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ОглавлениеPor la mañana la alarma del teléfono me despierta a las siete menos cuarto. Creo recordar que el tren llega a eso de las ocho a París, así que tengo que darme prisa si quiero arreglarme y desayunar algo. Pero desayunar ¿con Tristán? retraso el momento de levantarme solo para no tomar la decisión. Entonces la alarma suena de nuevo. Se acabó el vaguear, me levanto de una vez, me aseo y me visto con unos pantalones tejanos elásticos, una camiseta semitransparente de color gris y tirantes anchos y me calzo las All Star. Cojo mi iPhone, el monedero, la tarjeta para cerrar el compartimento y salgo. Camino hasta la puerta que separa clase turista del bar y me detengo un momento. Es el momento de decidirte, Álex: ¿bocadillo en soledad, o desayuno completo en compañía? Entro en el bar sin haber tomado la decisión, pero el destino la toma por mí:
—Lo siento señorita, queda poco para llegar a destino y el bar está cerrado. Si desea desayunar tendrá que ir al vagón restaurante.
Tiene guasa, que cuando por fin veo al camarero me venga con estas…
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