Читать книгу Cómo vencer los temores y fortalecer la salud emocional - Enrique Chaij - Страница 25
La mejor ayuda
ОглавлениеCierto hombre, apresado injustamente, fue obligado a pasar 24 horas en una prisión oscura y subterránea. Los pasos del guardián se perdieron a la distancia, y todo el lugar quedó sumido en un profundo silencio. El pobre preso comenzó a desesperarse. Pensó que jamás saldría a la luz de la superficie.
Pero al momento oyó los pasos de alguien que se acercaba. Era el capellán de la prisión, quien le dijo: “Vengo a ofrecerle compañía. Me quedaré aquí arriba hasta que lo saquen de la celda”. Entonces, con profundo agradecimiento, el preso contestó: “Mientras usted esté allí arriba, no temeré estar aquí abajo”.
El miedo del hombre desapareció porque alguien, aunque invisible, estaba allí arriba. Y, amigo, amiga, Dios también está arriba, a nuestro lado, para ofrecernos su ayuda y ahuyentar nuestros temores. ¿Sueles pensar en esta verdad cuando tienes alguna necesidad? ¿Quién mejor que nuestro Señor para alejar nuestros temores y asegurar nuestro bienestar interior?
En este capítulo nos hemos referido a la ansiedad, el estrés, la angustia, los sustos, las fobias y los ataques de pánico, como las diferentes “caras” o formas más comunes del temor. Y aunque brevemente, en todos los casos hemos visto de qué manera el temor desplaza la paz del alma e instala la aflicción.
Pero también hemos recordado el papel fundamental de la fe como terapia y preventivo de los temores, y como el máximo factor de la paz y la alegría del corazón. Así que, parafraseando al preso del relato, mientras Dios permanezca “arriba”, velando por nuestro bien, no tendremos razón para temer “aquí abajo”, en medio de nuestros quehaceres cotidianos.