Читать книгу La segunda independencia - Federico Prieto Celi - Страница 18
Otros intentos fallidos de emancipación en el Perú
ОглавлениеEn Cuzco, Gabriel Aguilar, huanuqueño culto, minero de profesión, que había estado en Chile y Argentina, y conocía las ideas liberales francesas, convocó a su amigo y abogado Manuel Ubalde para preparar una insurrección patriótica. Pero fueron traicionados por Mariano Lechuga, quien los delató, por lo que el 5 de diciembre de 1805 fueron detenidos, juzgados y ajusticiados por conspirar para apoderarse de la ciudad con el propósito de expulsar a los españoles.
En Tacna, el 20 de junio de 1811, Francisco Antonio de Zela se levantó en un intento por lograr la independencia del Perú. Fue apoyado por un numeroso grupo de criollos, mestizos e indígenas, entre ellos el cacique de Tacna, Toribio Ara, junto con su hijo José Rosa Ara y el cacique de Tarata y Putina, Ramón Copaja. Así, Zela tomó los cuarteles de la ciudad y organizó un gobierno local, pero fue derrocado por el gobierno virreinal, tomado prisionero y sentenciado a 10 años de prisión. Murió en una cárcel de Panamá el 28 de julio de 1821, mientras San Martín declaraba la independencia en Lima.
En Huánuco, Juan José Crespo y Castillo condujo a las fuerzas patrióticas locales en el combate del Puente de Ambo, logrando la victoria y originando preocupación en la colonia virreinal. Esta dispuso el envío de un ejército que se encontró con las tropas patrióticas en Ambo, equipadas solamente con 100 escopetas, por lo que fueron derrotadas el 18 de marzo de 1812. Murieron casi todos los sublevados, y Crespo y Castillo, José Rodríguez y Norberto Haro fueron ajusticiados el 14 de setiembre de 1812 en la Plaza Mayor de Huánuco.
En Tacna, el 3 de octubre de 1813, después de la procesión de la Virgen del Rosario, patrona del pueblo, un numeroso grupo de conjurados, dirigido por Enrique Paillardelle y Sagradia, Manuel Calderón de la Barca, primer alcalde de Tacna, y José Gómez, apresan a los jefes realistas, teniente coronel Francisco Suero y capitán Antonio Palacios, y atacan los cuarteles donde se hallan sus tropas. Muchos oficiales criollos hacen causa común con los insurgentes.
A las 12 de la noche se ha dominado la situación. Las multitudes recorren el pueblo lanzando los gritos revolucionarios: ¡Viva la patria! ¡Viva la Junta de Buenos Aires! Y flotan a los vientos las banderas bicolores: azul y blanca, de la revolución libertaria. Pero el 31 de octubre de 1813, las tropas insurgentes tacneñas, 500 hombres aproximadamente, son derrotadas por la tropa realista, más numerosa, venida desde Arequipa, en el sangriento combate de Camiara, a poca distancia de Locumba. Paillardelle se desplaza al Alto Perú; Calderón de la Barca es apresado y enviado a Oruro, a disposición del virrey Pezuela.
También son héroes de la independencia María Parado de Bellido y José Olaya Balandra. Ella quiso enviar informes sobre las tropas realistas al caudillo patriota Cayetano Quiroz; al ser analfabeta, apeló a un letrado, quien fue detenido y obligado a denunciarla. La torturaron, pero no lograron que hablara. Fue fusilada en la plaza de Huamanga, su ciudad natal, el 27 de marzo de 1822. El pescador chorrillano José Olaya llevaba un mensaje de Juana de Dios Manrique al general Antonio José de Sucre, que se encontraba en el Callao. Detenido y torturado por los realistas, no entregó el mensaje ni dio cuenta de él. Fue fusilado el 29 de junio de 1823 en el callejón de Petateros, hoy Pasaje Olaya, que da a la Plaza de Armas de Lima.