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III. ENFRENTAMIENTO DE LA CRISIS Y EJEMPLO DE LA REGULACIÓN BRASILEÑA

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Con la reducción de las actividades económicas y las restricciones impuestas a la movilidad de las personas, la reducción en el consumo de crudo fue la principal consecuencia del COVID-19 debido a la restricción de vuelos y desplazamiento de vehículos. El menor consumo de combustible ha alcanzado un recorte del 50% al 75% en la demanda de petróleo para el transporte por carretera y de hasta el 90% en algunos países europeos en el sector de la aviación en el primer semestre de 202039.

En nuestros comentarios en 2020 destacamos que otro factor que influyó en la respuesta a la sobreoferta en el mercado también está relacionado con la demanda. Antes de la pandemia del COVID-19, cuando no había restricciones a la movilidad de las personas, los consumidores podían responder a la caída de los precios del petróleo a medida que aumentaba el consumo. Sin embargo, las medidas restrictivas del movimiento de personas impuestas por los gobiernos contribuyeron al exceso de oferta, lo que llevó a una fuerte caída en los precios del petróleo, ya que no hubo consumo.

Como consecuencia principal de estos eventos, la previsión de AIE para 2020 era que las inversiones globales en el sector del petróleo y el gas onshore se redujeran en un 32% en comparación con 2019. Los impactos sin duda se han intensificado a nivel comercial involucrando a las empresas de este sector, lo que se ha reflejado en la oferta y el cumplimiento de las obligaciones contractuales tanto en el ámbito del derecho público como privado como se veía en mayo/junio de 202040.

Ante los innegables efectos de la pandemia del COVID-19 en el sector del petróleo y el gas, la Agencia Nacional de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles (ANP) adoptó innumerables medidas y resoluciones41 que establecen “nuevos procedimientos a seguir por los agentes que operan en la exploración y producción de petróleo y gas natural durante todo el período de emergencia de salud pública declarado debido a la pandemia de COVID-19”42.

Además de las normas de flexibilización implementadas por la normativa de la ANP, las actividades de “producción, distribución y comercialización de combustibles, biocombustibles, gas licuado de petróleo y otros productos derivados del petróleo” fueron clasificadas como servicios públicos y actividades esenciales43.

La Empresa de Pesquisas Energéticas (EPE) preveía la caída de la recaudación de impuestos, especialmente debido a la pérdida en la comercialización de combustibles44 y también por los impactos de otras áreas, que fueron sufridos en el sector petrolero brasileño. La misma EPE ha preparado un Plan Decenal de Energía hasta 2031, y otro hasta 2050, donde ya figuran los informes sobre las fuentes renovables45.

El Plan Decenal de Expansión Energética Pública de la Empresa de Pesquisa Energética-EPE, bajo las directrices y apoyo de las Secretarías de Planificación y Desarrollo (SPE) y Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles del Ministerio de Minas y Energía (MME) busca indicar las perspectivas de expansión del sector energético hasta 2031, es decir, un horizonte de 10 años. El análisis toma en cuenta que la pandemia del COVID-19 continúa afectando a la economía global y doméstica, admitiendo que en 2021 hubo diferencias en relación con las proyecciones realizadas en abril de 2020. Esto se debe a que varias medidas y soluciones para superar las condiciones de aislamiento social han tenido efectos. Así, los impactos económicos negativos terminaron por debajo de lo proyectado. Otro punto importante del estudio de la EPE es la adopción como premisa general de la importante recuperación de la economía mundial en 2021, superando la contracción de la actividad económica en 2020. El estudio de la EPE predice dicha expansión a un ritmo moderado del PIB mundial para los próximos 10 años.

Sobre el tema, la ley N.° 1179/20 que instituyó el Régimen Jurídico Transitorio de Emergencia de las Relaciones Jurídicas de Derecho Privado – RJET46 propone el establecimiento de un régimen jurídico de emergencia y de transición para las relaciones jurídicas de derecho privado con la finalidad de establecer normas temporales en diversas materias de derecho privado47. En esa ley, se prevé la suspensión de la validez de las diferentes normas aplicables a los contratos, determinando la “suspensión de su eficacia durante el período excepcional de validez de la ley temporal“. 48La mejor doctrina brasileña comenta al respecto por el Ministro del Supremo Tribunal Federal -STF, Luiz Fux: “La necesidad de crear una regla temporal se convierte en un mecanismo valioso para reducir las injusticias sociales provocadas por la pandemia”49. En su reciente obra el profesor Guilherme Calmon afirma que [. . .] “las relaciones jurídicas de derecho privado también se vieron impactadas por los dos factores previamente identificados - No solo por la pandemia oficialmente reconocida en Brasil, sino también por actos de imperio a cargo de las autoridades públicas50”. Respecto a las relaciones privadas se creó un verdadero Derecho Privado de Emergencia (Direito Privado Emergencial)51.

Se destaca la necesidad de probar la “relación directa del evento impredecible con los efectos que provocaron el incumplimiento o desequilibrio contractual, como la pérdida de ingresos o el cierre de establecimientos por determinadas medidas adoptadas por el Gobierno”52. Para el autor Carlos Edison do Rêgo Monteiro Filho: “El intérprete deberá observar: el modo y el plazo en que os efectos del ciclo epidémico alcancen las prestaciones pactadas; los posibles medios alternativos de ejecución da prestación; los avales del mercado en que se insieren las actividades en análisis; el eventual aumento del coste de los insumos necesarios para la producción acordada, o su posible sustitución por equivalentes” (cuyo ejemplo más destacado son las obligaciones genéricas, art. 246, CC)53.

¿Cuál es entonces la reanudación del sector energético en Brasil, dado el escenario señalado anteriormente? El sector energético brasileño tiene una gran ventaja en la transición acelerada que se está diseñando. En primer lugar, el sector energético brasileño ya está parcialmente descarbonizado, y las fuentes renovables representan el 46% de la matriz energética nacional. Contamos con una industria renovable consolidada preparada para un panorama de rápida expansión en generación eléctrica y biocombustibles54.

Aunque pueda parecer contradictorio, ya se vislumbraba una compatibilidad entre la relevancia del tema de las emisiones55 y los descubrimientos de la pre-sal brasileño56. Los campos gigantes del presal tienen una intensidad de emisiones que es la mitad del promedio de la industria. Este factor representará un vector cada vez más importante en el atractivo del presal57, y después de la natural interrupción hay números positivos sobre la industria.

Con respecto al gas natural, todavía hay un espacio importante para el crecimiento del mercado en Brasil58. Tenemos mucha demanda de derivados del petróleo, biomasa insostenible y carbón que se espera que sea reemplazado por fuentes de energía más sostenibles en las próximas décadas. Además de los biocombustibles, el gas natural desempeñará un papel importante en la sustitución progresiva de estas fuentes más contaminantes. Brasil todavía tiene una gran demanda para gas en la industria. Como en Brasil se han descubierto muchos recursos de gas, es razonable esperar que la nueva Ley del Gas pueda crear un círculo virtuoso de reducción de precios relativos y aumento de la demanda de gas59.

La generación térmica ha sido vista como la opción más interesante para anclar proyectos de suministro de gas en el contexto actual del mercado. Sin embargo, el contexto tecnológico del sector eléctrico está cambiando muy rápidamente y es probable que aumente la competencia entre la generación de gas térmico y la generación renovable60. Una mayor competencia debería conducir a reducciones de los precios de la energía que naturalmente conducirán a la consideración de nuevas opciones de monetización del gas, incluso a través de amplios proyectos de gas industrial. El gas licuado puede ser una opción en el futuro para la monetización del gas en Brasil. El GNL tiene una gran ventaja de versatilidad, pues puede satisfacer la demanda interna de energía térmica y GNL (mercados servidos a través de camiones y cabotaje), y también se exportar61

Además, hay que destacar la creación del programa RenovaBio62 que fue implementado durante la pandemia. El sector energético brasileño está muy bien posicionado para la reanudación de la economía post-COVID. Existe un enorme potencial de crecimiento en el sector alineado con la aceleración de las tendencias de descarbonización. Para ello, es fundamental que las autoridades energéticas comprendan claramente la naturaleza de la reanudación del sector tras la pandemia y traten de adaptar las políticas energéticas nacionales a este contexto63.

El programa RenovaBio es la Política Nacional de Biocombustibles, establecida mediante la Ley N ° 13.576 / 2017, con los siguientes objetivos: (i) Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en la producción, venta y uso de biocombustibles; (ii) A través de los CBIOs (Créditos de Descarbonización), incentivar la expansión de los biocombustibles en la matriz energética, la regularidad del suministro de combustibles y asegurar la previsibilidad para el mercado de combustibles; (iii) Contribuir al cumplimiento de los Compromisos determinados a nivel nacional por Brasil en el marco del Acuerdo de París64.

Los Objetivos son bien descritos por Fabriccio Steindorfer em su obra comparativa con la experiencia de Alemania: a) un sistema legal bien estructurado; b) autoridades activas y con independencia; c) protección del medio ambiente y búsqueda de sustentabilidad65.

Las empresas también tienen un papel en la creación de soluciones y herramientas para cumplir con los objetivos de la transición energética66, y las proprias empresas petroleras se están transformando en empresas de transición. Una de las herramientas que ayuda a calificar cuánto CO2 emiten las empresas a la atmósfera es el GHG Protocol (Greenhouse Gas Protocol, en traducción libre). Esta plataforma, utilizada en todo el mundo, es gratuita y fue desarrollada por el World Resource Institute (WRI) y su representante en Brasil es la Fundación Getulio Vargas67.

No se pretende comentar específicamente el sector eléctrico, que asume características muy peculiares en Brasil, por lo que nos reportamos a trabajos anteriores y recientes sobre el tema68. Un ejemplo relevante son las medidas diferenciadas para los contratos de comercialización de energía eléctrica en el ambiente de contratación regulado (ACR) o en el ambiente de contratación libre (ACL)69. El análisis hecho por especialistas nos muestra una clara distinción entre las medidas aplicables a los contratos ACR, onde medidas sectoriales fueron necesarias para evitar un colapso en el sector, y los contratos celebrados entre los agentes consumidores y vendedores. En este según caso una renegociación contractual fue lo más recomendable, para mantener el equilibrio del sistema y evitar la judicialización o el arbitraje. Esto se explica porque en el sistema brasileño, como visto, no hay una aplicación automática a los efectos de la pandemia de la hipótesis de fuerza mayor o de la teoría de la imprevisión70.

Se puede añadir que el impacto de la pandemia fue muy distinto en los tres subsectores; transmisión, generación y distribución, el tercero tiendo sido lo más afectado71.

Los Desafíos Jurídicos de la Transición Energética

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