Читать книгу Salud y asistencia sanitaria en España en tiempos de pandemia covid-19 - Juan Carlos Alvarez Cortes - Страница 228

La crisis del COVID-19 compromete varios aspectos en los que la UE tiene competencias exclusivas, como son el mercado único, la movilidad de mercancías y el desabastecimiento. Por otro lado, la pandemia afecta a otros aspectos en los que la Unión solo tiene una competencia de apoyo a los Estados miembros, como son la salud pública, el empleo y las políticas fiscales y socioeconómicas.

Desde que se declaró la pandemia, la UE ha movilizado un ingente volumen de recursos financieros para prestar apoyo a los sistemas sanitarios, proporcionar liquidez a las empresas y respaldar a los Estados en las estrategias adoptadas por estos para mitigar el impacto socioeconómico de la crisis. Asimismo, a medida que evolucionaba la situación epidemiológica, ha fijado directrices para gestionar en cada momento el funcionamiento del mercado interior, el control de fronteras, la libre circulación y el trabajo transfronterizo.

Por otro lado, en el marco de sus competencias sobre tutela de la salud pública, la Comisión Europea, después de que la OMS atribuyó el 11 de marzo de 2020 a la epidemia por COVID-19 la categoría de pandemia mundial, ha adoptado varias medidas para coordinarse con los Estados miembros y facilitar el suministro de equipos médicos y de protección en toda Europa. Ante el resurgimiento de los contagios tras la primera ola del coronavirus, la Comisión presentó el 15 de julio de 2020 medidas inmediatas a corto plazo para reforzar la preparación sanitaria de la Unión frente a los brotes de COVID-19 y algunos meses más tarde, el 28 de octubre de 2020, una Comunicación dirigida al Parlamento Europeo, al Consejo Europeo y al Consejo, sobre medidas adicionales de respuesta a la COVID-19 [COM(2020) 687 final], con el fin de salvar vidas y proteger los medios de subsistencia. Tales medidas tienen por objeto comprender mejor la propagación del virus y la eficacia de la respuesta, intensificar la realización de pruebas diagnósticas específicas, reforzar el rastreo de contactos, mejorar los preparativos para las campañas de vacunación y mantener el acceso a suministros esenciales, como los equipos de vacunación, preservando al mismo tiempo la circulación de todos los bienes en el mercado único y facilitando la seguridad en los viajes. En este sentido, el pasado 17 de junio de 2020 la Comisión Europea presentó una estrategia europea de vacunas para acelerar el desarrollo, la fabricación y el despliegue de vacunas contra la COVID-19, movilizando una parte significativa del presupuesto disponible en el marco del Instrumento de Asistencia Urgente para garantizar un suministro suficiente de vacunas a los Estados miembros a través de una amplia gama de acuerdos de compra anticipada con empresas fabricantes de vacunas. También en el marco del Instrumento de Asistencia Urgente (que se basa en el principio de solidaridad y combina esfuerzos y recursos para responder rápidamente a las necesidades estratégicas comunes) se ha financiado la adquisición, para su posterior distribución a los Estados miembros, de tratamientos médicos específicos contra la COVID-19, pruebas rápidas para la detección de antígenos y robots para la desinfección de hospitales. El 24 de noviembre de 2020, la Comisión adoptó la Estrategia Farmacéutica para Europa, a fin de garantizar que los pacientes tengan acceso a medicamentos innovadores y asequibles, y fomentar la competitividad, la capacidad innovadora y la sostenibilidad de la industria farmacéutica de la UE. Asimismo, desde la UE se adoptado medidas para garantizar la disponibilidad de suministros y equipos; se ha acordado aplazar un año la aplicación del Reglamento sobre productos sanitarios para permitir a las instituciones sanitarias y a los operadores económicos de los países de la UE dar prioridad a la lucha contra la pandemia de coronavirus; se ha creado un Centro de Coordinación de Equipos Médicos (COVID-19) para determinar los suministros disponibles y ajustarlos a la demanda en los países de la UE; se ha reforzado la cooperación sanitaria transfronteriza; se presta apoyo a la formación de profesionales de la salud y se dan orientaciones a los Estados miembros para abordar la falta de personal sanitario provocada por la crisis del coronavirus; y se ha creado un panel consultivo de la Comisión Europea sobre el coronavirus, compuesto por siete epidemiólogos y virólogos expertos de varios países de la UE, que se encarga de formular directrices de respuesta de la UE con base científica y de coordinar las medidas de gestión de riesgos.