Читать книгу Pinceladas del amor divino - Erna Alvarado Poblete - Страница 30
25 de enero Tus sueños pueden ser los sueños de Dios
Оглавление“Yo sé los planes que tengo para ustedes, planes para su bienestar y no para su mal, a fin de darles un futuro lleno de esperanza” (Jer. 29:11).
Son muchas las que piensan que las condiciones limitantes de la vida son obstáculos infranqueables. Consideran que nacieron con todo en contra y lo que les toca es resignarse. Se acostumbran a vivir en la zona de confort de su desgracia, desconociendo que Dios las creó con capacidades infinitas para darle la vuelta a ciertas adversidades. El derrotismo acumulado debilita el sentido de autorrealización; impide el crecimiento y el desarrollo personal; no nos permite vernos como “hijas de Dios”, con la posibilidad constante de crecimiento.
Ella se veía débil. La vi por primera vez detrás de una máquina de hacer jugos de fruta que ofrecía a sus clientes. Pensé que allí se quedaría el resto de su vida; sin embargo, conocer su conmovedora historia me dejó asombrada. Había nacido en un pueblo del sur de México, en una zona indígena donde las oportunidades de progreso son casi nulas. Su tarea diaria era preparar la comida para los miembros de su familia, sin dejar de asistir a la única escuela de nivel medio en su entorno. Cuando finalizó sus estudios, decidió dejar su casa, a sus conocidos, y viajó a la ciudad para trabajar preparando jugos de fruta con su limitado conocimiento del español. Su anhelo de seguir estudiando crecía y, mientras exprimía frutas, también “exprimía” su cerebro pensando cómo hacer realidad su sueño. Cada mañana, ofrecía jugos a los estudiantes de la escuela de gastronomía ubicada frente a su puesto de trabajo. Se preguntaba si su deseo de ser uno de ellos era absurdo. Con el tiempo, tuvo la osadía de pedir a su empleadora tiempo para ir a la escuela; con los grados académicos que tenía podía aspirar a estudiar para llegar a ser chef.
Esta historia de esfuerzo tuvo un final feliz, y me convencí de que, cuando los sueños son los correctos, Dios también los hace suyos y los empuja hasta su cumplimiento. Solo necesitas creer en ti y en Dios, en tus talentos y en los dones especiales que posees por creación. Tus peores desafíos serán vencer la pereza, el desgano, la indiferencia y la desidia, en medio de una sociedad que busca lo fácil y lo rápido.
Arrodíllate y cuéntale tus sueños a Dios. No desistas; confía y muévete hacia tus objetivos. El éxito está sembrado de rosas; Dios se encargará de quitarles las espinas.