Читать книгу Cómo vencer los temores y fortalecer la salud emocional - Enrique Chaij - Страница 20
El estrés
ОглавлениеEsta es una condición emocional estrechamente ligada a la ansiedad y al temor. Es el peso excesivo en las obligaciones cotidianas, que debilita la salud y roba la paz del corazón. Es como tensar demasiado la cuerda de la vida, por causa del trajín intenso de cada jornada. Es el temor de no poder seguir soportando tanta presión emocional…
Desde luego, el estrés moderado es saludable, cuando estimula y aumenta el vigor para la prosecución de nuestros trabajos, estudios e ideales. Pero cuando el estrés deteriora nuestra tranquilidad interior, se impone el descanso físico y el control de la mente. Esto no es fácil, sobre todo cuando hay demasiados deberes que atender. Pero aun no siendo fácil, es posible. A menudo, se trata de ordenar las obligaciones, priorizar los trabajos y cumplir los horarios.
Vida ordenada
En su libro Cómo suprimir las preocupaciones, Dale Carnegie cuenta el caso de un empresario agobiado por su estrés laboral, quien fue a consultar al destacado psiquiatra Guillermo Sadler. Y mientras hablaba de su problema con el médico, en los primeros diez minutos este recibió tres llamados telefónicos, a los cuales atendió hasta dar solución a los problemas que le presentaban otros pacientes.
Al terminar la tercera conversación telefónica, el paciente dijo: “Doctor, en estos diez minutos creo que he adivinado lo que anda mal en mi vida. El dar por terminado cada asunto que se presenta, como lo he visto en usted, y el tener ordenado el escritorio, es lo que yo necesito aprender”.
A las seis semanas, el mismo paciente volvió a ver al Dr. Sadler, y le dijo: “Antes tenía tres mesas de trabajo en dos oficinas diferentes, y siempre estaba sobrecargado de tareas. Ordené todas mis cosas, y ahora tengo una sola mesa. Además, arreglo los asuntos ni bien se me presentan; y lo maravilloso es que no observo la menor falla en mi salud”. El ordenamiento laboral salvó la salud del hombre estresado, y le devolvió su bienestar emocional.
Alma agobiada por tu estrés, cansada por tus muchos trabajos, dominada por tus ambiciones, y temerosa de no recuperar tus fuerzas, haz una pausa en tu camino si quieres gozar de salud física y paz espiritual. No te excedas en tu trabajo, ni te consumas corriendo todo el día. Comparte tus cargas con tu familia. Recuerda que tu vida vale mucho más que cualquier mala sangre que te hagas, o que cualquier dinero que puedas ganar en tu profesión. Ordena tus actividades de la mejor forma posible, para ahorrar esfuerzos innecesarios. ¡Esto te resultará altamente beneficioso!
Y sobre todo, acepta la invitación del divino Maestro, quien dice: “Venid a mí todos los que estáis fatigados y agobiados, y yo os daré descanso… Hallaréis descanso para vuestras almas” (S. Mateo 11:28,29). Junto al Señor de la vida tenemos descanso, sosiego, calma interior y fortaleza espiritual ¿Y no es esto acaso lo que más necesita el alma turbada por el temor, o tensionada por el estrés? Por lo tanto, ¡ve al Señor confiadamente, y él aliviará tus cargas y fatigas!