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Las ondulaciones corporales

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La mayoría de las personas piensan que las ondulaciones del cuerpo están centradas en las caderas en el estilo de mariposa. Sin embargo, en realidad los movimientos verticales de la cabeza y de los hombros de hecho superan los de las caderas (Sanders, Cappaert y Devlin, 1995). La secuenciación precisa de los movimientos verticales de la cabeza parece ser lo más importante en cuanto a la ondulación correcta. Puede que inicie una ondulación corporal inversa que podría intensificar la fuerza propulsora del primer batido de delfín. Creo que los movimientos apropiados de la cabeza son definitivamente responsables de lo que he denominado una ondulación corporal inversa, que permite que la fuerza del movimiento descendente del primer batido de delfín acelere a los nadadores rápidamente hacia delante.

Los nadadores de mariposa no deben empujar las caderas hacia arriba y hacia abajo en un esfuerzo para ondular correctamente. Esto no ayudará a nada. Los movimientos hacia arriba de las caderas parecen ser meramente un efecto tanto del movimiento descendente del primer batido de delfín como del movimiento descendente de la cabeza y de los hombros durante la entrada y el estiramiento de los brazos. Los siguientes movimientos de las caderas hacia abajo son meramente el resultado de la gravedad de los movimientos ascendentes de los batidos de delfín.

Durante años, la sabiduría tradicional ha dictado que los nadadores de mariposa deben mantenerse en una posición baja en el agua cuando respiran porque se creía que elevar la cabeza y los hombros por encima de la superficie del agua aumentaba el arrastre por forma. Mencioné anteriormente mi desacuerdo con esta noción con respecto a aumentar la propulsión por la ola y reducir el arrastre durante el recobro de los brazos. Otra razón por la que se deben elevar la cabeza y los hombros durante el recobro de los brazos es que la siguiente ondulación hacia abajo de estas partes del cuerpo establece las condiciones propicias para una ondulación corporal y una ondulación corporal inversa que quizá contribuyan significativamente a la propulsión efectiva. Mientras que elevar el cuerpo requiere un gasto adicional de energía inicialmente, se ahorra energía e incluso se la reutiliza para ayudar a la propulsión cuando la cabeza y el tronco caen otra vez dentro del agua.

Según Sanders, Cappaert y Devlin, (1995): “Al empezar a desplazarse la cabeza y luego los hombros hacia abajo la energía almacenada se utiliza para aumentar la velocidad hacia abajo de la parte superior del cuerpo”. En otras palabras, el siguiente movimiento hacia abajo y hacia delante de la cabeza y del tronco que ocurre después de que las caderas pasan por el pico de su ondulación hacia arriba debe, de hecho, ayudar a acelerar la velocidad de avance a causa de la fuerza de gravedad.

Se mencionó en el capítulo 3 la posibilidad de que los movimientos ondulatorios en mariposa también crean una ola corporal que intensifica la propulsión. Sanders y sus colaboradores sugirieron que los mariposistas utilizan un mecanismo como éste. Estos investigadores creían que los movimientos hacia abajo de la cabeza y de los hombros eran seguidos por la elevación de las caderas, culminando en una suma de fuerzas en las rodillas y los tobillos que contribuyen a la fuerza propulsora del primer movimiento descendente. Esta suma podría describirse como un latigazo donde los movimientos secuenciales del látigo culminan en una “explosión” de energía al final. En la figura 5.15 se ilustra la ondulación corporal propuesta por Sanders y sus colaboradores.


Figura 5.15. La ondulación corporal en mariposa.


Figura 5.16. La ondulación corporal inversa.

No tengo problemas para aceptar la noción de que elevar y luego sumergir la cabeza, los hombros y el tronco puede reducir la desaceleración durante la entrada de los brazos. Sin embargo, sí tengo problemas con respecto a la existencia de una ondulación corporal que se desplaza hacia atrás desde la cabeza hasta los pies y que aumenta la fuerza propulsora del batido. No obstante, creo que las ondulaciones corporales que siguen el movimiento descendente del primer batido de delfín pueden producir lo que he denominado una ondulación corporal inversa. Esta es una ondulación que se desplaza desde los pies hasta la cabeza, mejorando la magnitud de la aceleración hacia delante recibida del movimiento descendente del primer batido de delfín. La posible secuencia de acontecimientos es como sigue.

Las caderas serán aceleradas hacia arriba y hacia delante por encima del agua durante el movimiento descendente del primer batido. La cabeza y los brazos estarán entrando en el agua en el mismo momento. La mayor parte de la fuerza de este batido se dirige hacia abajo, de manera que en una primera apreciación parecería que empuja las caderas hacia arriba sin propulsar mucho a los nadadores hacia delante. Sin embargo, es posible que la fuerza hacia abajo de este batido podría trasladarse como propulsión efectiva si los nadadores mirasen hacia delante y estirasen los brazos hacia delante precisamente cuando las caderas pasan por el pico de su ondulación hacia arriba y empiezan a desplazarse hacia abajo y hacia delante. Si hacen esto, el momento hacia abajo de las caderas será transferido a la cabeza y a los brazos, que entonces serán impulsados hacia delante por la fuerza de este batido y por la gravedad. La posible acción de la ondulación corporal inversa se ilustra en la figura 5.16.

Para utilizar la ondulación corporal inversa para intensificar la propulsión, la secuencia de movimientos ondulatorios tiene que ser precisa. Además, las partes verticales de la ondulación no pueden exagerarse. Explicado de forma sencilla, los nadadores no pueden estar empujando el cuerpo hacia arriba y hacia abajo con ángulos agudos. Las ondulaciones deben ser graduales, con las partes corporales siempre moviéndose hacia arriba y hacia delante o hacia abajo y hacia delante. Sanders (1996) afirmó que el movimiento vertical del centro de masas de los mariposistas neozelandeses de nivel mundial era de aproximadamente 18 cm para los hombres y 14 cm para las mujeres.

Además de su efecto en la intensificación de la propulsión, la correcta secuencia de ondulaciones corporales también debe reducir el arrastre resistivo. En este sentido, los nadadores deben tratar de mantener el cuerpo tan horizontal como les sea posible durante las fases propulsoras de la brazada. El papel de los movimientos ascendentes del primer y del segundo batido de delfín y el movimiento descendente del segundo batido para mantener esta posición se describieron anteriormente.

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