabio de turno
y el coche que aguarda en la puerta
y esos miserables
podridos
de mierda.