Читать книгу La casa de la deuda - Amir Sufi - Страница 20

UNA RECESIÓN CAUSADA POR EL CONSUMO

Оглавление

¿Debe ser la quiebra de Lehman Brothers el eje de cualquier teoría sobre la recesión? Volvamos a los datos. Uno de los hechos que nos aparecieron en el capítulo 1 es que el consumo fue el impulsor de la Gran Recesión. Analicemos con más detenimiento la cronología y la magnitud de las caídas del gasto.

La reducción del gasto empezó antes de la crisis de 2008. La Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER, por sus siglas en inglés) fecha el inicio de la recesión en el cuarto trimestre de 2007, tres trimestres antes de la quiebra de Lehman Brothers. Se había producido una drástica caída de la inversión residencial y del consumo de bienes duraderos mucho antes de los acontecimientos de otoño de 2008. Sin lugar a dudas, lo que ocurrió entonces exacerbó la debilidad económica, pero no debería considerarse como la causa principal.

Examinemos con mayor detenimiento el consumo de bienes duraderos y la inversión residencial. Los bienes duraderos son aquellos productos que el consumidor espera poder disfrutar durante un período largo de tiempo, tales como automóviles, mobiliario, electrodomésticos y productos electrónicos. La inversión residencial incluye tanto la nueva construcción de viviendas como la remodelación de las existentes. Tanto la nueva construcción como la reforma de una vivienda están en función de la demanda de servicios inmobiliarios por parte de las familias. En consecuencia, la inversión residencial puede también considerarse como otra forma de gasto de las familias en bienes duraderos.

La caída de la inversión residencial ya estaba en pleno auge en 2006, dos años antes de la quiebra de Lehman Brothers. Durante el segundo trimestre de 2006, la inversión residencial cayó un 17 % en base anual. Durante cada trimestre, desde el segundo trimestre de 2006 hasta el segundo de 2009, la inversión residencial cayó al menos un 12 %, y llegó a un 30 % negativo en el cuarto trimestre de 2007 y el primer trimestre de 2008. La caída de la inversión residencial supuso, por sí sola, entre un 1,1 y un 1,4 % menos en la cifra de crecimiento del PIB en los últimos tres trimestres de 2006.

A pesar de que el gasto en otros bienes duraderos no cayó tan pronto como la inversión residencial, sí que lo hizo antes de la crisis bancaria. En comparación con 2006, la compra de muebles en 2007 fue un 1,4% menor y el gasto en tiendas de bricolaje se redujo un 4%. El gasto en electrodomésticos en 2007 aumentó un 2%, pero esta subida era significativamente inferior al incremento del 7% que se había producido en 2005 y 2006.

El análisis del año 2008, no obstante, nos proporciona datos importantes. El foco de la crisis bancaria empezó en septiembre de 2008, cuando tanto Lehman Brothers como AIG se hundieron. Por tanto, si nos centramos en el período comprendido entre enero y agosto podemos estimar la caída del gasto previo a la crisis bancaria en 2008. A modo de referencia, compararemos el gasto entre enero y agosto de 2008 con el del mismo período del año anterior, puesto que las ventas al detalle son estacionales. Aquí aparece una pauta clara. En 2008, la venta de automóviles fue un 9% inferior, el gasto en mobiliario un 8% menor y el gasto en tiendas de bricolaje un 5% por debajo. Estas caídas se registraron en todos los casos antes de la quiebra de Lehman Brothers. Por tanto, la reducción drástica del gasto de las familias en bienes duraderos tuvo que estar provocada por algo diferente de la crisis bancaria. El ejemplo de la Monaco Coach Corporation que dábamos en el capítulo 1 es consistente con esta evidencia. Los despidos en las plantas del norte de Indiana se produjeron en el verano de 2008, antes del momento culminante de la crisis bancaria. De hecho, la demanda de caravanas se hundió en 2007 y a principios de 2008, antes de que Lehman Brothers quebrase.

Por supuesto, la caída en el gasto global de las familias durante el tercer y el cuarto trimestres de 2008 no tiene precedentes. Durante estos dos trimestres, según las Cuentas Nacionales de Renta y Producción (NIPA, por sus siglas en inglés), el consumo global cayó un 5,2%. Este es el mayor descenso del consumo en dos trimestres jamás registrado en la serie histórica de la NIPA, que se remonta hasta 1947. El único período que se le acerca es el del primer y segundo trimestres de 1980, momento en que el consumo cayó un 4,6%. El hundimiento del consumo empezó antes de 2008, pero sin duda se aceleró durante la crisis bancaria.

No obstante, un examen más detallado del período de la crisis sugiere que, incluso entonces, el consumo era el principal motor de la recesión. La NIPA divide la producción total de la economía de Estados Unidos, el PIB, en las subcategorías de consumo, inversión, gasto público y exportaciones netas, y proporciona datos de la participación de cada uno de estos componentes en el crecimiento global. Aquí nos interesan en particular las contribuciones del consumo y la inversión al crecimiento del PIB durante la Gran Recesión. Distinguimos además entre inversión residencial e inversión no residencial. La primera refleja la inversión en servicios inmobiliarios (tanto nueva construcción como remodelación de casas), mientras que la segunda indica la inversión empresarial en instalaciones, bienes de capital, ordenadores y equipos.

Las empresas y los bancos, en contraste con las familias, desempeñan un papel principal en el argumento de que los problemas del sector bancario fueron los que causaron la recesión. Según esta explicación, cuando Lehman Brothers se hundió, los bancos redujeron el crédito, lo que obligó a las empresas a reducir de forma drástica la inversión no residencial y a despedir trabajadores. Pero los datos de las cuentas de la NIPA contradicen esta tesis. La inversión residencial representó un lastre importante para el crecimiento del PIB incluso antes de la crisis bancaria. Y la contribución del consumo fue también negativa, tanto en el primer trimestre de 2008 como en el segundo, algo que es consistente con la evidencia anterior que demuestra que el debilitamiento del gasto de las familias precedió a la crisis bancaria. En el gráfico 3.1 presentamos estos datos de la Gran Recesión, que desde el punto de vista formal empezó en el cuarto trimestre de 2007. El gráfico muestra las contribuciones al crecimiento total del PIB del consumo, la inversión residencial y la inversión no residencial. Tal como muestra el gráfico, la inversión residencial y el consumo fueron las principales causantes de los problemas que se produjeron durante los tres primeros trimestres de la recesión.

Pero es todavía más importante advertir lo que ocurrió durante la peor parte de la recesión. A lo largo del tercer trimestre de 2008, el desplome del consumo provocó la caída del PIB. La inversión no residencial contribuyó de forma negativa al crecimiento del PIB, pero su efecto fue menos de la mitad del efecto del consumo. Además, durante el cuarto trimestre de 2008, el consumo registró de nuevo la mayor contribución negativa al crecimiento del PIB. Hubo que esperar hasta el primer y el segundo trimestres de 2009 para que la inversión empresarial fuera la que más contribuyese a la caída del PIB.


Gráfico 3.1. ¿Qué provocó la recesión? Contribuciones al crecimiento del PIB

La cronología parece implicar que el principal motor de la recesión no fueron los efectos de la crisis bancaria en las empresas, sino el gasto de las familias. Las pérdidas de puestos de trabajo no se debieron a que las empresas dejaran de invertir, sino a que las familias dejaron de comprar. De hecho, los datos indican que la caída de la inversión empresarial fue una reacción al declive del gasto de las familias. Si las empresas no tienen demanda para sus productos, entonces es obvio que recortarán sus inversiones. No necesitamos recurrir a la crisis bancaria para explicar la caída de la inversión empresarial a finales de 2008 y principios de 2009.

No obstante, a pesar de que los datos agregados de Estados Unidos muestran un patrón claro —el consumo fue el principal impulsor de la recesión—, no identifican la causa de la caída del gasto. ¿Se produjo quizá como anticipación de una crisis bancaria? ¿Tenía la gente alguna manera de saber que tal vez los iban a despedir en el futuro, de modo que redujeron las compras de bienes duraderos incluso antes de que empezara la recesión? ¿Acaso la caída temprana del consumo fue consecuencia de miedos irracionales? En el resto de este capítulo utilizaremos datos geográficos para examinar la caída del gasto de las familias durante la recesión. Estos datos nos permiten ver exactamente dónde se redujo más el gasto. Como demostraremos, aparecen patrones que nos ayudan a entender por qué el gasto se derrumbó de una manera tan drástica.

La casa de la deuda

Подняться наверх