Читать книгу La casa de la deuda - Amir Sufi - Страница 14
LA DESIGUALDAD DE LA DEUDA Y LA RIQUEZA DURANTE LA GRAN RECESIÓN
ОглавлениеDurante la Gran Recesión, los precios de las viviendas cayeron 5,5 billones de dólares. Esto es muchísimo, sobre todo si tenemos en cuenta que la producción anual de la economía de Estados Unidos es aproximadamente de 14 billones de dólares. Considerando la magnitud del shock, era previsible que el patrimonio neto de los propietarios se viera afectado. Pero ¿cuál fue la distribución de estas pérdidas? ¿Cuánto empeoró en realidad la situación de los prestatarios?
Empecemos examinando la distribución de la riqueza neta en Estados Unidos en el año 2007.1 El patrimonio neto de una familia lo componen dos tipos principales de activos: los financieros y los inmobiliarios. Los activos financieros incluyen acciones, bonos, cuentas corrientes, cuentas de ahorro y otras participaciones en empresas que la familia pueda poseer. El patrimonio neto se define como los activos financieros más los activos inmobiliarios, menos cualquier deuda. Las hipotecas y las segundas hipotecas son, de lejos, los componentes más importantes de la deuda de las familias: en 2006 constituían el 80% de la deuda familiar.
En 2007 había diferencias abismales entre las familias de Estados Unidos, tanto en la composición del patrimonio total como en el apalancamiento (cantidad de deuda). Los propietarios de inmuebles en el 20% inferior de la distribución del patrimonio neto —es decir, los propietarios más pobres— tenían un apalancamiento muy elevado. Su ratio de apalancamiento, esto es, la ratio del total de deuda en relación con el total de activos, era de casi el 80% (como en el ejemplo anterior de una casa valorada en 100.000 dólares). Además, el patrimonio neto de los propietarios más pobres estaba formado de manera casi exclusiva por patrimonio inmobiliario. Alrededor de 4 de cada 5 dólares del patrimonio neto era patrimonio inmobiliario, de manera que los propietarios pobres apenas tenían activos financieros cuando empezó la recesión. Solo tenían patrimonio inmobiliario, y este se hallaba muy apalancado.
La situación de los ricos era diferente en dos aspectos. En primer lugar, tenían mucha menos deuda al empezar la recesión. El 20% más rico de los propietarios inmobiliarios tenía una ratio de apalancamiento de solo el 7%, en comparación con la ratio de apalancamiento del 80% de los propietarios más pobres. En segundo lugar, su patrimonio neto estaba claramente concentrado en activos no inmobiliarios. Mientras que los pobres tenían 4 dólares de patrimonio inmobiliario por cada dólar de otros activos, la situación de los ricos era justo la opuesta: por cada dólar de patrimonio inmobiliario tenían 4 dólares de otros activos, tales como fondos de inversión, acciones y bonos. El gráfico 2.1 muestra estos datos. Divide a los propietarios inmobiliarios de Estados Unidos en 2007 en cinco quintiles, en función de su patrimonio neto, y representa a los propietarios más pobres a la izquierda del gráfico y a los más ricos a la derecha. El gráfico ilustra la fracción de los activos totales que cada uno de los cinco quintiles tenía en deuda, patrimonio inmobiliario y riqueza financiera. A medida que nos movemos hacia la derecha del gráfico, podemos observar cómo baja el apalancamiento y aumenta la riqueza financiera.
Esto no debe sorprendernos. La deuda de un hombre pobre es un activo de un hombre rico. Puesto que en última instancia los ricos son quienes les están prestando a los pobres a través del sistema financiero, a medida que pasamos de los propietarios pobres a los propietarios ricos, la deuda baja y los activos financieros aumentan. Tal como hemos mencionado con anterioridad, existe una relación íntima entre la deuda y la desigualdad de la riqueza. No hay nada de perverso en que los ricos financien a los pobres. Pero es decisivo recordar que estos préstamos toman la forma de financiación de deuda. Cuando los ricos son propietarios de las acciones y los bonos de un banco, a su vez son propietarios de las hipotecas que el banco ha concedido, y el pago de los intereses de los propietarios de inmuebles fluye hacia los ricos a través del sistema financiero.
El gráfico 2.1 resume los principales hechos que es importante recordar cuando se analiza la recesión. Los propietarios más pobres eran los que tenían más apalancamiento y los que estaban más expuestos a los riesgos del sector inmobiliario, y prácticamente no tenían activos financieros. La combinación de un apalancamiento elevado, una alta exposición al sector inmobiliario y poco patrimonio financiero resultaría catastrófica para las familias más débiles.
Gráfico 2.1. Ratio de apalancamiento de los propietarios de inmuebles por quintil de patrimonio neto (2007)