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3. LA NATURALEZA DE LOS NEGOCIOS DIGITALES EN EL INICIO DEL SIGLO XXI

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Tres procesos confluyen en el último cuarto del siglo XX, dando lugar a una nueva estructura social basada fundamentalmente en las redes (Castells, 2001; 2009): la necesidad económica de unos sistemas de gestión flexibles y de una globalización del capital, la producción y el comercio; la demandas sociales de libertad individual y de comunicación abierta; y los extraordinarios avances de la informática y de las telecomunicaciones, gracias al gran desarrollo de la microelectrónica. Castells (2001: 66) se refería al concepto de e-Business como “any business activity whose performance of the key operations of management, financing, innovation, production, distribution, sales, employee relations, and customer relations takes place predominantly by/on the Internet or other networks of computer networks, regardless of the kind of connection between the virtual and the physical dimensions of the firm”. El e-Business es también la empresa en red o la empresa red como conjunto de interrelaciones, internas y externas, con los distintos agentes económicos. Según Castells (2001), la empresa red no estaba restringida a la industria tecnológica, sino que se expandía rápidamente por otros sectores de actividad, como hemos podido comprobar en las últimas dos décadas. La empresa red tendría las siguientes características:

• Escalabilidad (Scalability): la red puede incluir tantos componentes como sean necesarios, en un ámbito local o global, para cada operación o transacción que se lleve a cabo. El ser local o global no es un obstáculo técnico para la organización, que puede expandirse o retraerse conforme lo exija la estrategia de la empresa; todo ello sin incurrir en un excesivo coste derivado de mantener capacidad de producción no utilizada. Esta escalabilidad afecta también de forma directa a las relaciones laborales que tienden a hacerse más flexibles y precarias en determinadas ocasiones.

• Interactividad (Interactivity): ya sea en tiempo real o en el intervalo de tiempo que se elija entre los actores que participan en la actividad de la organización (proveedores, clientes, directivos, empleados, etc.). El sistema de comunicación se distribuye y se expande en múltiples direcciones, generándose un flujo continuo de información que permite ajustar continuamente la actividad de la empresa.

• Gestión de la flexibilidad (Management of flexibility): permite mantener el control sobre el negocio durante el continuo proceso de expansión y adaptación. La flexibilidad también debe permitir ajustar los recursos a cada proyecto que se lleve a cabo.

• Branding: se trata de un elemento esencial como signo reconocido del valor de un negocio, de la capacidad de creación de valor de una organización. El branding en la era de Internet adquiere una dimensión distinta ya que en muchas ocasiones los proyectos son resultado de la cooperación entre múltiples partes. Se trata pues de un reto a la vez que una oportunidad.

• Personalización (Customization): Internet permite ofrecer productos o servicios cada vez más personalizados para los consumidores, así como atender nichos de mercado que antes estaban desatendidos, o generar demandas que no existían (Anderson, 2006; Tapscott y Williams, 2007).

Otro concepto revelador de la naturaleza de la transformación digital que estaban sufriendo las empresas es el acuñado por Andrew McAfee (2006) para referirse al empleo de las emergentes plataformas de software social dentro de las propias empresas o entre empresas y sus clientes y otros terceros. Su aparición se conecta directamente con la Web 2.0 y su incidencia, expuesta anteriormente. La idea de Empresa 2.0 que McAfee proponía estaba estrechamente vinculada con una empresa en red basada en el conocimiento. Para McAfee (2006: 28): “Enterprise 2.0 technologies have the potential to usher in a new era by making both the practices of knowledge work and its outputs more visible”. Estas tecnologías comprenden servicios como blogs, wikis, RSS, tags, redes sociales, mashups, entre otros.

En su artículo, McAfee (2006) contraponía dos paradigmas tecnológicos distintos, ambos caracterizados por un conjunto de componentes básicos. Frente al denominado WIMP (Windows, Icons, Menus, Pointers), formado por el sistema de ventanas, iconos, menús y “señaladores”, proponía el paradigma SLATES (Search, Links, Authoring, Tags, Extensions, Signals), compuesto de búsqueda, enlaces, criterio de autoridad, etiquetas, extensiones y señales, los cuales constituían los componentes tecnológicos de la Empresa 2.0.

Los seis componentes de la Empresa 2.0 presentaban las siguientes características:

• Búsqueda (Search): los usuarios deben contar con las herramientas de búsqueda apropiadas para conseguir la información que precisen. Se imponen por su facilidad de uso y efectividad la búsqueda mediante palabras claves, frente a los habituales sistemas de ayuda de navegación de las intranets. Se trata de incorporar la cultura de búsqueda de Google a la propia información de la empresa.

• Enlaces (Links): permiten estructurar el contenido de la red, proporcionando una forma de valorar los contenidos en función del número de veces que son enlazados. Se supone que los mejores contenidos son los más enlazados, o dicho de otra manera, los más enlazados son los que más recomendaciones de lectura reciben por otras páginas web, basándose en el concepto de PageRank de Google.

• Autoría (Authoring): los sistemas de gestión de contenidos como los blogs o los wikis proporcionan medios de producción de contenidos a los usuarios permitiendo que los recursos humanos de la empresa compartan su conocimiento, en ocasiones tácito, de manera natural, aportando, por ejemplo, sus experiencias, comentarios, puntos de vista, opiniones, enlaces de interés, recomendaciones, etc.

• Etiquetas (Tags): las palabras descriptivas de contenidos digitales permiten categorizar el contenido. Muchas aplicaciones, especialmente aquellas que contienen gran cantidad de información, permiten a sus usuarios añadir palabras claves para facilitar su búsqueda, desarrollando el concepto de folcsonomía, que es la categorización que surge de la descripción más o menos libre de contenidos por parte de los usuarios, frente al tradicional concepto de taxonomía.

• Extensiones (Extensions): el empleo de algoritmos permite proporcionar al usuario información que puede ser relevante para sus intereses en función de sus preferencias, apuntando al empleo de sistemas de inteligencia artificial en las empresas.

• Señales (Signals): el empleo de tecnologías de sindicación de contenidos permite modificar el modo en que el usuario se relaciona con la información.

Al margen de los componentes tecnológicos, las ideas básicas que mueven la Empresa 2.0 son su facilidad de uso y la primacía del navegador como forma de acceso a recursos que están en la nube. Destaca también la no imposición a los empleados de un modo cerrado y determinado de gestión del conocimiento. No existen ideas preconcebidas sobre cómo se debe trabajar o sobre cómo se deben estructurar los contenidos que se producen.

Finalmente se resalta una idea que ya era patente cuando describíamos la “nueva economía”, la gerencia de las empresas deben acometer una gestión del cambio organizacional que es fundamental para que la tecnología produzca una verdadera transformación digital.

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