Читать книгу La casa de la deuda - Amir Sufi - Страница 10
LA IMAGEN GLOBAL
ОглавлениеTeniendo en cuenta los datos, creemos que la deuda es peligrosa. Si esto es así y los grandes aumentos de la deuda de las familias realmente generan recesiones graves, debemos replantearnos el sistema financiero desde sus fundamentos. Uno de los objetivos principales de los mercados financieros es ayudar a los agentes económicos a repartir el riesgo. El sistema financiero ofrece muchos productos que reducen el riesgo, como los seguros de vida, las carteras de acciones o tener opciones de venta en alguno de los índices bursátiles principales. Las familias necesitan sentirse seguras de que están protegidas ante acontecimientos inesperados.
Un sistema financiero que prospera a través de la generalización del recurso al crédito por parte de las familias hace justo lo que no queremos que haga: concentra el riesgo directamente en el deudor. Queremos que el sistema financiero nos proteja de shocks como la caída de los precios de la vivienda. Pero, en lugar de esto, como demostraremos, concentra las pérdidas en los propietarios de inmuebles. En realidad, el sistema financiero trabaja en contra de nosotros, no para nosotros. Demostraremos, por ejemplo, cómo en el caso de los propietarios de una vivienda con una hipoteca, el patrimonio inmobiliario es un activo mucho más arriesgado que la hipoteca que tiene el banco, algo que muchos propietarios no descubren hasta que los precios de la vivienda se han desplomado.
Pero no todo son malas noticias. Cierto es que una dependencia excesiva en la deuda es, en realidad, culpa nuestra, pero este es un problema que podemos resolver. No debemos considerar las recesiones severas y el desempleo masivo como partes inevitables del ciclo económico. Podemos decidir nuestro destino económico. Deseamos que el resultado final de este libro sea proporcionar un marco intelectual, con una base firme en la experiencia, que nos ayude a responder a futuras recesiones, e incluso evitarlas. Sabemos que es un objetivo ambicioso, pero debemos perseguirlo. Creemos firmemente que las recesiones no son inevitables; no son actos misteriosos de la naturaleza que debamos aceptar. En lugar de esto, las recesiones son productos de un sistema financiero que fomenta un exceso de endeudamiento de las familias. Los desastres económicos son obra del hombre, y un marco teórico correcto nos puede ayudar a entender cómo prevenirlos.